

Guías
¿Qué componentes tendrás que actualizar en tu PC cuando lleguen PS5 y Xbox Series X?
El lanzamiento de PS5 y Xbox Series X está previsto para finales de este mismo año. Gracias a la información que han ido ofreciendo Sony y Microsoft tenemos una idea bastante clara de lo que podemos esperar de esta nueva generación de consolas, aunque es cierto que todavía quedan en el aire algunos puntos importantes, como la potencia bruta de su GPU y la cantidad final de memoria unificada que traerán.
Esa falta de información oficial en algunas de las especificaciones clave de PS5 y Xbox Series X se ha compensado con numerosas filtraciones de fuentes bastante fiables. Esto, unido a las estimaciones que podemos hacer comparando con la consola más potente de la generación actual, Xbox One X, nos permite hacer una «radiografía» bastante completa de ambas consolas y fijar un nivel mínimo de especificaciones que creemos que se cumplirá casi con total seguridad.
Posibles especificaciones de PS5 y Xbox Series X
- APU AMD de nueva generación fabricada en proceso de 7 nm que integra CPU y GPU.
- Procesador Zen 2 semipersonalizado con 8 núcleos y 16 hilos a 3,5-3,6 GHz.
- Núcleo gráfico RDNA semipersonalizado con aceleración de trazado de rayos y hasta 12 TFLOPs de potencia.
- 16 GB de memoria GDDR6 unificada (compartida como RAM y VRAM) y 4 GB de memoria DDR4 para sistema y aplicaciones en segundo plano.
- Unidad SSD PCIE NVMe de 1 TB con una velocidad de 2.000 MB/s en lectura secuencial y 1.500 MB/s en escritura secuencial.
- Sonido 3D y unidad óptica compatible con discos Blu-ray 4K.
- Sistema de refrigeración de alta calidad (cámara de vapor) para mantener unas temperaturas aceptables.
El precio de ambas consolas rondará los 499 euros, una cifra por la que hemos apostado casi desde el principio en MuyComputer. Representa un valor muy ajustado, ya que todo parece indicar que el coste de fabricación de PS5 y Xbox Series X estará situado en unos 470-480 dólares.
Si esto se confirma Sony y Microsoft no ganarán dinero con la venta de ambas consolas, de hecho tendrán que asumir pequeñas pérdidas derivadas de los gastos de transporte y demás que no se incluyen en el coste de fabricación, pero los ingresos realmente importantes vendrán, como sabemos, de la venta de juegos y de servicios.
¿Qué componentes tendré que actualizar en mi PC para superar la transición que marcarán PS5 y Xbox Series X?
Sé que es una pregunta que se hacen muchos de nuestros lectores, y por eso me he animado a escribir esta guía. Quiero ayudaros a tener clara la perspectiva que debéis adoptar partiendo de configuraciones concretas que os servirán como punto de partida para tomar decisiones acertadas.
Antes de nada debemos recordar que la llegada de PS5 y Xbox Series X no hará que las configuraciones actuales de PCs de gama baja y gama media-baja queden obsoletas de repente. Habrá una etapa de transición, y durante esa primera etapa veremos cómo evolucionan poco a poco los desarrollos de juegos hasta completarse el salto a la nueva generación. Con PS4 y Xbox One esa etapa de transición duró menos de dos años, y creo que con PS5 y Xbox Series X ocurrirá lo mismo.
También debemos tener en cuenta otras dos cosas. La primera es que incluso tras completarse ese periodo de transición es probable que la mayoría de los juegos que lleguen al mercado tengan unos requisitos inferiores a los que veremos en la segunda mitad del ciclo de vida de PS5 y Xbox Series X. Como ya ocurrió con PS4 y Xbox One puede que nos encontremos con una segunda fase en la que los desarrolladores acaben teniendo más recursos libres y que, por tanto, esto se traduzca en un incremento de los requisitos.
En el caso de PS4 y Xbox One vimos como los procesadores de dos núcleos y cuatro hilos, y las tarjetas gráficas tipo GTX 680 y Radeon HD 7970, fueron cediendo terreno en una segunda etapa a los procesadores de cuatro núcleos y a las tarjetas gráficas tipo GTX 980 y Radeon R9 Fury. La tercera etapa, en la que nos encontramos actualmente, se produjo tras una liberación de recursos en ambas consolas y la llegada de PS4 Pro y Xbox One X, y tuvo como consecuencia la estándarización de los procesadores de cuatro núcleos y ocho hilos o, en su defecto, de seis núcleos.
