Guías
AMD Ryzen 3, Ryzen 5, Ryzen 7 y Ryzen 9: diferencias, claves y tipo de usuario al que se dirigen
Los procesadores Ryzen de AMD se han convertido, por méritos propios, en una de las soluciones más populares entre los usuarios. Es perfectamente comprensible, ya que desde el debut de los modelos de primera generación, allá por 2017, los procesadores Ryzen han ofrecido un valor excelente en relación precio-rendimiento, una realidad que se ha mantenido hasta la llegada de los Ryzen 5000, basados en la arquitectura Zen 3, ya que estos han recibido un importante aumento de precio y se han colocado en una posición complicada.
Cuando AMD lanzó los primeros procesadores basados en la arquitectura Zen, se produjo una revolución muy importante. Es cierto que estos chips no lograron superar, en IPC, a la arquitectura Skylake, de hecho quedaban a medio cambio entre esta y Haswell, pero lograron algo muy importante: democratizar los procesadores de seis y ocho núcleos.
Antes de la llegada de los Ryzen 1000, un procesador de ocho núcleos y dieciséis hilos, como el Core i7 6900K, costaba más de 1.300 euros. Dicho chip utilizaba la arquitectura Broadwell-E (IPC inferior a Skylake). El Ryzen 7 1800X contaba también con una configuración de 8 núcleos y 16 hilos, y tenía un precio de lanzamiento de 569 euros. Por 359 euros podríamos comprar el Ryzen 7 1700. Creo que las cifras hablan por sí solas, y nos ayudan a entender sin problema por qué hemos dicho que Zen marcó una revolución importante.
Con la llegada de Zen+, AMD introdujo pequeños ajustes que mejoraron ligeramente el IPC frente a Zen. La consagración la arquitectura MCM de AMD llegó con Zen 2, una generación que se utilizó en los Ryzen serie 3000 y que disparó el IPC hasta colocarlo, más o menos, al nivel de los Core de última generación de Intel, y Zen 3 ha sido, como sabemos, la culminación de dicha arquitectura, ya que ha le ha permitido superar a Intel en términos de IPC, a pesar de tener que lidiar con las desventajas que presentan los diseños MCM.
No hay duda de que Zen 3 fue una arquitectura fantástica, pero por desgracia AMD disparó los precios de los Ryzen serie 5000, hasta tal punto que un Ryzen 5 5600X, con seis núcleos y doce hilos, costaba en su lanzamiento 349,90 euros, mientras que un Ryzen 5 3600 se podía comprar por 209,90 euros. El primero ofrecía mayor rendimiento, pero la diferencia de precio era tan grande que, a pesar de ello, resultaba imposible justificarla. Por ese dinero podíamos comprar, incluso, un Ryzen 7 3700X, que suma ocho núcleos y dieciséis hilos, y que costaba menos de 300 euros.
Está claro que AMD tuvo en aquel momento los procesadores más potentes que existían en el mercado, tanto en rendimiento monohilo como en multihilo. También es evidente que, como empresa, su objetivo es ganar dinero, y por ello está en su derecho de cobrar lo que crea conveniente por sus nuevos procesadores. Pero que no se nos olvide, cuando haya que valorar las estrategias de Intel y de AMD, que, al final, el objetivo de ambas es el mismo, y que cuando hablamos de precios se limitan a ajustarlos a su posición en el mercado, a la competencia y a su popularidad.
Con el lanzamiento de los Ryzen 7000 vimos que AMD decidió mantener unos precios de lanzamiento elevados, aunque estos se fueron reduciendo gradualmente cuando Intel demostró que era capaz de volver a competir de tú a tú con el gigante de Sunnyvale. Esa nueva generación mejoró enormemente el IPC frente a la anterior, dio el salto al nodo de 5 nm y cambió totalmente tanto el sistema de interconexión, que pasó de ser PGA a ser LGA. Esto supuso la introducción de un nuevo socket, y AMD aprovechó todos estos cambios para subirse al carro de la memoria DDR5 y para abrazar el estándar PCIe Gen5.
