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Cinco grandes misterios sobre Júpiter que quizá no conocías

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Júpiter es uno de los planetas más importantes del sistema solar. Puede que sea un gigante gaseoso y que la vida en él sea imposible, siempre teniendo en cuenta que hablamos de formas de vida basadas en el carbono, pero juega un papel crucial como «policía» del sistema solar, ya que gracias a su enorme atracción gravitatoria actúa como un gigantesco «escudo» contra asteroides y cometas.

Sin Júpiter la Tierra recibiría un bombardeo de asteroides y cometas muy superior al que registra actualmente. No hay consenso, pero los estudios más recientes han indicado que sin el papel de escudo que ejerce dicho planeta el impacto de asteroides sobre la Tierra se multiplicaría por cien. Este simple dato nos permite interiorizar mejor la importancia de ese gigante gaseoso.

Hace un par de años publicamos este artículo que nos permitió descubrir algunas cosas interesantes sobre Júpiter, y hoy hemos vuelto a poner la mirada sobre él para centrarnos en cinco grandes misterios sobre nuestro gigantesco vecino que vale la pena conocer. Esperamos que os guste y como siempre os invitamos a dejar vuestras propias aportaciones en los comentarios.

1-Es un gigante de gas cargado de elementos pesados

Júpiter es enorme, eso lo sabemos, pero también es el más masivo del sistema solar. Si hablamos de números concretos nos encontramos con que es 317 veces más masivo que la Tierra, un número que nos ayuda a entender por qué es considerado casi como un proyecto fallido de estrella.

Existe la creencia de que los planetas del sistema solar se formaron a partir de la misma nube de hidrógeno-helio de la que nació el Sol. Sin embargo la sonda Galileo, que estudió Júpiter en la década de 1990 al 2000, encontró grandes diferencias en la cantidad de elementos pesados que existe en Júpiter y en el Sol.

Esta realidad ha generado muchas dudas que han dado forma a múltiples hipótesis que tratan de explicar esa disparidad de elementos pesados en ambos cuerpos. Una de las que mayor credibilidad tienen sugiere que los elementos pesados ​​de Júpiter provienen de los numerosos cometas, asteroides y otros cuerpos pequeños que ha absorbido y «consumido» durante todos los años que lleva actuando como «escudo» en el sistema solar.

2-Aglutina una enorme cantidad de agua, ¿pero qué cantidad exacta?

Sé lo que estáis pensando, ¿para qué queremos saber cuánta agua tiene un gigante gaseoso? Es una buena pregunta y la respuesta es muy simple, porque nos ayuda a entender cómo se formó el planeta.

Como hemos dicho en el primer punto la presencia de elementos pesados en Júpiter es un síntoma claro de que pudo haber particularidades durante su formación. Parte de esos elementos pudo llegar a través de cometas y asteroides y es muy probable que llevaran también hielo y agua.

Conocer la abundancia de agua que existe en Júpiter nos ayudará a determinar la forma original en la que pudo llegar al planeta y contribuirá a definir las condiciones y procesos que ocurrieron en la nube original de polvo y gas que condujo a la formación del mismo.

3-Júpiter podría tener un núcleo borroso

Júpiter tiene una física muy complicada, tanto que ni siquiera el poder de la imaginación de los científicos es suficiente para completarla. Este planeta está formado en un 90% por hidrógeno, un elemento que está presente en las capas exteriores en forma gaseosa.

Sin embargo en las capas más profundas del planeta el hidrógeno se encuentra a una presión tan alta que sus electrones son expulsados y se crea un fluido que conduce la electricidad tan bien como un metal. Esto crea un enorme campo magnético dentro del planeta que además se ve reforzado por la rápida rotación de Júpiter.

Tenemos una idea bastante aproximada de cómo pueden ser las capas exteriores del planeta, pero nadie está seguro de hasta dónde penetra esa capa de hidrógeno líquido y se desconoce si el núcleo tiene elementos pesados en su interior.

Con todo las últimas teorías han apuntado a la posibilidad de que exista un núcleo borroso en Júpiter, una idea que en resumen se apoya sobre el método de la inestabilidad de disco para la creación de planetas y sugiere que Júpiter tiene un núcleo no definido con dos grandes capas: una «disuelta» y otra sólida con elementos muy pesados.

4-Sus cinturones y la Gran Mancha Roja tienen una profundidad enorme

Las imágenes que todos conocemos de Júpiter nos muestran un compendio de rayas gruesas y tormentas arremolinadas con diferentes tonalidades. Esas imágenes representan únicamente las zonas superiores y externas de las nubes que cubren el planeta, lo que significa que era imposible determinar su profundidad real.

Descubrir la profundidad que tienen esos cinturones y la Gran Mancha Roja podía ayudarnos a comprender mejor algunas cuestiones relacionadas con el clima y con las tormentas que azotan a Júpiter, una tarea que la sonda Juno está desarrollando desde que llegó a las inmediaciones de Júpiter.

Todavía no tenemos toda la información que necesitamos para resolver este misterio, pero los datos que ha ido recopilando Juno durante los últimos años nos han permitido arrojar un poco de luz sobre este tema y empezar a resolver el misterio. Así, sabemos que la profundidad de la Gran Mancha Roja es entre 50 y 100 veces mayor que la de los océanos de la Tierra, y que sus cinturones pueden llegar a los 3.000 kilómetros de profundidad.

5-Franjas de colores formadas por nubes de amoníaco

Júpiter es un espectáculo de colores, ¿pero cómo consigue este gigante mostrar esos cinturones tormentosos y esas manchas tan coloridas? Como sabemos este planeta no tiene una superficie sólida, es un gigante de gas con vientos huracanados.

Pues bien, en sus diferentes capas gaseosas se produce lo que se conoce como corrientes de chorro que transportan grandes nubes de amoníaco en la atmósfera exterior de Júpiter, formando esas franjas y manchas tan características de tonos rojos, anaranjados, blancos, marrones y amarillos.

Esas corrientes de chorro circulan de oeste a este e interactúan con el campo magnético de Júpiter. También son muy diferentes a las que encontramos en la Tierra. En nuestro planeta son onduladas e irregulares, mientras que en Júpiter son rectas. Según los expertos esto se debe a que en Júpiter no hay continentes ni montañas debajo de la atmósfera que obstruyan el camino de las corrientes en chorro, lo que hace que sean más simples que las de nuestro planeta.

Enlaces de interés: Cinco grandes misterios sobre Marte que igual no conocías.

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