El Game Mode de Windows 10 empieza con mejoras modestas

En una entrevista Kevin Gammill, gerente de programa de grupo de socios para la plataforma de Xbox, ha confirmado que el Game Mode de Windows 10 está ofreciendo unos resultados bastante modestos en su primera versión, ya que consigue mejoras de rendimiento que van del 2% al 5%.

Ese margen de mejora es demasiado bajo, tanto que no convertirá en jugable lo injugable, y de hecho ni siquiera podría llegar a marcar una diferencia real, ya que hablamos de un aumento de 2,5 fotogramas por segundo si nuestro juego ya funciona a 50 FPS, y de 1,5 fotogramas por segundo si ya lo movemos a 30 FPS.

Ambos ejemplos representan el mejor escenario posible, es decir, con la mejora máxima del 5%, así que en los casos en que se produzca esa mejora del 2% estaríamos hablando de alto totalmente marginal.

No hay duda de que toda mejora de rendimiento es bienvenida, especialmente cuando la misma es gratuita, pero en este caso es demasiado pequeña y no cumple con las expectativas que ha generado, al menos de momento.

Siendo justos debemos dejar claro que el propio Gammill ha confirmado que esos son los resultados de su primera interacción con el Game Mode, así que es muy probable que todavía puedan hacer algunos «apaños» para mejorar el rendimiento que veamos en la versión final.

Es evidente que el Game Mode para Windows 10 no va a hacer milagros, sobre todo si tenemos un equipo «flojito», pero realmente no lo necesita para ser verdaderamente útil, ya que si por ejemplo esa mejora de 2,5 fotogramas por segundo se produjera en la franja que va desde los 22 hasta los 28 FPS daría un impulso pequeño pero que realmente marcaría la diferencia.

Más información: DvHardware.