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Análisis

Skoda Kamiq TSI, vertientes

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It’s a fool’s game. Nothing but a fools game Bonnie Tyler (It’s a Heartache, 1977)

«Mira Sofía, las hadas han cubierto las casas con su polvo de plata» era mi hermano Tom y yo tenía seis años. Me aupaba a la ventana de la buhardilla para que viera cómo la luz de la luna se reflejaba en los tejados cubiertos de lo que solamente cuatro años después ya se que es polvo radioactivo. Nunca le vi dejar de sonreír, ni siquiera cuando se acababan los víveres y salía cubierto con toda la ropa que teníamos por casa. Yo le tapaba las partes expuestas con papel de aluminio hasta que se terminó. Cuando se acabó cada vez que volvía a casa tenía esas partes del cuerpo quemadas. Y entonces cogía mi planta de Aloe Vera, cortaba una punta de una hoja, la apretaba entre mis dedos y con el líquido intentaba curar las quemaduras. Él me miraba y por supuesto sonreía «estás hecha toda una enfermera Sofía». Por las noches me canta canciones de Cole Porter para que me duerma. Me cuesta mucho dormir y cuando me duermo siempre oigo gritos. Todavía puedo oír su voz cantando «Anything goes». Eso fue el martes por la noche. Hoy es viernes. Y Tom no ha vuelto.

La hora de cenar. En la despensa tenemos dos cajas de cereales y tres latas de melocotón. Como despacio y mastico mucho porque así me dice siempre Tom que coma. Raciones pequeñitas, como él decía «nunca sabes cuándo pueden venir invitados». Estoy tejiendo un jersey para Tom, uno muy gordo y con el punto muy apretado para que le proteja mejor, aunque no se si servirá para algo. Dejo las agujas y miro a mi alrededor. Este es mi mundo. Tom no me deja salir porque dice que es demasiado peligroso. Y cuando le pregunto si no tiene miedo siempre me contesta «sí, mucho, por eso es mejor que salga yo. Los miedosos tenemos más cuidado» y me guiñaba el ojo. Sonriendo. Pero Tom no vuelve. Igual tengo que ajustar este jersey para mi. Subo a la buhardilla. Ya no necesito que Tom me aúpe a la ventana. Hay luna llena y los tejados siguen reflejando la luz plateada. Al fondo de la calle distingo una silueta y el corazón se me para de repente. Parece Tom pero… no está solo.

Seguramente ya lo hayamos dicho más de una vez, pero hacer un coche compacto no es nada fácil, sobre todo si queremos que sea también práctico y cómodo. Y en este apasionante viaje de la industria de la automoción, hacia un futuro incierto, la historia de los coches compactos ha sufrido muchas revoluciones y cambios. Una de estas revoluciones ha sido la irrupción de los SUV, vehículos con carrocería todoterreno que primero conquistaron las tallas XL pero de los que luego el consumidor ha pasado a buscar tallas más pequeñas.

Skoda Kamiq TSI

Modelo analizado Skoda Kamiq
Motor y acabado 1.5 TSI 150 CVAmbition DSG
Potencia 150 CV
Velocidad máxima 212 Kmh
Aceleración o-100 8,4 s
Largo/ancho/alto 4241/1793/1531 mm
Potencia máxima RPM 150 CV 6.000 rpm
Par máximo Nm/RPM 250 Nm 3.500 rpm
Caja de cambios Automático 7 velocidades
Web https://www.skoda.es/
Precio 23.960  euros

Y es que la carrocería tipo SUV ofrece algunas posibilidades interesantes a los coches compactos al ofrecer un habitáculo más alto y por lo tanto más capacidad. Así que los SUV compactos están de moda y eso ha hecho que Soda, una de las relativamente recién llegadas la fiebre por este tipo de coches, también haya hecho su apuesta por los SUV compactos con su Kamiq. Y una apuesta de Skoda no puede pasar desapercibida por su talento para diseñar coches bien resueltos además de aportar detalles prácticos únicos. Dos elementos muy importantes para un coche compacto.

Ya tuvimos ocasión de probar el Kamiq en su versión con motor de gas natural comprimido y ya dijimos en ese caso que nos hubiera gustado probar el coche con un motor más potente, para ver si además de su indudable talento a la hora de circular por ciudad este modelo también lo tenía para hacerlo por carretera con cierta solvencia. Por eso hemos pasado del motor de 90 caballos alimentado por GNC a otro de gasolina con una potencia de 150 caballos (el más potente que ofrece esta gama de modelos).

Mezcla de hermanos

Exteriormente, como ya comentamos en su día, el Kamiq recoge por un lado la esencia del diseño de los SUV de la marca que le superan en talla (como el Kodiaq) sobre todo en la parte delantera con los grupos ópticos divididos en dos niveles, uno superior y otro inferior, y una parrilla con una forma idéntica a su hermano mayor cuyas molduras metálicas envuelven la entrada de aire superior y los faros formando un elemento único.

En la parte inferior de la parte delantera una generosa toma de aire, también inspirada en el Kodiaq, y un breve spoiler en material plástico de color gris. En la parte trasera encontramos el nuevo logo de la marca extendido por todo el portón y un diseño de los grupos ópticos que toman su inspiración en el diseño del Scala. Aire de familia por todos lados para un diseño que en su conjunto transmite sencillez pero también modernidad en sus líneas.

