Las placas GIGABYTE Z490 añaden soporte PCIe 4.0 a plataformas Intel

GIGABYTE es otro de los grandes fabricantes que va a comercializar las nuevas placas base para los procesadores Intel Comet Lake-S. Frente a lo que vimos hace unos días de ASUS y MSI, la compañía asegura soporte para PCIe 4.0, una interfaz que soporta AMD, pero no Intel.

¿Y cómo lo logran estas GIGABYTE Z490 si Intel no lo soporta? Simplemente la firma taiwanesa se adelanta al futuro. Los procesadores «Comet Lake» no podrán aprovechar las ventajas de la nueva norma del puerto (funcionarán en PCIe 3.0), pero sí la siguiente generación de procesadores de sobremesa de Intel, la serie Rocket Lake-S.

Para ello, la compañía ha adoptado el diseño necesario, físico y eléctrico, para habilitar dos slots PCIE 4.0 x16 or x8/x8 para GPUs; ranuras M.2 PCIe 4.0 para almacenamiento; reloj externo para overclocking sobre PCIe 4.0; conmutadores para PCIe 4.0 x16 en PCIe x8 / x8 y drivers.

Por lo demás, las GIGABYTE Z490 llegarán en buen número con hasta 14 modelos distintos encabezados por la AORUS «Extreme», con diseños de alimentación que incluyen etapas de potencia de 90 A; condensadores de tantalio; conjunto de aletas de nanocarbono y protectores térmicos avanzados. Vemos otros siete modelos de la serie AORUS («Master», «Ultra», «Pro» y «Elite»), y otros modelos series Vision, Ultradurable y Gaming, con diferente nivel de prestaciones.

Como el resto de placas base para los nuevos procesadores de sobremesa de Intel emplean el socket LGA 1200 y el chipset Z490. Incluirán cuatro ranuras DDR4 DIMM en doble canal de memoria, puertos USB 3.2, varias M.2 para unidades de estado sólido, Ethernet LAN Intel 2.5G, soporte nativo para Thunderbolt 3 e Intel Optane. Las versiones que dispongan de conectividad inalámbrica soportarán la nueva versión del estándar Wi-Fi 6 y Bluetooth 5.1.

Veremos si el tirón de PCIe 4.0 es suficiente para convencer a los usuarios de una compra ahora que exige un gran desembolso en placa, procesador y sistema de refrigeración.