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Análisis

The Outer Worlds, análisis: rol del bueno con un diseño artístico de primera

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Obsidian Entertainment generó mucha expectación con The Outer Worlds, un juego de acción y aventura con tintes de rol en primera persona que bebe directamente de la esencia Fallout, aunque la potencia y la redefine para dar forma a un estilo verdaderamente único que desde luego no te dejará indiferente, sobre todo si te gusta el género.

Sé que las comparativas son odiosas, creo que en este caso resultan necesarias. Recuerdo perfectamente que cuando llegó Fallout 4 una de las cosas que más se le echó en cara fue que se había reducido el peso de los elementos de rol a favor de la acción, y sí, es cierto. He dedicado cientos de horas a Fallout 4, así que puedo dar fe de ello, aunque debo decir, al mismo tiempo, que el resultado en general fue bastante bueno.

Con The Outer Worlds los chicos de Obsidian Entertainment han apostado por buscar un punto intermedio, es decir, no han llegado al extremo de Fallout 4 a la hora de limitar el impacto del componente «rolero», pero tampoco se han mantenido a la altura de las entregas clásicas. En mi opinión esto ha sido todo un acierto, ya que han conseguido que cada paso y que cada elección importe, y que los rasgos y los atributos que subimos tengan un impacto real en el desarrollo de nuestra aventura, pero sin abrumar al jugador.

Eso es, sin duda, uno de los puntos más importantes que debes tener en cuenta a la hora de diseñar un juego de rol, no cansar al jugador ofreciéndole una enorme cantidad de opciones que no pueda asimilar y gestionar de forma eficiente. Seamos sinceros, a nadie le gusta tener que perder una hora lidiando con una interfaz cargada de elementos y estadísticas que al final pueden llegar a ser redundantes.

The Outer Worlds no cae en ese error, y lo mejor es que tanto la pantalla de creación del personaje como las dedicadas a los atributos y a la gestión del inventario y a otros elementos (talentos, compañeros, étc) son fácilmente «reconocibles», es decir, nos acostumbrados a todo enseguida. No tiene misterio, si decides crear un personaje carismático podrás influir en los diálogos, pero si, por contra, mientras que el dominio de armas cortas te hará más efectivo en el combate con armas de una mano.

Durante la última semana he tenido la oportunidad de dedicarle muchas horas, y hoy por fin tengo todo lo que necesito para compartir con vosotros un análisis de lo nuevo de Obsidian Entertainment. Al principio tuve sentimientos enfrentados, pero es un título que se deja «paladear» lentamente y que te pide un poco de esfuerzo al principio. Una vez que descubres Frontemar no hay vuelta atrás, te absorbe por completo.

The Outer Worlds: una mirada técnica

Empezamos, como de costumbre, echando un vistazo al plano técnico. Obsidian Entertainment ha utilizado el Unreal Engine 4, un motor gráfico de nueva generación que generó, en sus inicios, una fuerte polémica por los problemas de optimización que presentaba. Con el paso del tiempo ha mejorado considerablemente, aunque al final los resultados dependen del trabajo de cada desarrollador.

A nivel de requisitos The Outer Worlds no es especialmente exigente, y es comprensible, ya que tampoco  ofrece un apartado gráfico especialmente llamativo. El modelado de los personajes es bueno, la calidad de las texturas y de los efectos tiene momentos brillantes, de hecho el nivel de detalle de algunas localizaciones es fantástico, pero otros están demasiado vacíos, la distancia de visión resulta bastante pobre y la pérdida de nitidez que se produce en distancias medias y largas es tan marcada que afecta a la experiencia de juego.

Esto tiene una explicación, y es muy sencilla. Uno de los aspectos más importantes de The Outer Worlds es la exploración, y para ello tenemos que recorrer distancias relativamente grandes. Pues bien, cuando nos desplazamos de un lugar a otro y miramos al horizonte tenemos esa sensación molesta de pérdida total de nitidez, todo aparece deslucido y tenemos, además, efectos de «popping» muy marcados, incluso con la calidad gráfica al máximo.

Por fortuna Obsidian Entertainment ha sabido maquillar las carencias técnicas del juego con una línea artística sobresaliente. Tenemos un divertido toque retro en un mundo futurista que, unida al juego y a la saturación de los colores, logra crear una ambientación muy buena. Ambas claves confirman que estamos ante un juego que no tiene como objetivo la excelencia técnica, sino crear una atmósfera única sobre la que contar una historia nos mantendrá pegados a la pantalla.

La calidad de las voces sí que raya, por contra, a un gran nivel, aunque por desgracia están todas en inglés. No es un problema en sentido estricto ya que el juego está traducido (textos en castellano), pero los diálogos son una parte importante del juego, y esto nos obliga a leer bastante. Por su parte la banda sonora tiene una composición bastante acertada, con piezas que encajan de forma natural, y los efectos de sonido cumplen sin problema.

