Nuestros lectores hablan: ¿Qué monitor utilizáis?

El monitor es una parte fundamental de cualquier PC, ya que este se ocupa de interpretar la señal que recibe de la tarjeta gráfica, y la convierte en elementos visibles con los que podemos interactuar. Esa es su función, pero no todos los monitores son capaces de realizarla al mismo nivel, y tampoco ofrecen las mismas prestaciones.

Un monitor económico cumplirá sin problemas, pero ofrecerá una reproducción del color pobre, tendrá unos ángulos de visión muy limitados, utilizará conectores que ya han sido ampliamente superados, no permitirá realizar ajustes que mejoren la ergonomía y carecerá de funciones avanzadas que, al final, representan un importante valor añadido.

Siempre que hablo de este tema me viene a la cabeza una conversación que tuve con un amigo hace años. Cuando cambié mi viejo monitor Sony LCD de 15 pulgadas por un ASUS con panel VA recibí la visita de un amigo de toda la vida, que quería ver mi nuevo PC, y quedó muy sorprendido con el monitor, sobre todo por la representación del color y porque no se oscurecía al mirarlo desde los lados. Tuve que explicarle las diferencias entre los distintos paneles que puede montar un monitor, y no tardó en hacerse con monitor IPS.

Todos los monitores hacen la misma función, pero no son iguales, eso está claro. Es una lección que algunos han aprendido por las malas, y que otros siempre hemos tenido clara, aunque por cuestiones de presupuesto hemos tenido que conformarnos en más de una ocasión con modelos económicos. Mi primer gran salto en este sentido fue a ese monitor ASUS con panel VA y resolución 1080p, que utilicé para acompañar a una GeForce GTX 970.

La última renovación de monitor que hice fue en 2019. Aprovechando las ofertas de la campaña navideña que abrió Amazon pude conseguir un ASUS ROG Strix XG32VQ 31.5″ con resolución QHD y Adaptive Sync, lo que significa que es G-Sync compatible. Este monitor es regulable en altura, giro e inclinación, utiliza un panel curvado VA, tiene una tasa de refresco de 144 Hz y reproduce el 125% del espacio de color sRGB, todo aderezado con un tiempo de respuesta de 4 ms.

En su momento creía que era una buena compra, y hoy puedo dar fe de que ha sido una de las mejores compras de tecnología que hecho hasta el momento, ya que me ha ofrecido una experiencia de uso fantástica y sigue funcionando igual de bien que el primer día a pesar de toda la caña que le he dado (más de 10 horas de uso al día, casi todos los días). Es cierto que hoy en día podemos encontrar monitores superiores y por menos de lo que me costó este en su momento, pero todavía no siendo necesidad alguna de cambiarlo. Ahora os toca a vosotros, ¿qué monitor utilizáis?