Primera etapa de PS5 y Xbox Series X
Será, como dijimos, una fase de transición en la que coexistirán con PS4 y Xbox One, así que no esperamos un aumento de los requisitos en los juegos triple A, ya que estos se seguirán desarrollando partiendo de las limitaciones de ambas consolas.
Con todo, esto no quiere decir que no vayamos a ver títulos exclusivos para la nueva generación, y si estos acaban llegando a PC es obvio que tendremos que afrontar unos requisitos más elevados.
Los procesadores de cuatro núcleos y ocho hilos seguirán siendo viables, y las configuraciones con 8 GB de memoria RAM y tarjetas gráficas GTX 1060-RX 580 y superiores también seguirán ofreciendo una buena experiencia en la mayoría de los casos.
Segunda etapa de PS5 y Xbox Series X
En este momento nos encontraremos ya en una fase de maduración. Se habrá completado la transición generacional y los requisitos de los juegos aumentarán de manera considerable. Es probable que cumplamos los requisitos mínimos de los juegos de nueva generación con la configuración que hemos citado en el párrafo anterior, pero la experiencia que tendremos no será óptima.
Debemos tener en cuenta que además del incremento en términos de potencia bruta la utilización de nuevas tecnologías, como el trazado de rayos y el sombreador de tasa variable, puede acabar marcando una diferencia importante, así que contar con hardware compatible será recomendable.
No debemos olvidarnos de que una configuración de 8 GB de RAM acabará dando los problemas que tenemos hoy en día con configuraciones de 4 GB y 6 GB de RAM. Puede que los juegos arranquen, pero dan tirones frecuentes y la experiencia en general no será nada buena.
Etapa final de PS5 y Xbox Series X
Creo que este será el momento en el que podríamos ver una nueva liberación de recursos que termine produciendo, como ocurrió con la generación actual, un aumento de los requisitos para mover juegos triple A con garantías.
Hay que recordar también que es probable que tanto Sony como Microsoft decidan lanzar versiones más potentes de ambas consolas, una PS5 Pro y una Xbox Series X mejorada, lo que acabaría contribuyendo, de nuevo, a incrementar los requisitos.
En esta última fase será en la que mayor impacto tendrán todas las novedades que introdujeron las consolas de nueva generación, sobre todo porque debería haberse producido ya la maduración del trazado de rayos, una tecnología que podría acabar convirtiéndose en un requisito «mínimo» para ejecutar juegos.
¿Y qué componentes tendré que actualizar en mi PC?
He querido hacer un repaso de forma genérica a las diferentes fases que viviremos tras la llegada de PS5 y Xbox Series X para dar el contexto necesario a este apartado. Está claro que durante esa primera fase no tendrás que cambiar nada. Si tienes un PC capaz de mover juegos actuales podrás seguir haciéndolo durante el primer año (o año y medio) de vigencia de dichas consolas, ya que coexistirán con PS4 y Xbox One.
Los problemas empezarán a surgir a partir de la segunda etapa. Cuando esta dé comienzo todos los equipos que tengan la siguiente configuración tendrán problemas para mover de forma óptima juegos nuevos:
- Procesador de cuatro núcleos, o de cuatro núcleos y ocho hilos (Core i5 2000 o FX 8300).
- 8 GB de RAM o menos.
- Tarjeta gráfica GTX 1060 de 6 GB o Radeon RX 580 de 8 GB.
Para disfrutar de una buena experiencia durante esa primera etapa de PS5 y Xbox Series X vamos a necesitar como mínimo un PC equipado con:
- Procesador de seis núcleos y doce hilos (Ryzen 5 1600 o Core i5 8400, por ejemplo).
- 12 GB de RAM.
- Tarjeta gráfica GTX 1080 con 8 GB o Radeon RX 5700 con 8 GB.
Sé que parece un salto exagerado, pero recuerda que cuando se produjo la fase de transición generacional de PS3 y Xbox 360 a PS4 y Xbox One pasamos de jugar de forma óptima con dos núcleos y cuatro hilos, 6 GB de RAM y una GTX 670-Radeon HD 7950 a necesitar un procesador de cuatro núcleos, 8 GB de RAM y una GTX 970-Radeon R9 290.
