A Fondo
Estas han sido las peores versiones de Windows que ha lanzado Microsoft
La primera versión de Windows fue lanzada en 1985. Ha llovido mucho desde entonces, y la verdad es que dicho sistema operativo ha registrado una trayectoria muy curiosa llena de éxitos y de fracasos que, al final, no le han impedido mantenerse como el más utilizado a nivel general. Incluso las peores versiones de Windows han contado con una aceptación muy superior a la de otros sistemas operativos alternativos, y esto dice mucho del peso que tiene en el mundo del PC.
Hoy quiero invitaros a hacer un recorrido histórico por esos casi 38 años de historia que tiene Windows a sus espaldas, y vamos a hacerlo de una manera interesante, curiosa y divertida, repasando cuáles han sido las peores versiones de Windows que Microsoft ha lanzado en esas casi cuatro décadas de vida que acumula dicho sistema operativo.
No vamos a seguir ningún tipo de jerarquía en esta selección, es decir, no seguirá un orden específico, y en cada descripción de las distintas versiones de Windows que hemos seleccionado os diremos cuál podemos considerar como la peor y por qué, y cuáles deben ser consideradas como las menos malas de esta recopilación. Como siempre, os invitamos a dejar vuestra opinión en los comentarios, y os animamos a que nos digáis cuáles han sido para vosotros las peores versiones de Windows.
Peores versiones de Windows
Windows 1
Es cierto que Windows 1 se ganó a pulso un hueco en la historia de los sistemas operativos, y es que se trata de la primera gran versión de dicho sistema operativo que llegó al mercado. Sí, se trata de la punta de lanza con la que Microsoft se abrió camino en el mercado, y gracias a ella Windows se convirtió en el sistema operativo que todos conocemos a día de hoy.
Entiendo que para muchos esto representa un hito importante, y que por ello es fácil pensar que no debería ser considerado como una de las peores versiones de Windows, pero la verdad es que el hecho de que fuese el primero no es excusa ni sirve de justificación para maquillar los grandes problemas que tuvo, y sus importantes carencias.
Windows 1 no podía ser considerado realmente como un sistema operativo al uso, al menos en sentido estricto, ya que encajaba más bien como una interfaz gráfica construida sobre MS-DOS. Como interfaz gráfica introdujo elementos importantes que todavía hoy siguen presentes en Windows, como el uso del ratón, aplicaciones fáciles de utilizar como la calculadora o el bloc de notas, y permitiría navegar entre ventanas y realizar acciones sin recurrir a comandos.
Sin embargo, estaba muy limitado y su interfaz de usuario quedaba por debajo de lo que podíamos encontrar en el mercado en aquella época, especialmente por parte de Apple. Tampoco ofrecía un buen rendimiento y su nivel de compatibilidad dejaba bastante que desear. Marcó un primer paso importante para Microsoft, pero el gigante de Redmond no consiguió encontrar el camino correcto hasta la llegada de Windows 3.
Windows ME
Como ya os dije hace un par de años, Windows ME es, en mi humilde opinión, la peor versión de toda la historia del conocido sistema operativo de Microsoft. Fue un proyecto ambicioso por parte del gigante de Redmond, pero al final se convirtió en un fracaso tan grande que apenas llegó a estar un año en el mercado y fue desplazado rápidamente por Windows XP, un sistema operativo que fue todo lo contrario a Windows ME y que, de hecho, sigue siendo uno de los más queridos y recordados.
Windows ME fue el último sistema operativo de Microsoft que mantuvo su base en MS-DOS, pero de forma restringida, lo que ya representaba un mal punto de partida. Windows XP fue el primer sistema operativo de consumo general en utilizar el Kernel Windows NT, así que Windows ME posicionó desde el principio como un sistema operativo que no terminaba de encontrar su lugar, y que quedaba como una apuesta extraña por parte de Microsoft.
A nivel técnico Windows ME era un desastre, tanto en cuestión de soporte y de compatibilidad de drivers como de estabilidad. No exagero si os digo que sufrir bloqueos y pantallazos azules era lo normal con este sistema operativo, y que esto no era extraño ni siquiera durante el proceso de instalación. Para empeorar las cosas funciones importantes de protección, como la restauración del sistema, no solían funcionar, y esto hacía que utilizar Windows ME fuese toda una aventura, y de riesgo.
