Huawei evitará el veto de EE.UU. con los chips 4G de Snapdragon

Hace ya más de dos años que comenzó la pesadilla de Huawei, cuando el ex-presidente Donald Trump iniciase las primeras medidas de veto y sanciones sobre la compañía china, las cuales incluso tras el nombramiento de un nuevo presidente, continúan haciendo mella en la que otrora apuntaba a ser la mayor marca de smartphones a nivel mundial.

Sin embargo, las sanciones de EE.UU. impuestas sobre Huawei se han centrado básicamente en torno a las redes 5G, prohibiéndole comprar o acceder a productos relacionados con la nueva tecnología de red. Por ejemplo, no puede comprar conjuntos de chips de Qualcomm que tengan módems 5G integrados, y también tiene prohibido comprar componentes y materiales que podría haber usado para fabricar sus propios procesadores 5G. Sin embargo, esas restricciones tienen una laguna bastante conveniente que aún podría permitir que Huawei compre productos de Qualcomm que no tienen 5G.

Según la última información compartida por Digital Chat Station en Weibo, Huawei podrá comprar una versión del Snapdragon 778G que ha sido despojada de sus capacidades 5G. Aunque más interesante resulta la posible versión solo 4G del todavía inédito SM8450, más conocido ya como Snapdragon 898, el presunto nombre comercial del próximo procesador de aplicaciones insignia de Qualcomm. Esta sería la misma estrategia que utilizaron Huawei y Qualcomm para poder equipar la serie P60 con un Snapdragon 888 sin violar la prohibición de EE.UU.

Así pues, mientras que el Snapdragon 778G 4G eventualmente llegaría en la próxima serie Nova 9 esperada para este mismo mes, dependiendo de la fecha del próximo anuncio de Qualcomm, los Snapdragon 898 4G podrían debutar en los Mate 50, o más probablemente, en los Huawei P60 del próximo año.

Si bien esta solución permitirá a Huawei volver a ofrecer un rendimiento de gama alta, eliminar una función que aún no está tan ampliamente disponible. Además, queda pendiente ver por cuánto tiempo permanecerá abierta esta laguna, ya que el gobierno de EE.UU. continúa mostrando un gran foco en mantener a Huawei, e incluso a su ya ex-subsidiaria marca Honor, bajo unas reglas más estrictas.