Descubren el origen de elementos pesados en la colisión de dos estrellas de neutrones

El ser humano lleva siglos buscando respuestas en el espacio sobre los orígenes del universo y de los materiales que lo componen (y que nos rodean). Recientemente un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Copenhague ha descubierto el origen de algunos elementos pesados existentes en el universo.

Hasta el día de hoy se sabía que las supernovas pueden iniciar algunos procesos nucleares que terminan en la creación de elementos súper pesados, sin embargo, no explica el origen de todos los conocidos. Ante esa situación, algunos científicos propusieron que el origen de muchos elementos pesados podría estar en la colisión de dos objetos de enorme densidad, como dos estrellas de neutrones. Tras la detección de ondas gravitacionales en dicho proceso cataclísmico, los científicos pusieron sus instrumentos apuntando al lugar de la colisión en busca de elementos pesados como el estroncio.

Los científicos hallaron en las observaciones iniciales evidencias de uranio y oro en la explosión, pero las lecturas no eran lo suficientemente claras. Ahí es donde ha entrado el equipo de científicos de la Universidad de Copenhague, que decidió reanalizar la luz de la colisión de las estrellas de neutrones y logró identificar una “característica fuerte” que indicaba la presencia de estroncio. Esto quiere decir que una kilonova produce las condiciones necesarias para alimentar la rápida captura de neutrones, un proceso necesario para la creación de elementos pesados que las estrellas vivas no pueden hacer.

Las estrellas fusionan hidrógeno y helio, y el helio se fusiona en elementos pesados más adelante en la vida de una estrella. Sin embargo, las estrellas solo pueden producir elementos a través del hierro (26 protones), por lo que cualquier cosa que esté por delante en la tabla periódica (como el cobalto y sus 27 protones) requiere de una “captura rápida de nuetrones” para poder ser creadas. El estroncio cumple con esto al tener 38 protones.

Este hallazgo permite saber el origen de muchos de los elementos pesados del universo, además de servir como punto de partida para futuros estudios. Al menos ahora se tiene más claro que al comprender las fuerzas que intervienen en una kilonova se puede determinar qué elementos producen y en qué cantidades.