Fue también un sistema operativo demasiado exigente para lo que ofrecía, y esto se tradujo en problemas de rendimiento que además se vieron lastrados por numerosos errores que hicieron que la experiencia de uso fuese, en general un auténtico desastre. Las innovaciones que introdujo no compensaron los enormes problemas que tuvo desde su lanzamiento, y estos le hicieron ganarse a pulso el «honor» de ser la peor versión de Windows jamás lanzada.
Windows Vista
Con Windows Vista tengo sensaciones un poco enfrentadas la verdad, porque tuve la oportunidad de utilizarlo durante muchos años en un portátil LG R200 y en realidad nunca tuve ningún problema importante, de hecho no tuve que llevar a cabo ningún formateo, y eso que llegué a darle bastante uso tanto para trabajar como para jugar a títulos no muy exigentes en aquella época, como por ejemplo Guild Wars y League of Legends.
A nivel estético este sistema operativo también me gustó bastante, pero es cierto que representó un salto demasiado grande a nivel de requisitos, Era el precio a pagar por las novedades que introdujo y por esa apuesta por la modernidad que realizó Microsoft, pero al final esto fue ampliamente criticado y se convirtió en una de las grandes claves por las que acabó siendo considerado como un mal sistema operativo.
Incluir a Windows Vista en la lista de peores versiones de Windows solo por sus altos requisitos sería algo totalmente injusto, así que como habréis podido imaginar hay otras razones que me han hecho traerlo aquí. En este sentido, una de las más importantes fue su pobre soporte y baja compatibilidad con controladores relativamente viejos, lo que hizo que una gran cantidad de hardware y de periféricos fuesen incompatibles con este sistema operativo, o que acabaran dando problemas más o menos graves.
Con Windows Vista también vivimos uno de los peores momentos de toda la historia del gaming en PC por culpa de Games for Windows Live, que daba numerosos problemas y acababa afectando al rendimiento. Su desaparición absoluta no hizo más que confirmar el auténtico calvario que representó en su momento, y lo recuerdo perfectamente porque lo sufrí en títulos como Fallout 3 y Resident Evil 5.
Windows 95
Este es un sistema operativo al que tengo especial cariño, porque vino instalado en mi primer PC propio, que estaba equipado con un Pentium a 133 MHz con 16 MB de RAM y tenía un disco duro de 1,2 GB de capacidad. La verdad es que con este sistema operativo también tengo sensaciones enfrentadas por esa nostalgia que me da cada vez que me acuerdo de las horas y horas que pasé al frente de mi primer PC, pero la verdad es que en el fondo tengo que reconocer que no fue una buena versión.
Windows 95 fue una versión extremadamente popular, de hecho Microsoft llevó a cabo una campaña de marketing verdaderamente impresionante, y supo jugar sus cartas para llegar al gran público. La interfaz visual estaba muy cuidada, las opciones de personalización mejoraron muchísimo y la introducción del menú de inicio y de diferentes submenús sentaron precedentes muy importantes que acabaron definiendo el futuro de Windows.
También jugó un papel importante como democratizador de los ordenadores personales, gracias a su interfaz fácil de usar y a sus requisitos que, en líneas generales, eran bastante asequibles, ya que funcionaba en un 386DX con 4 MB de memoria RAM, aunque se recomendaban un procesador Pentium y 8 MB de memoria RAM. No hay duda de que Windows 95 tuvo un gran éxito, y que introdujo cambios importantes que fueron positivos, y que definieron el futuro de dicho sistema operativo, ¿entonces por qué merece ser considerada como una de las peores versiones?
La respuesta es muy sencilla, porque este sistema operativo vino acompañado de errores importantes y daba problemas que, al final, podían llevarnos a pantallazos azules que acababan siendo irreversibles. Me acuerdo perfectamente de una situación que me sacó muchísimo de quicio en su momento, y es que algo tan sencillo como intentar ejecutar Double Dragon desde un disquete en MS-DOS me acabó provocando un pantallazo azul que me obligó a reinstalar el sistema operativo.