La llegada de esta nueva generación no desplazó a los Ryzen 5000, todo lo contrario. Esa familia sigue estando disponible, y a precios realmente económicos, lo que la convierte en una opción muy interesante para montar un PC potente con un coste contenido, y también para actualizar un equipo ya existente. Por ejemplo, el Ryzen 5 5600 ha estado disponible por menos de 130 euros, y el Ryzen 7 5700X3D es una opción muy interesante para actualizar un PC pensando para juegos sin tener que cambiar placa ni memoria.
Los Ryzen 9000 han sido la última renovación de AMD dentro de su catálogo de procesadores de alto rendimiento para PC, y en líneas generales no han sido un salto tan grande a nivel de rendimiento como lo fueron en su momento los Ryzen 7000. Con todo, traen cambios interesantes, como el salto al nodo de 4 nm de TSMC y una mejora de rendimiento más sustancial en aplicaciones y pruebas sintéticas.
El Ryzen 7 9800X3D también ha sido lanzado recientemente, y ha logrado convertirse en el procesador más potente para juegos gracias a las mejoras que trae a nivel de IPC, y también al aumento de frecuencias de trabajo frente a la generación anterior. AMD ha conseguido una evolución importante con este procesador, y ha puesto las cosas muy difíciles a Intel.
Familias de procesadores Ryzen: arquitectura
En la introducción ya hemos tocado de forma simplificada este tema. Actualmente podemos encontrar un total de cuatro arquitecturas diferentes que AMD ha utilizado en sus procesadores Ryzen, y también en sus familias Threadripper, dirigidos al sector HEDT, y en sus chips EPYC, orientados al sector profesional.
No debemos olvidar que la compañía de Sunnyvale estuvo, tras el lanzamiento de Piledriver (Bulldozer de segunda generación), más de cinco años sin lanzar una nueva arquitectura para poner al día su catálogo de CPUs de alto rendimiento, y sin embargo, entre 2017 y hoy ha lanzado cuatro nuevas arquitecturas. Impresionante, ¿verdad? Si alguien duda de la recuperación de AMD, creo que este argumento es más que suficiente para que deje de hacerlo.
Con esta guía queremos ayudaros a interiorizar las diferencias que existen entre los Ryzen serie 3, serie 5, serie 7 y serie 9, pero antes de entrar a ver esa cuestión, he pensado que sería buena idea repasar, de forma simplificada, las claves de cada una de esas cuatro arquitecturas que ha lanzado AMD hasta el momento, todo para que tengáis agrupadas, en un solo artículo, las diferencias que existen entre Zen, Zen+, Zen 2, Zen 3, Zen 4 y Zen 5.
Arquitectura Zen
Fue clave para la recuperación de AMD. Supuso el salto de un diseño de núcleo monolítico a un diseño MCM que introdujo el bloque CCX como unidad base. Cada bloque CCX contaba con cuatro núcleos y 8 MB de caché L3. Para crear un procesador de ocho núcleos, se unían dos unidades CCX, interconectadas a través de un sistema Infinity Fabric.
Esta arquitectura estuvo fabricada en proceso de 14 nm, y marcó un salto enorme frente a Bulldozer tanto en términos de IPC como de eficiencia. Estas fueron sus claves más importantes:
- Diseño MCM basado en unidades CCX (cuatro núcleos y 8 MB de L3).
- Frecuencias de trabajo limitadas a un máximo de 4 GHz (4,1 GHz en algunos chips «selectos»).
- Proceso de 14 nm.
- Tecnología SMT, que permite que cada núcleo trabaje con un proceso y un subproceso.
- Mejora del IPC de un 52% frente a Bulldozer.
Arquitectura Zen+
Se trata de una revisión menor de la arquitectura Zen, que introdujo pequeñas mejoras centradas, sobre todo, en las latencias a nivel de caché, el soporte de memorias de alta velocidad y produjo un ligero aumento de las frecuencias máximas de trabajo. Esto permitió un leve aumento del IPC, y propició una mayor compatibilidad con memorias RAM de alto rendimiento.
La arquitectura Zen+ dio el salto al proceso de 12 nm, y fue una especie de generación intermedia con la que AMD demostró que los diseños MCM sí eran viables en el mercado de CPUs de consumo general de alto rendimiento. Vemos sus claves:
- Diseño MCM basado en unidades CCX (cuatro núcleos y 8 MB de L3).