Al acceder al interior volvemos a encontrarnos con la sensación de que en general en los coches de la marca checa se aprovecha muy bien el espacio y se cuidan los detalles no con materiales lujosos y elementos exclusivos sino transmitiendo solidez y racionalidad. Como en otras ocasiones nos encontramos unos acabados de buena calidad y soluciones prácticas sin detalles que sobresalgan pero siempre con la sensación de que todo está en su sitio y funciona muy bien.

Skoda Kamiq TSI: Buena habitabilidad

Al igual que su primo el T-Roc, el Skoda Kamiq TSI impresiona por la buena habitabilidad del interior, con espacio y comodidad de sobra en la parte delantera y buena capacidad también en las plazas traseras, donde destaca el espacio para las piernas y una altura considerable que permite viajar a pasajeros de cierta talla. En este modelo también nos encontramos con el espectacular techo panorámico de cristal que ofrece una sensación de incluso mayor amplitud.

A diferencia del Kamiq que probamos la vez anterior, este modelo llevaba incorporada la instrumentación digital. Es un sistema que procede de la anterior generación de los modelos de Volkswagen pero que sigue siendo espectacular tanto por la calidad de la imagen como por la cantidad de información que es capaz de proporcionar, incluso mostrando el mapa del navegador entre los dos diales virtuales que indican velocidad y revoluciones por minuto.

El sistema de información y entretenimiento es el mismo que solemos encontrar en los modelos de Skoda y nos parece que funciona perfectamente. Aunque también pertenece a la generación anterior supera a muchos sistemas de la competencia supuestamente más modernos. Y en algunos aspectos incluso podría decirse que lo preferimos a los nuevos sistemas que monta Volkswagen, como en el apartado del manejo de los menús que en este sistema es más directo y dispone de una buena cantidad de botones táctiles para acceder a funciones importantes directamente y de forma más intuitiva.

Buen acceso al interior

El tamaño del Kamiq y su altura hace que el acceso a las plazas sea más sencillo ya que las puertas dejan mucho espacio para entrar y la altura del suelo es ideal para subir cómodamente o cargar objetos en las plazas posteriores, como por ejemplo colocar una silla infantil. En general las plazas traseras son cómodas y los asientos confortables para los viajes. El maletero no es de los más grandes pero con 400 litros tenemos suficiente para viajar realizar compras semanales. Además los asientos traseros pueden abatirse para lograr una capacidad total de unos 1.000 litros adicionales.

Como hemos apuntado hemos solicitado la prueba con uno de los motores más fiables y eficientes del grupo VAG, el 1.5 TSI de gasolina que rinde 150 caballos. Además el modelo que probamos tenía asociado el cambio automático DSG de siete velocidades, otro de los veteranos ilustres del grupo y uno de los cambios automáticos más agradables y eficaces. Con esta combinación sobre el papel el Kamiq pasa a acelerar de cero a 100 Km/h de los 12,5 segundos de la motorización de 90 caballos GNC a los 8,4 de este motor. Una diferencia realmente grande.

Lo primero que se nota como cambio entre uno y otro motor es la suavidad con la que la combinación del motor TSI y el cambio DSG entregan la potencia. La aceleración es decidida y progresiva. No llega a ser una aceleración que otorgue emociones deportivas, incluso configurando el modo Sport para el comportamiento del coche, pero la capacidad de aceleración es notable en todas las situaciones y el sistema de cambio automático trabaja de forma excelente detectando las necesidades de aceleración según presionemos el acelerador para cambiar a la marcha más eficaz.

Buena combinación

Uno de los efectos de este buen trabajo del binomio motor/cambio es que en general el coche es mucho menos ruidoso ya que no tiene necesidad de aumentar tanto las revoluciones como con el motor de 90 caballos. A la hora de exigir un poco más y llevando al Kamiq a un terreno más virado el coche responde bien aunque no con un tacto que invite a cambiar de dirección bruscamente. Es un coche muy cómodo para trayectos en autopista o en carreteras que no sean de montaña, de hecho de los más cómodos que hemos probado de tamaño similar.

El consumo es otro de los efectos de la reserva de potencia que nos proporciona el motor de 150 caballos. En ciudad y conduciendo con parsimonia el motor de 90 caballos consume un poco menos, pero en carretera y con mayor solicitud de potencia y aceleración el consumo del TSI de 150 caballos es menor. En definitiva es un motor que se adapta muy bien al Kamiq y que le convierte en un SUV compacto notablemente rutero a pesar de su tamaño.

Conclusiones

Muchas veces entre una motorización y otra un coche cambia completamente de personalidad y en este caso si encima cambiamos el cambio manual por uno automático tan sofisticado como el que monta el coche que hemos probado los cambios son más notables todavía. El Kamiq es sin duda uno de los SUV compactos más racionales y recomendables del mercado, con un precio interesante y con unos acabados bien resueltos.

El comportamiento del coche es realmente bueno, muy interesante para un SUV. Aunque no se puede calificar de deportivo sí tiene un confort y un comportamiento ideales para hacer muchos kilómetros. Eso unido a una buena habitabilidad hacen que el Kamiq no solamente pueda ser un buen coche para la actividad urbana sino que con esta versión de 150 caballos y cambio automático puede convertirse en un perfecto compañero de viaje para una familia pequeña.

Valoración final
8.2 NOTA
NOS GUSTA
Buen espacio y luminosidad interior
Buena respuesta del motor/cambio
Muchos detalles prácticos
A MEJORAR
Formas del maletero
RESUMEN
Con la motorización de 150 caballos de gasolina el Kamiq pierde algo de ahorro y es más contaminante que la versión con Gas Natural Comprimido pero gana en prestaciones y en espíritu rutero.
Prestaciones8
Diseño8.5
Consumo8
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8

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