Windows 98 representó una mejora importante en términos de estabilidad y de corrección de errores frente a Windows 95, y de hecho me alegro de haber actualizado a él en su momento. Como contrapartida esta versión de Windows aumentó notablemente los requisitos mínimos, pero como amplié mi PC a 32 MB de RAM no tuve ningún problema para poder moverlo con fluidez.
Windows 11
Hay tres razones de peso por las que Windows 11 merece ser considerado como una de las peores versiones de Windows de toda la historia a pesar de su corta vida, y os las voy a explicar al detalle. La primera es que representó un salto enorme en materia de requisitos, y este salto es bastante difícil de justificar, sobre todo cuando vemos que dicho sistema operativo puede funcionar con total normalidad en equipos que no cumplen con los requisitos oficiales.
A eso debemos añadir, además, la situación de incertidumbre en la que quedan aquellos usuarios que se atreven a instalar Windows 11 sin cumplir con los requisitos de dicho sistema operativo, porque no tienen garantizado el soporte y las actualizaciones. Esto quiere decir que si actualizas sin cumplir los requisitos puede que todo funcione bien, pero nada te garantiza que vaya a seguir siendo así a corto, medio o largo plazo, y tampoco tienes asegurado el soporte.
La segunda razón es que, desde que llegó al mercado, Windows 11 ha dado importantes problemas de rendimiento con diferentes componentes, incluyendo tanto procesadores como tarjetas gráficas, aunque sin duda alguna los más perjudicados han sido los procesadores Ryzen de AMD, que de hecho se han visto afectados por este tipo de problemas en más de una ocasión. Por suerte ya se han visto superados, pero viendo el historial que acumula Windows 11 nada garantiza que no puedan volver a surgir otros problemas.
Por último tenemos una tercera razón, y son las actualizaciones defectuosas, un problema que pasó de ser algo puntual con Windows 10 a convertirse casi en la norma general con Windows 11. Podría poner muchos ejemplos, pero uno de los más recientes fue el que os contamos justo ayer en este artículo, donde vimos que una actualización estaba provocando problemas que impedían ejecutar Red Dead Redemption 2. También os contamos hace un par de semanas los problemas que traía Windows 11 Moments 2.
Hablando en positivo: ¿cuál ha sido la mejor versión de Windows?
No quiero terminar este artículo sin aportar una opinión constructiva, y para ello voy a deciros cuál ha sido en mi opinión la mejor versión de Windows que ha lanzando Microsoft en toda su historia. Tengo dudas entre Windows 7 y Windows 10, pero al final me decanto por esta última porque me ha dado muchos menos problemas de estabilidad, y porque representó un giro totalmente acertado frente al batacazo de Windows 8.
A día de hoy sigo utilizando Windows 10 en mi PC personal por tres razones. La primera es que ha sido el único sistema operativo que me ha durado más tiempo desde su instalación hasta que tuve que hacer el primer formateo. Durante casi cinco años pude disfrutar de Windows 10 sin ningún tipo de problema, y haciendo un uso intensivo del mismo tanto a nivel profesional como de ocio. La segunda razón es que a nivel de requisitos es un sistema operativo muy asequible, y funciona sin problemas incluso en equipos muy modestos que apenas superan ligeramente los requisitos mínimos.
El tercer motivo es que es un sistema operativo que llegó al mercado sin errores de importancia, y que hizo gala desde el principio de una buena optimización, no trajo errores de importancia y la estabilidad que presentaba era muy buena. En este sentido quiero destacar que también mejoró enormemente sus capacidades de recuperación frente a pantallazos azules, y esto es algo que al final se agradece mucho, ya que nos hace la vida más fácil.
Tengo claro que pienso quedarme con Windows 10 hasta que no tenga más remedio que actualizar a Windows 11, o quizá para entonces ya esté disponible Windows 12 y este sea mejor opción. La principal razón que me impide decidirme a dar el paso a Windows 11 son los numerosos problemas que siguen dando las actualizaciones, el riesgo que tendría que asumir y las escasas ventajas que obtendría a cambio.
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