En la tercera etapa se producirá esa maduración total a la que hemos hecho referencia, tanto a nivel de tecnologías avanzadas como de soporte y de optimización alrededor de ellas, y puede que la llegada de PS5 Pro y Xbox Series X «mejorada» compliquen más las cosas.
Para disfrutar de los juegos que lleguen en ese momento con todas las garantías necesitaremos:
- Procesador de ocho núcleos (Ryzen 7 3700X o Core i7 9700, por ejemplo).
- 16 GB de RAM.
- Tarjeta gráfica RTX 2060 Super con 8 GB o Radeon RX 5700 XT, aunque lo ideal debería ser un modelo basado en RDNA 2 para contar con soporte de trazado de rayos por hardware y sombreador de tasa variable.
De nuevo quiero matizar este punto. En la segunda fase de PS4 y Xbox One vimos un salto importante como hemos explicado en el apartado anterior, y en su tercera etapa hemos pasado a empezar a aprovechar procesadores de seis núcleos, a necesitar 10-12 GB de RAM en algunos casos y a utilizar tarjetas gráficas GTX 1070-Radeon RX Vega 56 para conseguir una experiencia verdaderamente fluida en todos los casos.
Con eso en mente creo que es fácil entender esa subida de especificaciones que hemos indicado. Tened en cuenta que las consolas siempre tienen a su favor una marcada optimización, y que acaban haciendo sacrificios en fluidez o calidad de imagen para poder mover ciertos juegos. PS5 y Xbox Series X no van a ser una excepción, y podemos dar casi por seguro que para mover un determinado título en las mismas condiciones que dichas consolas necesitaremos un hardware más potente.
Notas finales: esto es lo que debes sacar en claro
Con todo lo que hemos expuesto hasta el momento tienes información suficiente como para saber qué deberás actualizar en tu PC si quieres poder disfrutar de los juegos que están por venir con PS5 y Xbox Series X. Para facilitaros un poco más las cosas vamos a condensarlo todo en un resumen simplificado que os servirá como guión básico al que podréis recurrir siempre que lo necesitéis.
¿Debo actualizar el procesador?
Durante la primera etapa no tendrás que hacerlo si cuentas con uno que tenga, al menos, cuatro núcleos y un IPC al nivel de Sandy Bridge de Intel (Core 2000). En la segunda etapa será recomendable actualizar a un chip con seis núcleos y doce hilos que tenga, al menos, un IPC al nivel de la serie Haswell de Intel (Core 4000) o Zen de AMD (Ryzen 1000).
Por último, durante la tercera fase un procesador de ocho núcleos se convertirá en la opción ganadora para mover juegos con total fluidez. Su IPC deberá estar al nivel de Skylake (Core 6000) o Zen+ (Ryzen 2000).
¿Debo actualizar la RAM?
Los valores que hemos dado están claros. Si tienes 8 GB lo mejor que puedes hacer es plantearte directamente una actualización a 16 GB. No es un componente caro, y así tendrás «las espaldas cubiertas» durante todo el ciclo de vida de la nueva generación.
En caso de que quieras ir poco a poco ten en cuenta que los 12 GB que hemos indicado en la segunda etapa podrían no ser suficiente para una experiencia verdaderamente óptima en todos los casos cuando se asienten PS5 y Xbox Series X.
¿Debo actualizar la tarjeta gráfica?
Si tienes un modelo como las Radeon RX 580 de 8 GB o la GTX 1060 de 6 GB podrás seguir utilizándola durante un tiempo razonable, dos años más en el mejor de los casos. A partir de ahí su agotamiento será casi total, y tendrás que plantearte un cambio.
Tienes dos opciones, ir directamente al nivel recomendado para superar toda la etapa que marcará la nueva generación o renovar en ciclos más cortos. Salvo desastre en materia de optimización cualquier usuario con una RTX 2080-Radeon VII debería poder aguantar todo el ciclo de vida de PS5 y Xbox Series X sin tener que plantearse una renovación forzosa.
No obstante, esto no quita el hecho de que veremos nuevas generaciones de tarjetas gráficas con mayor potencia y nuevas tecnologías, y que actualizar a ellas se traducirá en un mayor rendimiento, pero esto no quiere decir que vaya a ser estrictamente necesario. Por ejemplo, la Radeon HD 7950 ha quedado «desfasada», pero todavía puede con cualquier juego actual en 1080p y calidades medias, sigue siendo viable, pero actualizar a un modelo superior nos permite mover los juegos con mayor fluidez y utilizar resoluciones y ajustes superiores.
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