Análisis
Analizamos la Kingston SSD KC600: alta capacidad y rendimiento, cifrado y buen precio
Kingston SSD KC600 es la última solución de almacenamiento comercializada por la firma estadounidense y como te adelantamos en su presentación, destaca por su alta capacidad; el cifrado de datos con el soporte de paquetes de seguridad integral; el alto rendimiento en el límite de lo que puede ofrecer la interfaz SATA y un precio de venta tan contenido como de costumbre en este fabricante.
Frente a la tendencia de uso del segmento de unidades de estado sólido a favor de las veloces SSD NVMe, la Kingston SSD KC600 se ofrece en un formato estándar de 2,5 pulgadas y se conecta a la interfaz SATA (Rev 3.0 – 6 Gbps o normas anteriores). Ello aumenta enormemente su compatibilidad de uso y es importante teniendo en cuenta que es una unidad destinada a reemplazar discos duros o aumentar la capacidad de almacenamiento de equipos que pueden no tener un puerto M.2 disponible o pueden tenerlo ocupado con otra unidad.
Por lo demás, es una unidad que complementa un catálogo ya amplio de un fabricante (uno de los grandes productores independientes) muy bien posicionado en memorias y almacenamiento por la calidad de sus desarrollos, soporte y precios atractivos. Kingston nos ha cedido una unidad para pruebas y ahí va nuestro análisis.
Especificaciones Kingston SSD KC600
La serie se comercializa en unidades individuales o como en el caso que nos ocupa, a modo de kit de actualización que sirve para facilitar su uso en cualquier tipo de portátiles o sobremesas. Incluye soporte metálico y cable de conexión interno SATA; una caja externa a USB 3.0 que después de la instalación puedes usar como unidad externa con otras SSD o discos duros y un software de clonación efectivo que acelera las instalaciones sin pérdida de datos.
Actualmente, están disponibles las variantes con capacidad de almacenamiento de 250 GB, 500 GB, 1 y 2 Tbytes. Las características principales de la unidad probada son las siguientes:
- Modelo: SKC600B/1024G
- Factor de forma: 2,5 pulgadas
- Capacidad de almacenamiento: 1 Tbyte
- Memorias: Toshiba NAND 3D TLC
- Controlador: Silicon Motion SM2259
- Lectura /Escritura Secuencial : 550 / 520 Mbytes por segundo en lectura / escritura
- Lectura /Escritura Aleatoria 4K: 90.000/80.000 IOPS
- Consumo: 0,06 W en reposo / 0,2 W promedio / 1,3 W (MÁX) lectura / 3,2 W (MÁX) escritura
- Temperaturas de servicio: 0 a 70 grados centígrados
- Vibraciones en servicio: 2,17 G máxima
- Dimensiones: 100,1 x 69,85 x 7 mm de altura
- Vida útil: 1 millón de horas de tiempo entre fallos (MTBF)
- Total Bytes escritos: 600 TB
- Garantía: 5 años de garantía limitada con asistencia técnica gratuita
Ya sobre el papel, vemos mejoras interesantes sobre SSDs SATA anteriores de Kingston como las UV500. Cuentan con la última generación de memorias TLC 3D de Toshiba; un controlador más moderno; mejora de rendimiento tanto en operaciones secuenciales como aleatorias y un valor de Bytes escritos garantizados bastante superior.
Otro apartado incluido, que no suele verse en unidades de consumo y por el que destaca este fabricante, es su compatibilidad con paquetes integrales de seguridad para salvaguarda de los datos. Ofrece soporte autocifrado compatible XTS-AES basado en hardware de 256 bits y permite usar soluciones de gestión de seguridad TCG Opal 2.0, como Symantec, McAfee, WinMagic, además de incorporar el Microsoft eDrive, una especificación de almacenamiento de seguridad para uso con BitLocker.
Este método de cifrado basado en hardware ofrece un alto nivel de seguridad de datos, es invisible para el usuario, no se puede apagar y no afecta el rendimiento. La característica permite prevenir violaciones, robos y pérdidas de datos confidenciales de organizaciones y particulares. Aunque es obvio que está más enfocada al segmento empresarial es todo un plus que Kingston lo incluya en una unidad de consumo como esta Kingston SSD KC600.
En la parte posterior de la unidad, además de los conectores estándar de alimentación y datos a la interfaz SATA y la etiqueta de producto se incluye el PSID, el número de identificación física segura, exclusivo de cada disco y la manera de restablecerlo a su estado de fábrica si está totalmente cifrado y no es posible acceder a él debido a la pérdida de una contraseña u otro tipo de errores.
Opciones de uso e instalación
Tanto si adquieres el kit de actualización analizado como si compras una unidad independiente, la unidad puede instalarse en portátiles y sobremesas reemplazando unidades instaladas o para añadir capacidad de almacenamiento. Con el kit de actualización las facilidades son máximas si quieres conservar el sistema operativo existente, aplicaciones, configuraciones y datos personales de usuario, trasladando una copia entera previa de todos los datos a la nueva SSD y empezar a trabajar con la máxima rapidez.
Con las unidades individuales, puedes conseguir lo mismo siguiendo alguno de los artículos prácticos que te hemos venido ofreciendo como la guía dedicada a «Mover Windows desde HDD a SSD manteniendo todos los datos». Kingston también facilita la tarea ofreciendo una licencia digital de Acronis True Image OEM, un paquete de software integrado que permite realizar una copia de seguridad de una unidad de disco entera o de particiones seleccionadas, clonar el sistema operativo, restaurar a partir de datos previamente incluidos en una copia de seguridad y crear un soporte de arranque desde unidades USB o discos CD/DVD.
