Casi un cuarto de PCs utilizan todavía Windows 7 ¿Buscas alternativas?

Windows 7 todavía se ejecuta en un cuarto de las computadoras mundiales a pesar que su soporte técnico estándar finalizó hace más de un año y con ello ya no recibe actualizaciones de seguridad.

El dato llega de Kaspersky y está obtenido de las máquinas que usan la red Kaspersky Security Network (KSN). El especialista en ciberseguridad observa que la cuota de uso de Windows 7 es del 22% y se reparte casi a partes iguales entre consumidores, Pymes y las empresas muy pequeñas (VSB). Kaspersky razona que el uso de Windows 7 por los VSB es particularmente preocupante, ya que no tienen recursos para contratar personal de seguridad de TI dedicado y el uso de un sistema desactualizado los pone en un riesgo mucho mayor de sufrir ataques cibernéticos.

La realidad es que Windows 7 finalizó el ciclo de vida el 14 de enero de 2020 lo que significa que el sistema operativo no recibirá actualizaciones de seguridad y potencialmente quedará expuesto a ataques informáticos aprovechando las vulnerabilidades no parcheadas. La cuota de uso de la que habla Kaspersky es altísima y supone decenas de millones de máquinas, equipos de consumo, clientes de empresa y también a las redes informáticas donde funcionan en ocasiones junto a equipos con otros sistemas que pueden verse también afectados.

¿Alternativas a Windows 7?

Me encanta Windows 7, pero todo tiene su tiempo… Llegó para superar el fiasco de Vista y se convirtió en uno de los sistemas operativos más exitosos de la historia al ofrecer ventajas en usabilidad, soporte, estabilidad, rendimiento y una interfaz bien reconocible. Con el refuerzo de un Service Pack y una segunda actualización convenience rollup package el sistema se mantuvo en una forma excelente durante la última década.

El problema es que el tiempo pasa para todos y en las condiciones actuales de la ciberseguridad mundial con vulnerabilidades y ataques a diario no podemos recomendar el uso de un sistema que no cuente con actualizaciones de seguridad regulares. Hay alternativas y son bien conocidas. Las repasamos:

Windows 10

Es el movimiento más «natural» para un usuario o empresa que use Windows 7. La seguridad es el punto más claro para aconsejar el salto ya que además de parches de seguridad cuenta con tecnologías de protección que no tiene Windows 7. Cuenta con mejor soporte para nuevas tecnologías y características exclusivas como DirectX 12, y es el único sistema que cuenta con compatibilidad y sincronización con otros dispositivos como Android que Microsoft ha adoptado como su sistema móvil de referencia.

Vale. Tiene desventajas frente a Windows 7, pero si quieres quedarte en el ecosistema de Windows no hay otra solución posible. Microsoft te va a facilitar el camino porque el programa de actualización gratuita desde sistemas operativos anteriores como Windows 7 o Windows 8.1 sigue funcionando cuatro años después de su finalización oficial.

Linux

Una gran alternativa a Windows 7 es pasarse al sistema libre. Sobre el papel, cualquier equipo que ejecute hoy Windows 7 será capaz de mover con garantías una distribución GNU/Linux moderna. Ofrecen un gran soporte para las arquitecturas principales usando drivers libres o privativos y no deberías tener problemas para soportar al menos el hardware primario, (placa, procesador, gráfica, RAM, SSD…).

Instalar Linux es tan sencillo como instalar Windows. Es totalmente gratis, de código abierto, con seguridad actualizada permanentemente, con miles de aplicaciones también gratuitas y un soporte en hardware y software (incluido juegos) que -sin ser todavía el de Windows- ha mejorado extraordinariamente los últimos años. Hay decenas de distribuciones distintas que puedes usar.

macOS

Para los que busquen otro cambio radical de infraestructura macOS es una gran solución, aunque tendrás que invertir en un equipo nuevo. Hace muchos años que la firma de Cupertino no licencia sus sistemas operativos a otros fabricantes y los reserva en exclusiva para los suyos propios. Hay que recordar que Apple soporta oficialmente Windows 10 en sus equipos, por lo que un usuario que dé el salto a Mac podrá tener ambos sistemas operativos con soporte oficial.

Una segunda opción es la creación de un clónico Mac bajo la técnica del Hackintosh. No podemos considerarlo directamente una alternativa a Windows 7. Está reservado a usuarios avanzados con ganas de «currárselo» y exige un tipo de hardware muy particular para que todo funcione correctamente.

Chrome OS

Hace tiempo que venimos diciendo que los Chromebooks son una alternativa muy real a Windows y macOS. De hecho, los Chromebooks han sido capaces de batir en ventas a Windows en algunos segmentos del escritorio informático como el sector educativo y en 2020 fueron los PCs que más crecieron cuando los confinamientos por la pandemia del COVID obligaron a adquirir infraestructura para teletrabajo, estudio on-line y ocio en casa.

Chrome OS es el desarrollo más exitoso a nivel comercial de los que usan el kernel Linux y ha mejorado de forma significativa en la década que lleva en el mercado acercándose a lo que ofrece un escritorio típico, Windows o macOS. Aunque se puede ejecutar Chrome OS en casi cualquier equipo la mejor experiencia es la de equipos nuevos con el sistema preinstalado. Hay de todo tipo y presupuestos, algunos tan buenos como en el resto de plataformas.

Alternativas a Windows 7 más radicales

Son poco conocidos entre el gran público y realmente no pueden competir con Windows, macOS y Linux a nivel comercial. Ni siquiera son un reemplazo completo al uso de los tres grandes. No se actualizan con tanta frecuencia, ni sirven para todo y para todos los usuarios, pero existen.

La semana pasada te proponíamos una decena de ellos, desde FreeBSD y OpenBSD como representantes de los «clones» de UNIX, al FreeDOS compatible con aplicaciones y drivers de MS-DOS. Hay otros bajo BeOS, basados en OpenSolaris, clones de AmigaOS, el «Windows sin Microsoft» que promete ReactOS o el sistema para el fin del mundo, Collapse OS. No, no son alternativas directas a Windows 7, pero pueden cubrir nichos específicos y satisfacer a los más curiosos que buscan probar otras cosas.