Conecta con nosotros

Noticias

Por favor, Google, atiende a razones con Android

Publicado

el

google-android

Hace más o menos un año, expresé un deseo: que desapareciesen las personalizaciones de Android. Era un deseo viejo, motivado por diferentes razones, entre las que se cuenta algo tan elemental como que el dueño de un dispositivo debería poder elegir fácilmente el software que utiliza, sin imposiciones ni ataduras. Ese es uno de los peores rasgos de Android: el bloatware que inunda en mayor o menor medida cada instalación, para deshacerse del cual son imprescindibles conocimientos y tomarse una molestia muy molesta, lo que viene siendo rootear el móvil, que no está al alcance de todo el mundo.

Las ventajas de que las personalizaciones de Android desaparezcan son más, pero esta es especialmente importante. Tan importante en parte como para que la Unión Europea haya impuesto a Google la mayor multa de su historia: 4.343 millones de euros por monopolio con Android. Un monopolio que no se da, principalmente, por la posición del sistema en el mercado, aunque una de las prácticas de las que se acusa a la compañía es de “obstruir el desarrollo y distribución de sistemas operativos competidores”.

Sin embargo, donde más hincapié hace la sentencia de la UE es en el hecho de que Google fuerce a los fabricantes a incrustar sus aplicaciones en cada dispositivo que venden. O sea, lo que le pasó en su momento a Microsoft con Internet Explorer y Windows Media, pero a lo grande: búsqueda, navegador, correo electrónico, mensajería, mapas, multimedia, almacenamiento en la nube… Google pone todo eso gratis, y a cambio se queda con los datos de cada aplicación, por supuesto.

Para ilustrar mejor lo que supone la posición de Google, un ejemplo real: el mío. En mi último teléfono Android tenía preinstaladas la búsqueda de Google, Chrome, Gmail, Hangouts (reemplazado ahora por Duo), Google Maps, Drive, Fotos, Play Libros (ahora Kiosco) Juegos, Música, Películas… Y YouTube. Si tenemos en consideración que con una sola cuenta de Google se puede usar todo eso y más, y que además son aplicaciones y servicios de calidad, ¿para qué molestarse en buscar alternativas? Pues toma multazo.

En materia de privacidad tampoco es una broma. Alguien que utilice todo lo mencionado está confiando a Google su historial de navegación, muy posiblemente las contraseñas, sus comunicaciones, su localización, sus archivos y fotos… Pero olvidémosnos de la privacidad por un momento, ya que la decisión de la UE no entra ahí y, es de suponer, Google aplica escrupulosamente la GDPR.

De hecho, la sentencia de la UE no se reduce a la multa, sino que insta a la compañía a cesar en su conducta, ojo al dato, de manera efectiva en un plazo de 90 días. En caso de incumplimiento, se podrían imponer nuevas sanciones de hasta un 5 por ciento del volumen de negocio mundial medio diario de la empresa matriz de Google, Alphabet. Sin embargo, no vale la pena esperar a que esto suceda, porque el gigante de Internet anunció inmediatamente su intención de recurrir el fallo.

android-apps

Mientras los acontecimientos se van produciendo, el CEO de Google, Sundar Pichai, llegó a dejar entrever la posibilidad de que Android dejase de ser gratuito, coste que se trasladaría a los fabricantes y, muy probablemente, de estos al consumidor. No parece factible, viendo el momentum que vive el software de usuario final desde hace unos años.

Lo que sí parece más probable es que Google termine acatando una decisión que no debería suponerle ningún drama. ¿Qué costaría incluir un asistente al inicio -una suerte de Ballot Screen bien hecho y cumplido- que recomendase al usuario varias alternativas para cubrir un conjunto de aplicaciones básico? ¿Perder usuarios?

Puede que forzar la preinstalación de determinadas aplicaciones sea ilegal, por no mencionar que es obvio que se trata de competencia desleal, pues ese mismo hecho predispone al usuario a su utilización; y definitivamente es inmoral el no permitr la desinstalación de dichas aplicaciones. Pero su utilización no es obligatoria, existen alternativas y la mayoría de gente pasa de ellas. También la gente que las conoce y que entiende de qué va todo esto. ¿Por qué? Muy sencillo: porque la mayoría de aplicaciones de Google son geniales y gratuitas, y el único pero que se les puede sacar es lo relativo a la privacidad.

Así que puede ser cierto que mucha gente desconozca este asunto y se deje fagocitar por Google sin saberlo, como puede serlo que otra tanta lo conozca y, porque le conviene, porque el intercambio de datos por software de calidad le compensa, lo acepte e incluso lo prefiera, ya que lo verdaderamente cierto es que pagar no solo por el software que de manera gratuita ofrece Google, sino por el nivel de servicio con el que lo sostiene… Eso es algo que tampoco está a día de hoy al alcance de todo el mundo.

Si echásemos números tan solo de lo que costaría contratar un servidor para montarlo todo, la sorpresa sería importante, no hablemos ya de pagar por servicios independientes con los que reemplazar únicamente lo principal del catálogo de aplicaciones de Google. Y esto vale también para las alternativas más directas a Google, que no hay tantas (Microsoft, Zoho…). Teniendo en cuenta la consabida frase de que cuando el producto es gratis, el producto eres tú, no habría otra, ¿no?

No obstante, hace poco que publicamos las mejores alternativas a Google… si te preocupa la privacidad, y basta con repasar la lista para observar que si bien existen alternativas de calidad, las de Google son por lo general superiores y en según qué casos, muy superiores. Esto lo sé yo, lo sabes tú y lo sabe Google… Por lo cual, que Google se enroque en su postura no tiene sentido, cuando es clamoroso que abusan de su posición, y que aun cediendo conservaría el favor de una mayoría del público.

Es por eso que desde este pequeño rinconcito de Internet, me atrevo a pedirle a Google que atienda a razones con Android y no alargue más una situación que no es sostenible.

Enfocado en las nuevas tecnologías empresariales y de usuario final. Especializado en Linux y software de código abierto. Dirijo MuyLinux y escribo en MC, MCPRO y MuySeguridad, entre otros.

Lo más leído