- Frecuencias de trabajo más elevadas que podían llegar a los 4,3 GHz con un núcleo activo (4,2 GHz con todos los núcleos activos).
- Proceso de 12 nm.
- Tecnología SMT, que permite que cada núcleo trabaje con un proceso y un subproceso.
- Mejora del IPC de un 4% (media) frente a Zen.
Arquitectura Zen 2
Esta fue, como anticipamos, la consagración de la arquitectura MCM de AMD, y marcó una importante revolución, ya que redefinió las bases de dicha arquitectura. Con esta generación, AMD introdujo el chiplet, o unidad CCD, como nuevo punto de partida. Cada unidad CCD está formada por dos unidades CCX, que integran cuatro núcleos y 16 MB de caché L3, lo que nos deja un total de 32 MB de caché L3.
Zen 2 utiliza el proceso de fabricación de 7 nm, un salto importante frente al proceso de fabricación de 12 nm de Zen+ que permitió mejorar el rendimiento en todos los sentidos sin sacrificios a nivel de eficiencia. Estas son sus claves:
- Diseño MCM basado en unidades CCD (dos unidades CCX que suman ocho núcleos y 32 MB de L3).
- Frecuencias de trabajo más elevadas que podían llegar a los 4,7 GHz con un núcleo activo (4,3-4,4 GHz con todos los núcleos activos).
- Proceso de 7 nm.
- Dobla el máximo de núcleos e hilos, pasando de 8 y 16 a 16 y 32 (Ryzen 9 3950X).
- Tecnología SMT, que permite que cada núcleo trabaje con un proceso y un subproceso.
- Mejora del IPC de un 17% (media) frente a Zen+.
Arquitectura Zen 3
Permitió a AMD superar, por fin, a Intel en términos de IPC, y vino acompañada de una subida de frecuencias que contribuyó a impulsar el rendimiento bruto frente a los procesadores Core de décima y undécima generación.
Zen 3 utiliza el proceso de fabricación de 7 nm, el mismo que vimos en Zen 2, pero introduce cambios importantes a nivel de arquitectura, entre los que podemos destacar un diseño monolítico a nivel de unidades CCD. Estas ya no se dividen en dos unidades CCX con cuatro núcleos y 16 MB de caché L3, sino que se integran en un único bloque con 8 núcleos y 32 MB de caché L3, lo que significa que cada núcleo puede acceder al total de caché L3 disponible, y ya no está limitado a 16 MB. Vemos sus claves:
- Diseño MCM basado en unidades CCD monolíticas (ocho núcleos y 32 MB de L3 disponibles para todos los núcleos).
- Frecuencias de trabajo más elevadas que podían llegar a los 4,9 GHz con un núcleo activo (4,4-4,6 GHz con todos los núcleos activos).
- Proceso de 7 nm.
- Mantiene el máximo de 16 núcleos y 32 hilos.
- Tecnología SMT, que permite que cada núcleo trabaje con un proceso y un subproceso.
- Mejora del IPC de un 22% (media) frente a Zen 2.
Arquitectura Zen 4
Con esta generación AMD logró un avance muy importante no solo en términos de rendimiento bruto, sino también a nivel de frecuencias de trabajo y de plataforma, ya que como os he dicho anteriormente ha sido la primera de la compañía de Sunnyvale en utilizar memoria DDR5 y en dar soporte al estándar PCIe Gen5. Es, por tanto, una generación a la última.
Zen 4 mantiene la división en chiplets que vimos a partir de Zen 2, pero trae cambios profundos a nivel de arquitectura y utiliza el nodo de 5 nm (chiplet CPU). El chiplet I/O utiliza el nodo de 6 nm de TSMC, y a diferencia de los Ryzen 5000 y anteriores ahora incluye también una GPU integrada, lo que les confiere una mayor versatilidad y un valor superior.
La configuración base del chiplet CPU no cambia, tenemos 8 núcleos y 16 hilos gracias a la tecnología SMT y 32 MB de caché L3 accesibles por todos los núcleos, pero la memoria caché L2 por núcleo ha subido de 512 KB a 1 MB, lo que se traduce en un mayor nivel de rendimiento. AMD también ha mantenido las configuraciones con caché L3 adicional apilada en 3D, que están especializadas en juegos. Estas son sus claves:
- Diseño MCM basado en unidades CCD monolíticas con 8 núcleos y 16 hilos (tecnología SMT) con 32 MB de caché L3 accesible por todos los núcleos.
