¿Por qué Amazon se llama «Amazon»?

Es difícil imaginar que Amazon no se llamase «Amazon», pero ese no fue el primer nombre elegido por Jeff Bezos antes de que su empresa se convirtiera en el gigante mundial del comercio electrónico, además de fabricante de hardware, distribuidor de contenido multimedia, vendedor de ebooks y matriz de Amazon Web Services, un servicio que nació como apoyo de Amazon.com y hoy en día es una empresa líder en cloud computing.

El primer nombre de la empresa de Bezos cuando la trasladó a Seattle en 1994 estaba muy alejado del que finalmente conocemos. El nombre elegido era «Cadabra, Inc«, una referencia a “abracadabra” para sugerir que usar la tienda funcionaría como magia, según cuentan en el libro “The Everything Store” del periodista estadounidense Brad Stone, que pasa por ser una de las biografías más completas del fundador y de la compañía que realizó una de las primeras y más grandes apuestas en Internet y cambió para siempre la forma en que leemos y compramos. 

«Cadabra» no se mantuvo demasiado tiempo. Solo unos meses después del traslado a Seattle, un abogado de la compañía escuchó mal el nombre como «cadáver» y enterado Bezos decidió buscar un nuevo nombre. El ejecutivo y su esposa apostaban por relentless.com, pero dicen las crónicas que sonaba demasiado «hostil». Otras denominaciones que se consideraron en esa época fue «Awake.com» y «browser.com». Estos tres nombres de marca todavía redireccionan a Amazon.com.

¿Por qué Amazon?

Antes de que Google Search dominara por completo las búsquedas en Internet, estar en la parte superior de las listas alfabéticas importaba y mucho. Eso fue lo que llevó a Bezos a manejar otro nombre para su compañía: «Aard». Pero tampoco fue el que se quedó.

Finalmente, el ejecutivo tiró de diccionario y le gustó «amazon» porque sonaba «exótico y diferente». Amazon no es solo el nombre de una selva tropical, sino también el río más grande del mundo. Hay que recordar que en aquellos momentos la compañía era esencialmente una vendedora de libros, pero Bezos planeaba convertirla en la librería on-line más grande del mundo. Su visionario fundador no estaba contento con ser solo librero y quería que Amazon se convirtiera en la tienda de todo, ofreciendo una selección ilimitada y seductora a precios disruptivamente bajos.

Para hacerlo, desarrolló una cultura corporativa de ambición implacable y un secretismo que ha intentado descifrar Stone en un libro donde habla de muchas curiosidades y del nombre de la compañía. Bezos sintió que la marca era importante para su empresa y le dio muchas vueltas hasta elegir el definitivo que ha llegado hasta aquí. El resto es historia. Millones de personas siguen comprando libros electrónicos en Amazon.com, pero hoy solo es una pequeña parte de todo lo que vende. Por no hablar de los servicios y esa AWS que por sí sola es ya una gran empresa liderando la computación en nube mundial.