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Xbox Series X no tendrá problemas de temperatura, según Microsoft

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El gigante de Redmond ha cuidado mucho el diseño de Xbox Series X, una consola de nueva generación que, a diferencia de Xbox One, tiene un chasis más ancho y de tipo rectangular que recuerda a las soluciones de pequeño tamaño que se utilizan actualmente en muchos PCs compactos. Uno de los mejores ejemplos lo tenemos en el Corsair One i160, que tuvimos la oportunidad de analizar en su momento.

No es casualidad, es decir, Microsoft no ha utilizado este nuevo chasis por capricho, sino que es una pieza clave dentro del sistema de refrigeración que ha elegido el gigante de Redmond. Chris Kujawski, una de las figuras más importantes en la creación de Xbox Series X, ha explicado que el diseño de esta consola ha permitido mejorar el flujo de aire hasta en un 70% frente a Xbox One.

Esto quiere decir que Xbox Series X es una consola de nueva generación muy potente que combina un sistema de refrigeración pasiva con un elemento activo y un chasis que, desde el principio, fue diseñado para crear un buen flujo de aire. Esto es muy importante, ya que el radiador de esta consola no tiene un sistema de disipación activa que le ayude de forma directa y depende, por tanto, de ese flujo de aire que genera el ventilador ubicado en la parte superior, que se encarga de sacar el aire caliente al exterior.

Todos los componentes clave de Xbox Series X están debidamente disipados

El enorme radiador que ha utilizado Microsoft en Xbox Series X se asienta sobre el SoC de la consola, es decir, enfría el chip que incluye la CPU y la GPU. Esta es la mayor fuente de calor del sistema, pero no es la única. Los chips de memoria GDDR6 también generan calor, ya que funcionan a una velocidad muy elevada.

Para evitar problemas, el gigante de Redmond decidió que el radiador también hiciese contacto con los chips de memoria, de manera que estos también están debidamente refrigerados. Sin embargo, esto añade un extra de calor al radiador y representa un desafío que Microsoft ha resuelto gracias a ese buen flujo de aire y al sistema de cámara de vapor del radiador.

Lo sistemas de cámara de vapor se han convertido en todo un clásico en el mundo de la refrigeración de componentes de alto rendimiento, gracias a su fiabilidad y a su excelente valor precio-prestaciones, así que no nos sorprende que Microsoft haya optado por esta opción para acompañar a su consola de nueva generación.

Es importante recordar que, a diferencia de PS5, Xbox Series X utilizará unas frecuencias de trabajo fijas en su CPU y su GPU, lo que significa que no tendrá que afrontar fuertes variaciones de temperatura por la entrada en funcionamiento de modos turbo que eleven las frecuencias en ráfagas concretas.

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