- 1 MB de caché L2 por cada núcleo, el doble que en la arquitectura anterior.
- Frecuencias de trabajo más elevadas que alcanzan los 5,7 GHz (en monohilo).
- Nodo de 5 nm de TSMC.
- Se mantiene el máximo de 16 núcleos y 32 hilos.
- Mejora del IPC de un 15% de media frente a Zen 3.
- Soporte de instrucciones AVX-512.
Arquitectura Zen 5
Esta arquitectura mantiene el diseño de tipo chiplet que vimos en Zen 4, lo que significa que tenemos la misma división entre chiplet CPU y chiplet I/O. Los procesadores con entre 6 y 8 núcleos tienen un chiplet CPU y los procesadores con 12 y 16 núcleos tienen dos chiplets CPU. Estos están fabricados en el nodo de 4 nm, lo que supone un avance considerable frente al nodo de 5 nm utilizado en Zen 4.
La configuración base del chiplet CPU no ha cambiado. Este tiene 8 núcleos y 16 hilos, y tampoco hay cambios importantes en el chiplet I/O, que integra todos los elementos de entrada y salida, las controladoras de memoria y la GPU Radeon RDNA 2 con 128 shaders. Este repite también el nodo de 6 nm.
Los procesadores Zen 5 son compatibles con el socket AM5 y con todas las placas base con chipsets serie 600, y también con las nuevas placas base con chipset serie 800. No presentan cambios en la caché L3, que es de 32 MB por chiplet CPU, ni en la L2, que sigue siendo de 1 MB por núcleo, pero sí que se ha aumentado la caché L1 de 32 KB a 48 KB, y se ha reducido la latencia e incrementado el ancho debanda.
A continuación os dejo un resumen con las novedades más importantes de la arquitectura Zen 5:
- Diseño MCM basado en unidades CCD monolíticas con 8 núcleos y 16 hilos (tecnología SMT) con 32 MB de caché L3 accesible por todos los núcleos.
- Predictor de saltos con menos latencia, más precisión y más capacidad de salida.
- La caché L1 pasa a tener 12 direcciones.
- La unidad de coma flotante puede trabajar con un número más grande de instrucciones y tiene el doble de ancho de banda.
- Nodo de 4 nm de TSMC.
- Se mantiene el máximo de 16 núcleos y 32 hilos.
- Mejora del IPC de un 9% de media frente a Zen 4.
- Soporte de instrucciones AVX-512 en una pasada (1 x 512 bits).
Procesadores Ryzen: claves y tipo de usuario al que se dirigen
Ahora que tenemos claras las diferencias que presentan las cuatro arquitecturas Zen que existen actualmente, estamos listos para entrar a ver las características que definen a las distintas familias de procesadores Ryzen.
Para que esta guía os resulte de máxima utilidad, no nos vamos a limitar a repasar sus especificaciones, también indicaremos el tipo de usuario al que se dirigen, y veremos qué podemos esperar de cada una de ellas para descubrir, de forma simple, en qué entornos dan lo mejor de sí.
Sin más, entramos en materia. Tened en cuenta que cada procesador Ryzen ofrecerá un IPC distinto en función de la generación en la que se encuadre, y que por ello los modelos más actuales tendrán ventaja sobre los anteriores en determinados entornos, incluso aunque cuenten con una menor cantidad de núcleos e hilos.
Procesadores Ryzen 3 serie 1000 y 2000
Están configurados con cuatro núcleos y cuatro hilos, lo que significa que son capaces de ofrecer un buen nivel de rendimiento en tareas básicas, y también con muchos de los juegos que no requieren de 8 hilos para funcionar correctamente, algo que es frecuente sobre todo en juegos anteriores a 2020.
- Se basan en las arquitecturas Zen (serie 1000) y Zen+ (serie 2000).
- Suman 8 MB de caché L3 y tienen frecuencias de hasta 4 GHz.
- Son muy económicos y tienen un consumo contenido.
- Ofrecen un valor muy bueno por lo que cuestan.
