La gráfica Intel Xe de los Tiger Lake supera a la NVIDIA MX350

La gráfica Intel Xe de los procesadores Tiger Lake apunta bien en los primeros análisis, según los resultados obtenidos de los puntos de referencia filtrados de GeeBench, donde supera a una gráfica dedicada como la NVIDIA GeForce MX350.

Ya sabes que «Tiger Lake» será la próxima plataforma de procesamiento de Intel. Sí, otra más, aunque ésta es sumamente interesante. Sucesora de los actuales «Ice Lake» estará destinada en principio a la informática móvil, si bien creemos que terminará llegando a todos los segmentos de mercado en distintas variantes.

Fabricada en procesos tecnológicos 10++ nanómetros, será la primera en contar con soporte para la nueva interfaz Thunderbolt 4, instrucciones AVX512 y quizá PCIe 4.0 donde Intel se ha quedado retrasado frente a AMD. Su CPU ofrecerá avances importantes de rendimiento con los núcleos Willow Cove, optimización a nivel de transistores, un aumento del 50% de la caché L3 y de las frecuencias de trabajo, aceleradores de IA y reducción de latencias.

Rendimiento de Intel Xe

Otra «pata» muy importante de estos procesadores será la nueva gráfica integrada que incluirá. Una Intel Xe de nueva generación (Gen12) que debe mostrarnos hasta qué punto es ambiciosa la estrategia de Intel en el negocio de gráficos, con un nuevo departamento dirigido por Raja Koduri (ex-responsable del grupo Radeon Technologies de AMD), que también entregará la primera gráfica dedicada de Intel en 20 años.

Los puntos de referencia filtrados muestran un Core i7-1165G7 con TDP de 28 vatios que iguala el resultado global y supera en varios apartados el rendimiento que ofrece una GeForce MX350. No es lo más potente de NVIDIA, obviamente, y se destina a ultraportátiles y portátiles básicos, pero no deja de ser una gráfica dedicada.

También hay otras comparativas con otros procesadores como un Core i5-1135G7 que de igual manera integrará esta Intel Xe, pero con un número de unidades de ejecución inferior.

Tomando con cautela estos resultados, porque nos faltan muchos datos y son pruebas sobre unidades de pre-producción, sí podemos adelantar que Intel dará un salto importante en el apartado gráfico con estas nuevas integradas que -por lo visto hasta ahora- ofrecerán un rendimiento suficiente como para no tener que montar gráficas dedicadas adicionales en un buen número de modelos, al menos los que no se dediquen a juegos.

También tenemos un gran interés por ver si la tarjeta gráfica dedicada (nombre en clave DG1) que esperamos en unos meses, está a la altura del catálogo que ofrecen NVIDIA y AMD. El gigante verde domina de manera abrumadora el segmento y los precios de la gama media-alta son elevados. Siempre son positivas las alternativas que puedan llegar.