Atari VCS sufre nuevos problemas en la producción, y podría no llegar a ser lanzada

Después de varios retrasos, y pese al gran esfuerzo de sus desarrolladores, las cosas pintan cada vez peor para la Atari VCS, llegando ahora a barajarse la posibilidad de que el proyecto finalmente no llegue a finalizarse.

Todo comenzó en 2017 con la presentación de un proyecto de financiación a través de Indiegogo con el que se proponía la vuelta de una de las consolas retro de Atari, cargada con más de 100 juegos clásicos, una idea que no tardó en hacerse con la atención de los fans.

Sin embargo, los retrasos comenzaron a acumularse, retrasando la consola con la justificación de algunas mejoras y la inclusión de nuevos componentes, e incluso la incorporación de nuevas funcionalidades como un servicio de suscripción para ampliar el catálogo y la vida útil de la consola.

Pero las dudas comenzaron a embargar a los usuarios cuando las publicaciones oficiales de Atari, centradas en mostrar los avances de hardware, no mostraban ninguno de los nuevos componentes mencionados.

Así pues, las cosas se complicaron todavía más cuando Feargal Mac Conuladh, uno de los participantes del desarrollo de la consola, comenzó a quejarse y presentó una demanda por no haber recibido ningún pago por su trabajo. Un enfado que parece no era exclusivo, y que acabó derivando a su vez en la filtración de algunas especificaciones de la consola, y diversas declaraciones de los involucrados, que auguraban un poco optimista «espectáculo de mierda«.

Y es que hemos llegado hasta un punto en el medios internacionales como Mashable han comenzado a calificar a la Atari VCS como algo «cada vez menos parecido a una consola de videojuegos similar a la NES Classic de Nintendo o al Genesis Mini de Sega, y más como un PC Linux barato dentro de un chasis inspirado en el Atari 2600«.

No obstante, la propia Atari sigue manteniendo cierto secretismo alrededor del estado de desarrollo de la consola, pero no se ha retractado de su última fecha de lanzamiento, fijada para principios de 2020.