- Se dirigen a usuarios con presupuestos ajustados que quieran disfrutar de un rendimiento aceptable con una inversión mínima.
- No ofrecen una experiencia totalmente óptima con aplicaciones exigentes, y tampoco con la mayoría de los juegos de última hornada.
Procesadores Ryzen 3 serie 3000
Estos procesadores mantienen la configuración de cuatro núcleos, pero pueden trabajar con ocho hilos gracias a la integración de la tecnología SMT. Pueden mover bien casi todos los juegos actuales, salvo casos muy concretos donde lo ideal son 6 núcleos y 12 hilos.
- Se basan en la arquitectura Zen 2.
- Suman 16 MB de caché L3 y tienen frecuencias de hasta 4,3 GHz.
- Son económicos y tienen un consumo contenido.
- Ofrecen un valor razonable por lo que cuestan.
- Se dirigen a usuarios con presupuestos ajustados que quieran disfrutar de un buen rendimiento con una inversión contenida.
- No rinden bien con aplicaciones muy exigentes en multihilo, pero gracias a sus ocho hilos pueden con la mayoría de los juegos actuales.
Procesadores Ryzen 5 serie 1000 y 2000
Se dividen en dos grandes grupos, las series 1400, 1500 y 2500, que cuentan con cuatro núcleos y ocho hilos, y las series 1600 y 2600, que integran seis núcleos y doce hilos. Los primeros quedan claramente por debajo de los segundos, que han envejecido mejor y ofrecen un rendimiento superior. Son bastante capaces incluso en aplicaciones con un grado considerable de paralelizado.
Recordad que el Ryzen 5 1600 AF es un Ryzen 5 2600 «disfrazado», funcionando a menores frecuencias, que mantiene la arquitectura Zen+.
- Se basan en las arquitecturas Zen (serie 1000) y Zen+ (serie 2000).
- La serie Ryzen 5 1400 suma 8 MB de caché L3, los demás cuenta con 16 MB de caché L3.
- Los modelos de la serie 1000 tienen frecuencias de hasta 4 GHz, mientras que la serie 2000 puede llegar a los 4,2 GHz.
- Son económicos y tienen un consumo razonable.
- Ofrecen un valor precio-prestaciones bueno, el Ryzen 5 1600 AF fue, durante un tiempo, el mejor procesador por menos de 100 euros.
- Se dirigen a usuarios con presupuestos ajustados que quieran disfrutar de un buen rendimiento con multitud de aplicaciones.
- Los Ryzen 1600 y 2600 ofrecen una experiencia buena en aplicaciones exigentes, y pueden con juegos actuales, aunque su menor IPC ya se deja notar.
Procesadores Ryzen 5 serie 3000, serie 5000, serie 7000 y serie 9000
Los tres suman seis núcleos y doce hilos, aunque la excepción a la regla la ponen los Ryzen 5 3500X, que tienen seis núcleos y seis hilos. Tenemos un IPC bueno en la serie 3000, un IPC alto en la serie 5000 y un IPC muy alto en la serie 7000 y serie 9000. A partir de un Ryzen 5 5600 ya podemos mover juegos actuales de forma totalmente óptima.
- Se basan en la arquitectura Zen 2 (serie 3000), Zen 3 (serie 5000), Zen 4 (serie 7000) y Zen 5 (serie 9000).
- Suman 32 MB de caché L3 y tienen frecuencias de hasta 5,4 GHz.
- Los modelos con caché 3D tienen 96 MB de caché L3.
- Los Ryzen 5 5600 tienen un precio razonable y ofrecen un buen valor precio-prestaciones. Los Ryzen 5 9600X ofrecen un IPC altísimo, pero obviamente cuestan más dinero.
- Se dirigen a usuarios con presupuestos medios o medios-altos que quieran disfrutar de un buen rendimiento sin caer en excesos innecesarios.
- Rinden bien con aplicaciones muy exigentes en multihilo (el Ryzen 5 3500X queda por detrás, como hemos dicho).
- Pueden correr sin problema cualquier juego actual (de forma óptima a partir de un Ryzen 5 5600), y tienen una buena vida útil por delante (tened en cuenta el matiz aplicado al Ryzen 5 3500X).