Si hacemos una valoración conjunta nos encontramos con un juego que a nivel técnico ofrece un resultado final notable, atractivo a su manera, y lo bastante bueno como para que la experiencia sea óptima en todo momento. En este sentido el deseo por explorar y descubrir nuevas localizaciones juega también un papel muy importante, aunque sobre ello hablaremos más adelante.

Dicho esto pasamos a ver los requisitos mínimos y la configuración del PC que hemos utilizado.

Requisitos mínimos

  • Sistema operativo: Windows 7 SP1 de 64 bits.
  • Procesador: Intel Core i3-3225 o AMD Phenom II X6 1100T.
  • Memoria: 4 GB de RAM.
  • Tarjeta gráfica: GeForce GTX 650 Ti o Radeon HD 7850.
  • DirectX: versión 11.
  • Almacenamiento: 40 GB.
  • Tarjeta de sonido: compatible con DirectX.

Los requisitos no están bien a nivel de equivalencias, pero es el listado oficial. En teoría basta con un procesador de dos núcleos y cuatro hilos, y con una tarjeta gráfica de gama baja actual.

Requisitos recomendados

  • Sistema operativo: Windows 10 de 64 bits.
  • Procesador: Intel Core i7 7700K o AMD Ryzen 5 1600.
  • Memoria: 8 GB de RAM.
  • Tarjeta gráfica: GeForce GTX 1060 de 6 GB o Radeon RX 470.
  • DirectX: versión 11.
  • Almacenamiento: 40 GB.
  • Tarjeta de sonido: compatible con DirectX.

Estas equivalencias tampoco son correctas. Si contamos con un procesador de cuatro núcleos y una tarjeta gráfica de gama media podremos jugarlo sin problemas.

Equipo de pruebas

Como podemos apreciar el equipo que hemos utilizado supera de sobra los requisitos recomendados, así que hemos configurado el juego en calidad máxima ultra con la única excepción de las sombras, que hemos mantenido en «muy alto». No te dejes engañar, es un juego exigente, y sí, esto es consecuencia de una optimización que deja bastante que desear, y esto se resuelve reduciendo un poco los ajustes gráficas que más impacto tienen en el rendimiento.

En mis pruebas he descubierto que la calidad de las sombras y la distancia de visión son los dos primeros puntos que debes bajar de «ultra» a «muy alto» si tienes problemas para llegar a 60 FPS. A pesar de todo ten en cuenta que hay zonas en las que tendrás que aceptar algunas caídas aparentemente sin sentido, y también algunos casos de «suttering». No es grave, pero afecta a la experiencia de juego y debemos tenerlo en cuenta.

Debo decir que no me sorprende, no solo por la utilización del Unreal Engine 4, sino también por el hecho de que este juego está limitado a DirectX 11. Con todo, hay que reconocer que la diferencia entre jugarlo en «ultra» y en «muy alto» es nimia, y su impacto en el rendimiento es bastante grande.

The Outer Worlds: un universo alternativo que explorar

La historia que nos presenta The Outer Worlds vuelve a recordarnos a Fallout, concretamente a Fallout 4. Nuestro personaje ha despertado de una hibernación que ha durado más de lo que estaba previsto, y deberá hacer frente a una interesante distopía narrada en un futuro alternativo donde las megacorporaciones han dominado (y terraformado) el espacio.

Nada más empezar tenemos la posibilidad de personalizar por completo al personaje que vamos a crear, tanto a nivel físico como de talentos y atributos. Como dije al inicio tenemos bastantes opciones, pero estas no llegan a abrumar. Si te gusta el rol y tienes experiencia habrás terminado en unos minutos, si no, puede que tengas que leer todo un poco más a fondo, pero lo entenderás todo a la primera.

El arranque del juego es un poco lento, pero cumple con su función y nos permite familiarizarnos con sus mecánicas básicas. Hablar importa, tener conocimientos de ciencia y medicina también importa, en general todos los atributos y talentos importan, y eso es genial porque se traduce en una mayor libertad para crear a tu personaje y para jugar como quieras. Sí, siempre hay algunos atributos y configuraciones más efectivas que otras, pero en este caso Obsidian Entertainment ha hecho un excelente trabajo y ha conseguido un equilibro realmente bueno.

Nuestro primer objetivo es conseguir y reparar una nave espacial. Este primer tramo del juego es solo el preludio de lo que está por venir, ya que tendremos la oportunidad de recorrer el espacio y de visitar diferentes mundos. Esto le confiere un toque de exploración muy interesante y muy elaborado que, francamente, me ha gustado mucho.