Para las pruebas, hemos instalado esta Kingston SSD KC600 en un portátil MSI Leopard con las siguientes características principales:
- Pantalla 15,6 pulgadas FHD
- Procesador Intel Core i7-7700HQ
- Gráfica dedicada NVIDIA GTX 1050
- 16 GB de memoria RAM DDR4-2133 MHz
- Windows 10 Pro
No te preocupes si tienes un equipo de menos o de más nivel. Lo bueno de las unidades de estado sólido es que ofrecen grandes ventajas frente a los discos duros con cualquier tipo de hardware y en el caso de PCs más antiguos, permiten devolverles “una nueva vida” si hablamos de rendimiento frente a los discos duros. La instalación es tan sencilla como hemos ido viendo en otros análisis o en este artículo práctico «Cómo reemplazar un disco duro por una SSD en un portátil».
Cada portátil es un mundo, pero revisando su parte trasera no tendrás demasiados problemas para localizar la situación de la unidad de almacenamiento SATA. Para las pruebas sobre este modelo retiramos cualquier tipo de periférico conectado, el cable de alimentación y la batería. Revisamos su parte trasera y retiramos la tornillería para acceder a su interior.
Localizamos la bandeja, retiramos otras unidades presentes, instalamos la unidad, la aseguramos con sus tornillos, volvemos a montar la tapa del portátil, y conectamos batería en su caso, cable de alimentación y periféricos.
En el primer arranque del equipo, entramos en la BIOS/UEFI para asegurarnos que la unidad ha sido localizada y que es el primer dispositivo de arranque.
Si hemos realizado una clonación anterior de la SSD solo tendremos que iniciar el equipo. Si no lo hemos hecho y dependiendo del tipo de copia de seguridad que hayamos realizado, tendremos que instalar el sistema operativo y/o aplicaciones, restaurando la copia de seguridad o instalando desde cero. La verdad es que es más difícil explicarlo que hacerlo porque es una tarea de mantenimiento / actualización al alcance de cualquier usuario.
Rendimiento y experiencia de uso
En nuestro caso para asegurar la fiabilidad de las pruebas de rendimiento realizamos una instalación desde cero con las últimas versiones estables de Windows 10 y Ubuntu. La instalación de sistemas operativos es un lujo en unidades de almacenamiento sólido con un pendrive USB 3.0 como medio de arranque. Hemos repartido el espacio disponible de esta unidad entre Windows 10 y Ubuntu para comprobar ambos en una instalación dual. Si necesitas información sobre este tipo de instalaciones puedes seguir esta guía.
Pruebas con Windows
Tras acceder al sistema operativo Windows lo primero que instalamos es el Kingston SSD Manager, una aplicación del fabricante que nos permite configurar la unidad para un rendimiento óptimo, ver los datos de identificación de la misma, monitorizar el uso del disco, acceder al borrado seguro, los destinados al cifrado de la misma o la posibilidad de actualizar el firmware, algo que conviene mantener siempre actualizado.
Comprobamos que está activado el comando TRIM encargado de mantener la velocidad de la SSD durante toda su vida útil. Confirmamos que está activado por defecto con la utilidad TRIMCheck, si bien no sería necesario porque hace tiempo que está soportado en los sistemas operativos principales, Windows, Mac y Linux.
El primer test que ejecutamos es el popular CrystalDiskMark. El rendimiento ofrecido en lecturas y escrituras secuenciales es el que le asigna el fabricante y está en el límite de lo que puede ofrecer la interfaz SATA.
Otro test que hemos ejecutado es el AS SSD Benchmark para comprobar lecturas/escrituras aleatorias IOPS. Como la anterior, los resultados están en el máximo de SSD SATA:
Lo mismo podemos decir de otro de los test más utilizados, el ATTO Disk Benchmark:
Finalmente, hemos ejecutado el PC Mark 10, el benchmark de Futuremark y uno de los más completos de la industria que ejecuta varios test de rendimiento para ordenadores personales, evaluando tareas diarias como navegar por sitios web, chat de vídeo, escritura y hojas de cálculo, edición de fotos y vídeos o juegos. La puntuación es prácticamente idéntica a la alcanzada por este mismo equipo con otras SSD SATA.
Pruebas con Ubuntu
Con el fin de evaluar el comportamiento de la unidad con otros sistemas operativos hemos instalado Ubuntu 19.10 en el mismo equipo, repartiendo el espacio para ambos como hicimos en la «Guía Windows 10 y Ubuntu 19». La instalación es rapidísima y sus beneficios frente a un disco duro, al igual que en Windows, son inmediatos en el arranque del sistema y las aplicaciones o en el traslado de archivos.
La compañía no ofrece el Kingston SSD Manager para Linux, pero el mismo sistema ofrece herramientas internas para comprobar el rendimiento de la unidad y está en línea con lo ofrecido en Windows.
Disponibilidad y precio Kingston SSD KC600
Unidad sobresaliente. Mejora anteriores series SATA de la compañía; emplea la última generación de memorias TLC 3D de Toshiba y un controlador más moderno; mejora rendimiento tanto en operaciones secuenciales como aleatorias y un valor de Bytes escritos superior. Mantiene el plus del autocifrado, ofrece la mayor garantía en consumo y su precio es tan contenido como de costumbre. Por todo ello la recomendamos.
Kingston SSD KC600 está disponible en minoristas como Amazon con un precio base que parte de los 54 euros en la versión de 256 Gbytes sin kit de actualización. La versión probada de 1 Tbyte con el kit de actualización tiene un precio de 172 euros. Si no lo necesitas el precio de las unidades simples es sensiblemente inferior, al igual que la unidad de 500 GB, la más equilibrada por 76 euros.
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