Procesadores Ryzen 7 serie 1000 y serie 2000
Fueron procesadores de gama alta en su momento, y por ello todavía ofrecen, a día de hoy, un rendimiento excelente. Suman 8 núcleos y 16 hilos, lo que significa que son capaces de ofrecer un buen rendimiento en muchas aplicaciones multihilo exigentes, y también se defienden bien en juegos, aunque en aquellos que dependen más del IPC muestran síntomas claros de agotamiento.
Su IPC es inferior al de los Ryzen serie 3000, lo que hace que, en bajas resoluciones y en juegos que no escalan bien en CPUs multinúcleo, pierdan enteros frente a otros modelos con menos núcleos pero mayor IPC. No obstante, esto no quiere decir que no sigan siendo perfectamente viables para jugar, sobre todo en 4K, donde la CPU tiene un menor impacto.
- Se basan en las arquitecturas Zen (serie 1000) y Zen+ (serie 2000).
- Suman 16 MB de caché L3 y tienen frecuencias de hasta 4,3 GHz.
- Se pueden encontrar a precios económicos.
- Ofrecen un valor muy bueno por lo que cuestan en el mercado de segunda mano.
- Se dirigen a usuarios con presupuestos ajustados que quieran disfrutar de un buen rendimiento tanto en aplicaciones multihilo como en juegos.
- Ofrecen una experiencia buena con aplicaciones multihilo y pueden mover juegos actuales, aunque su menor IPC ya se deja notar.
- Aguantan bien en multihilo gracias a sus 8 núcleos y 16 hilos.
Procesadores Ryzen 7 serie 3000, serie 5000, serie 7000 y serie 9000
Son procesadores de gama media que han venido manteniendo la configuración de 8 núcleos y 16 hilos, pero que mejoran en IPC frente a las generaciones anteriores. También alcanzan frecuencias más elevadas, y por ello ofrecen una mayor potencia bruta. Tienen un rendimiento muy bueno en juegos, sobre todo a partir de un Ryzen 5 5600, y aguantan bien el tipo de aplicaciones multihilo.
- Se basan en la arquitectura Zen 2 (serie 3000), Zen 3 (serie 5000), Zen 4 (serie 7000) y Zen 5 (serie 9000).
- Suman 32 MB de caché L3 y tienen frecuencias de hasta 5,5 GHz.
- Los modelos con caché 3D tienen 96 MB de L3 en total.
- Los Ryzen 7 3700X ofrecían un buen valor precio-prestaciones, pero a día de hoy las opciones más interesantes son el Ryzen 7 5700X3D, que sigue rindiendo muy bien en juegos, y el Ryzen 7 7700, que es más potente en general y también más caro.
- Se dirigen a usuarios con presupuestos medios que quieran disfrutar de alto nivel de rendimiento y asegurarse una larga vida útil.
- Rinden muy bien con aplicaciones relativamente exigentes en multihilo.
- Pueden correr de forma óptima cualquier juego actual (a partir de un Ryzen 7 5700X).
- Las opciones con caché apilada en 3D, como el Ryzen 7 7800X3D y el Ryzen 7 9800X3D, ofrecen el máximo rendimiento en juegos y tienen un consumo muy bajo, lo que los convierte en una opción excelente para los que quieren utilizar el PC principalmente para jugar.
Procesadores Ryzen 9 serie 3000, serie 5000, serie 7000 y serie 9000
Forman la gama alta del catálogo de AMD. Los Ryzen 9 3900X, Ryzen 9 5900X, Ryzen 9 7900-7900X y Ryzen 9 9900X suman 12 núcleos y 24 hilos, mientras que los Ryzen 9 3950X, Ryzen 9 5950X, Ryzen 9 7950X y Ryzen 9 9950X vienen con 16 núcleos y 32 hilos.
Su rendimiento es excelente en entornos multihilo, y también rinden muy bien en juegos, aunque obviamente los Ryzen 9 serie 5000 y serie 7000 tienen un IPC mayor y funcionan a frecuencias superiores, así que se comportan mucho mejor en este tipo de aplicaciones.
- Se basan en la arquitectura Zen 2 (serie 3000), Zen 3 (serie 5000), Zen 4 (serie 7000) y Zen 5 (serie 9000).
- Suman 64 MB de caché L3 y tienen frecuencias de hasta 5,7 GHz.
