El visor de VR de Apple se retrasará hasta 2023

El visor de VR de Apple es, indudablemente, uno de los dispositivos más rumoreados de los últimos años. Y es que, aunque ya hemos planteado en más de una ocasión que seguramente será un producto de nicho, más aún teniendo en cuenta su hipotético precio, muy alto, y las dudas con respecto a qué se podrá hacer exactamente con este visor, el desembarco de los de Cupertino en la realidad virtual puede marcar un punto de inflexión en lo referido a su popularización.

Así, en los últimos meses hemos tenido algunas noticias en relación con lo que podemos esperar del visor de VR de Apple, como algunos aspectos técnicos del mismo, y también que es posible que a diferencia de otros visores de este tipo, en este caso estemos hablando de un dispositivo independiente, lo que en parte confirmaría que la instalación de apps en el mismo dependerá de una tienda de aplicaciones que, con total seguridad, dependerá exclusivamente de Apple, y que seguramente tenga más que ver con la del Apple TV que con la de iOS y, más aún, con la de macOS.

Y otra noticia al respecto que recibimos a finales del año pasado fue la que apuntaba a que veríamos el visor de VR de Apple ese mismo año, aunque fuera solo en su presentación. Sin embargo, y según podemos leer en Bloomberg, parece que el visor de VR de Apple se retrasará, como mínimo, hasta 2023. ¿La razón? Algunos problemas en su desarrollo que impedirían a los de Cupertino cumplir con el calendario previamente planificado.

La razón del retraso sería un cúmulo de problemas de desarrollo, que afectarían principalmente a las cámaras, el software y, además, problemas de sobrecalentamiento del dispositivo, demasiadas complicaciones para mantener un calendario en el que, lo más optimistas, apuntaban a que el visor de VR de Apple sería presentado en la WWDC 2022. Ahora, en todo caso, y si Apple consigue solucionar los problemas en un plazo prudencial, su presentación tendría lugar a finales de año.

Pero claro, hablamos de un cúmulo de problemas, entre los que el de sobrecalentamiento suena particularmente mal. Si finalmente se confirma que será un dispositivo independiente, Apple tiene que integrar bastante hardware de alto rendimiento en el dispositivo, pero al tiempo debe mantenerlo en un tamaño, forma y peso que lo hagan usable. Esto, sin duda, debe suponer un problema para los ingenieros de Cupertino, que tienen que conciliar esas necesidades con un diseño con los elementos necesarios para que el calor sea disipado adecuadamente.

Recordemos que se espera que el visor de VR de Apple tenga un precio por encima de los 2.000 dólares, por lo que los usuarios que decidan comprarlo no estarán, eventualmente, dispuestos a tolerar problemas de diseño que hagan que el dispositivo sea poco usable. Así, para evitar un tropezón, Apple debe afinar al máximo en el diseño del visor y, si es necesario, retrasar su anuncio y lanzamiento tanto tiempo como sea posible. La suerte para ellos es que hablamos de un mercado emergente, no uno ya consolidado en el que deba entrar lo antes posible para intentar hacerse un hueco.