A nivel jugable todo me recuerda bastante a Fallout New Vegas, aunque debo decir que el combate cuerpo a cuerpo está mucho más pulido. La respuesta de las armas es buena y la acción puede tener momentos frenéticos, pero es importante tener cuidado, ya que nuestro personaje puede morir con relativa facilidad. Si nos metemos en algún lío del que no estamos seguros de poder salir podemos recurrir al estado de «dilatación del tiempo táctico», que ralentiza el tiempo a nuestro alrededor y nos proporciona unos segundos muy valiosos para atacar, escondernos o intentar salir corriendo. Sí, es similar al modo V.A.T.S. de Fallout.

Las ventajas y los compañeros también son una parte fundamental del juego. Podemos definir a nuestro personaje más allá de los atributos principales gracias a las ventajas, aunque os recomiendo que antes de elegir tengáis claro qué enfoque vais a seguir con vuestro personaje, ya que hay algunos rasgos que pueden no encajar bien. Por ejemplo, si vas a ir acompañado no tiene sentido que elijas la ventaja que aumenta tu daño al ir solo.

En cuanto a los compañeros podemos equiparlos y desarrollar nuestro liderazgo para utilizarlos de una manera más eficiente. Aunque la IA no es perfecta lo cierto es que funcionan bastante bien y pueden ayudarnos a solventar determinadas situaciones que por sí mismas resultan complicadas, como por ejemplo cuando hay muchos enemigos juntos en un espacio pequeño.

Como dije el juego está pensado para que todo importe. Los diálogos contribuyen en gran medida, ya que a través de ellos podemos utilizar nuestras dotes de persuasión, y la posibilidad de abrir cerraduras y de utilizar diferentes fármacos para mejorar las posibilidades de nuestro inhalador (la herramienta de curación de The Outer Worlds) hacen que no sea buena idea centrarse en dos o tres talentos.

A todo esto debemos unir, además, la importancia de la moral y de nuestras decisiones. En este sentido The Outer Worlds adopta un enfoque tan acertado como interesante, ya que en función de lo que hagamos la historia seguirá un camino u otro, ciertos personajes vivirán, otros morirán y nuestra reputación con las diferentes colonias y asentamientos podrá variar tanto en sentido positivo como negativo.

The Outer Worlds te invita a hacer lo correcto, aunque sus diálogos tienen un trasfondo moral tan intenso que en ocasiones te costará discernir qué es realmente «lo correcto». En este sentido quiero destacar algo muy importante, y es que Obsidian Entertainment ha sabido utilizar ese universo distópico para lanzar una profunda crítica a muchos aspectos de nuestra sociedad actual. Especial mención merecen, a mi juicio, aspectos como el concepto del trabajador como propiedad que tiene la corporación Ganga Espacial, la idea de que lo único importante es trabajar y ser productivo, y el desprecio por la salud y la dignidad humana.

Notas finales: una obra maestra con un toque moralizante

Obsidian Entertainment ha utilizado un diseño artístico muy concreto para convertir a The Outer Worlds en algo verdaderamente extraordinario, y no hay duda de que lo ha conseguido. Aunque la calidad gráfica no está al nivel de otros juegos triple A lo cierto es que cumple bastante bien, y gracias a ese toque informal y desenfadado que plantea dicho diseño tenemos un resultado que, en algunos momentos concretos, llega a ser sobresaliente.

Como hemos dicho tiene carencias a nivel técnico y la optimización es mejorable, aunque por suerte no llega a afectar de forma grave a la experiencia de juego. Basta con ajustar un poco la calidad de las sombras (y en última instancia la distancia de visión) para que todo se mueva con fluidez y para que los problemas de «stuttering» y de «popping» se reduzcan de una manera considerable.

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Donde realmente brilla The Outer Worlds es en la ejecución de la historia, en la profundidad de la misma, en el diseño del universo alternativo que podemos explorar y en la integración de los elementos de rol. Lo nuevo de Obsidian Entertainment logra sumergirte de tal manera que acabas olvidándote de las horas que llevas jugando, y combina con acierto momentos de exploración y de diálogo con otros de acción.

La recreación de los diferentes mundos que podemos visitar está bastante conseguida, y el peso de las decisiones que tomamos, unido a ese componente moralizante y de crítica social que os he comentado anteriormente, da forma a un juego diferente que logra desmarcarse de la tendencia actual para convetirse en algo verdaderamente fresco, original, único. Muy recomendable, tanto si eres un amante del género como si te gusta la exploración espacial y te has cansado de los «mata-mata».

Valoración final
8.9 NOTA
NOS GUSTA
Diseño artístico
Voces y sonido
Jugabilidad y profundiad
Historia y toque moral
Ambientación
A MEJORAR
Calidad gráfica
Mal optimizado
Voces en inglés
RESUMEN
Técnicamente The Outer Worlds no es de lo mejor que hemos visto y la optimización deja que desear, pero lo compensa con una historia absorbente, un buen diseño artístico y una experiencia de juego verdaderamente única y profunda que ten mantendrá enganchado durante horas.
Gráficos y sonido7.5
Jugabilidad10
Rendimiento8
Duración10

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