- Hay modelos con caché apilada en 3D que suman un total de 128 MB de L3.
- El Ryzen 9 5900X ofrece un valor muy interesante a día de hoy por la bajada de precio que ha experimentado, y lo mismo se puede decir del Ryzen 9 5950X. Los Ryzen 9 7900X y 7950X tienen un IPC más alto y rinden mucho mejor, sobre todo en juegos, pero son más caros. Lo mismo ocurre con los Ryzen 9 9900X y Ryzen 9 9950X, que son los más potentes, pero también los más caros.
- Se dirigen a usuarios con presupuestos altos que quieran disfrutar de alto nivel de rendimiento y que utilicen el PC para algo más que para jugar (hacer streaming y jugar, por ejemplo).
- Los Ryzen 9 5950X, Ryzen 9 7950X y superiores no tienen sentido en un PC dedicado exclusivamente a gaming, ni siquiera aunque tengamos pensado hacer streaming tirando de CPU. Para eso bastaría con un Ryzen 7 7700X o con un Ryzen 9 7900X en el peor de los casos.
- Pueden afrontar con garantías cualquier carga de trabajo, aunque brillan especialmente en aplicaciones multihilo.
- Las versiones serie 7000 con caché L3 apilada en 3D rinden mejor en juegos, pero al tener dos chiplets distintos, uno con caché apilada y otro sin esa caché extra, suelen rendir un poco menos que el Ryzen 7 7800X3D y que el Ryzen 7 9800X3D.
¿Qué procesador es el mejor para mí?
Todo depende de la configuración que tengas, o que pretendas montar, de tu presupuesto y de lo que vayas a hacer con tu PC. Hay muchas variables, pero en líneas generales podemos establecer que, ahora mismo, el procesador para jugar con mejor valor precio-prestaciones en general que podemos encontrar en el catálogo de AMD por menos de 130 euros es el Ryzen 5 5600.
Si quieres disfrutar de un nivel de rendimiento muy alto y montar una configuración preparada para el futuro y con una larga vida útil, capaz de aguantar sin problemas toda la generación actual y de afrontar el salto que veremos con la siguiente generación de consolas, pero sin gastar mucho dinero, tenlo claro, deberás apostar por un Ryzen 5 7600.
En caso de que aspires al mejor rendimiento posible en juegos tu elección es muy simple, deberás irte a por el Ryzen 7 9800X3D, un procesador que como te contamos en nuestro análisis es actualmente el más potente en juegos. Su precio es alto, pero no hay nada que rinda mejor dentro de su rango de precios y consumo.
También tienes otras alternativas interesantes. Si cuentas con una placa base AM4 y quieres actualizar centrándote en el rendimiento en juegos el Ryzen 7 5700X3D será tu mejor opción. Dentro del socket AM5 el Ryzen 7 7800X3D sigue siendo una buena alternativa, ya que rinde un poco menos que el Ryzen 7 9800X3D pero cuesta menos dinero.
Recuerda que los procesadores con más de 8 núcleos y 16 hilos no tienen sentido en un PC dedicado en exclusiva a juegos. En caso de que vayas a utilizar tu PC para tareas básicas y ofimática un Ryzen 3 será la mejor opción, y que te permitirá disfrutar de un rendimiento bueno con ese tipo de cargas haciendo una inversión mínima.
Por contra, si vas a utilizar el PC para jugar y hacer streaming un Ryzen 7700X o Ryzen 7 9700X tendría sentido, mientras que en aquellos escenarios en los que nuestro objetivo sea trabajar con aplicaciones multihilo exigentes deberíamos apostar por un Ryzen 9 7950X o un Ryzen 9 9950X. Si además de trabajar con aplicaciones multihilo exigentes nuestra prioridad es jugar el Ryzen 9 7950X3D sería una buena opción.
-
PrácticosHace 3 días
Cómo acelerar el arranque de Windows sin usar software externo
-
PrácticosHace 2 días
Cómo usar WhatsApp en el escritorio con la aplicación UWP nativa
-
A FondoHace 6 días
Cinco cosas que debería tener Windows 12 para no ser un fracaso
-
NoticiasHace 6 días
Nostalgia tecnológica: los 90, a las puertas del nuevo milenio