Windows 11 ya está en el canal de la versión preliminar

Parece que fue ayer cuando Microsoft anunció oficialmente Windows 11. Y en realidad han pasado prácticamente tres meses desde aquel 24 de junio, por lo que acostumbrados a plazos mucho más prolongados entre anuncio y llegada al mercado, sí que es cierto que todo ha ido bastante más rápido de lo que era costumbre. Y claro, a esto debemos sumarle la cantidad de «ruido» que se ha producido alrededor del nuevo Windows, especialmente en lo referido a su compatibilidad con sistemas «antiguos». No cabe duda de que éste ha sido un verano bastante intenso en Redmond.

Aunque la cuenta atrás ha estado activa desde el mismo día del anuncio, todo se concretó hace unas semanas, cuando finalmente supimos que la fecha de llegada al mercado de Windows 11 sería el próximo 5 de octubre. Dentro de doce días, los primeros sistemas compatibles con Windows 11 podrán dar el salto. Otros usuarios tendrán que esperar más, en algunos casos incluso hasta mitades de 2022. ¿Por qué? Porque Microsoft ha preferido llevar a cabo un despliegue gradual, asegurando al máximo posible que el operativo será fiable y estable para sus usuarios. Y a este respecto solo puedo decir que me parece un enorme acierto.

Ahora bien, lo mismo que algunas personas prefieren esperar hasta contar con esa seguridad, hay otros que confían en que no tendrán problemas y no quieren tener que esperar como el resto de los usuarios. Para esas personas está el programa de Insiders de Windows, un programa del que ya te hemos hablado en muchas ocasiones, y que permite a sus participantes probar las versiones de desarrollo (en sus diversas fases), y que a cambio proporciona a a compañía un feedback muy útil.

Con Windows 11, el volumen de usuarios que se han sumado como Insiders ha sido, sin duda alguna, destacable. Tanto es así que, en ocasiones, ha sido necesario alertar a los más entusiastas sobre los riesgos inherentes a trabajar con versiones en desarrollo. Y en este punto es importante recordar que, una vez dentro del programa de Insiders, los usuarios pueden seleccionar a qué canal desean unirse, estas son las tres opciones:

• Canal de desarrollo: Ideal para usuarios muy técnicos. Sea el primero en acceder a las últimas compilaciones de Windows 11 más pronto en el ciclo de desarrollo y con el código más reciente. Habrá algunos problemas y baja estabilidad.
• Canal beta (recomendado): Ideal para los usuarios pioneros. Estas compilaciones de Windows 11 serán más confiables que las compilaciones de nuestro canal de desarrollo con actualizaciones validadas por Microsoft. Sus comentarios tienen el mayor impacto aquí.
• Canal de vista previa de versión: Es ideal si quiere obtener una vista previa de correcciones y determinadas características clave, además de obtener acceso opcional a la próxima versión de Windows 10 antes de que esté disponible de forma general para todo el mundo. Este canal también es recomendado para usuarios comerciales.

Hasta ahora, para probar Windows 11 debías unirte a los canales de desarrollo (el más inestable) o al canal beta, en el que las compilaciones del sistema operativo ya son más fiables, si bien… pues eso, no dejan de ser betas. El canal de vista previa de versión, hasta el momento, solo ofrecía acceso a las próximas versiones de Windows 10.

Sin embargo, y según podemos leer en Wccftech, parece que en Microsoft ya está todo listo, pues Windows 11 ya está disponible en el canal de vista previa de versión, es decir, el único de los canales recomendado para sistemas que no son de pruebas. Es decir, ya no estamos hablando de una versión beta, sino de la que, salvo sorpresas de última hora, será la que empezarán a recibir los usuarios el próximo 5 de octubre.

Dicho de otra manera: a falta de 12 días para el inicio del despliegue de Windows 11, la compilación con el que se llevará a cabo el mismo ya está preparada, lo que a algunos nos recuerda a tiempos pasados, en los que pocas semanas antes del lanzamiento de una nueva versión de Windows acompañadas de las siglas RC (Release Candidate) o RTM (Release to manufacturing), que nos indicaban que, casi con total seguridad, ya nos encontrábamos frente a la versión definitiva.