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Qué procesador Ryzen 7000 elegir: guía completa con todo lo que debes saber

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AMD tiene un catálogo bastante amplio de procesadores Ryzen 7000, y durante los últimos meses hemos tenido la suerte de probar casi todas las versiones que han llegado al mercado. Ahora, con las últimas bajadas de precio que se han ido produciendo y con las ofertas casi permanentes en algunos modelos, es un buen momento para dar el salto a esta nueva generación y montar un PC potente por un precio que, hasta hace relativamente poco, nos habría parecido imposible.

No obstante, entiendo que la elección para algunos puede resultar complicada, y es normal, porque dentro del catálogo de procesadores Ryzen 7000 podemos encontrar modelos con precios bastante cercanos y configuraciones de núcleos dispares. También se han producido movimientos de precios un poco extraños que han hecho que modelos aparentemente inferiores cuesten un poco más que otros teóricamente superiores.

Soy consciente de las dudas y de la confusión que esto ha generado en algunos de vosotros, y también de las preguntas que os hacéis a la hora de decidir si realmente merece la pena actualizar desde un procesador concreto a estos nuevos Ryzen 7000. Por todo esto, he decidido que es un buen momento para hacer una guía centrada en ayudaros a elegir el Ryzen 7000 que mejor se ajuste a vuestras necesidades concretas, teniendo siempre en cuenta vuestro presupuesto.

¿Cuándo vale la pena saltar a un Ryzen 7000?

Ryzen 7000

Lo primero que debemos tener claro es si realmente vale la pena actualizar nuestro PC a un Ryzen 7000, o en su defecto montar un equipo nuevo con estos procesadores. Es una pregunta más sencilla de lo que parece, siempre que tengamos claro dónde están los niveles mínimos que debemos valorar para tomar esta decisión y no equivocarnos.

En líneas generales, si tienes un PC basado en un Ryzen 3000, un Core Gen10 o inferior, sí que merecería la pena dar el salto a un Ryzen 7000 porque la diferencia de rendimiento que existe entre esas dos generaciones y lo nuevo de AMD es bastante grande. Con esto no quiero decir que no vayas a notar una mejora al pasar de un Ryzen 5000 y de un Core Gen11 a un Ryzen 7000, pero esta será mucho más pequeña, y al final la inversión que has hecho no merecerá tanto la pena.

Con todo, esta regla general tiene matices y excepciones, es decir, no es universal. Si tienes, por ejemplo, un Core i5-11400F y actualizas a un Ryzen 7 7800X3D vas a notar una mejora enorme de rendimiento en juegos, y en ese caso la actualización sí que merecería la pena si tu objetivo principal es jugar, y siempre que acompañes a ese procesador de una tarjeta gráfica muy potente, y cuando digo muy potente me estoy refiriendo a aquellas que sufren pequeños cuellos de botella incluso en 1440p y 2160p, como las GeForce RTX 4080 y superiores, y la Radeon RX 7900 XTX

Otra excepción a esa regla la tendríamos cuando vamos a actualizar a un procesador superior para hacer tareas más exigentes. Vamos con otro ejemplo, imagina que tienes un procesador Ryzen 5 5600 y que utilizas tu PC para edición de vídeo, animación y otras tareas que aprovechen una CPU multinúcleo de alto rendimiento. En este caso, saltar a un Ryzen 9 7900X sería una inversión importante, pero tendrías una mejora de rendimiento muy grande, y sí sería rentable.

Esa regla general que os he dado se aplica sobre todo a los escenarios de uso más tradicionales, pero encuentra excepciones en casos concretos de uso especializado, y también en la adquisición de procesadores como los Ryzen 7000X3D que, como ya sabéis, son los más potentes que existen a día de hoy para jugar.

Un vistazo a las mejoras de los procesadores Ryzen 7000

Esta nueva generación de procesadores de AMD se basa en Zen 4, una arquitectura que ha mejorado el IPC en un 13% frente a los Ryzen 5000. Esa es la diferencia que hay en potencia núcleo a núcleo y MHz a MHz, es decir, con la misma cantidad de núcleos e hilos y funcionando a la misma frecuencia. Sin embargo, la diferencia de rendimiento entre ambos es mayor porque AMD también ha subido considerablemente las frecuencias de trabajo.

La diferencia de rendimiento entre ambas generaciones se notará más en aquellas aplicaciones que dependan más del rendimiento monohilo, como juegos por ejemplo. En este sentido os puedo poner un ejemplo muy ilustrativo, y es que el salto en monohilo que ha logrado AMD con Zen 4 es tan grande que un Ryzen 5 7600 ofrece prácticamente el mismo rendimiento en juegos que un Ryzen 7 5800X3D.

Esto nos da una idea de la diferencia tan grande que existe entre una generación y otra. También debemos tener en cuenta que los Ryzen 7000 soportan memoria DDR5, y que además nos permiten acceder al estándar PCIe Gen5, siempre que los montemos sobre una placa base compatible con dicho estándar. Al final, montar uno de estos procesadores no solo nos dará un mayor rendimiento, sino que además nos permitirá acceder a una plataforma de última generación.

No todo es perfecto, como ya os conté en mis análisis los Ryzen 7000 tiene un consumo y unas temperaturas más altas que las generaciones anteriores, y esto hace que no sean realmente viables sin un sistema de refrigeración bastante potente. No obstante, la propia AMD dijo que esto es algo totalmente normal, y que están diseñados para trabajar sin problemas a 95 grados C estables. Solo tendríamos que preocuparnos si nos acercamos a los 100 grados C.

Con respecto al consumo, un Ryzen 9 7950X puede registrar picos de 225 vatios, pero esto solo ocurre cuando se encuentra con una carga de trabajo que lo lleve al 100%. Los Ryzen 7 7700X y Ryzen 5 7600X se mueven en valores máximos de 138 vatios y 106 vatios, respectivamente, unos valores mucho más comedidos y mejor ajustados al usuario medio.

Por último, hay que tener presente también que los Ryzen 7000 vienen con GPU integrada, cosa que no ocurre con los Ryzen 5000 salvo que nos vayamos a por la serie «G», que son APUs con menor caché L3, y además soportan las instrucciones AVX512, que no estaban presentes tampoco en la generación anterior de CPUs de AMD.

Presupuesto y uso del equipo, dos claves fundamentales

Ryzen 7000

Una vez superada esa valoración previa de si realmente merece la pena o no actualizar a esta generación de procesadores tenemos que preguntarnos dos cosas, cuánto dinero podemos (o queremos) gastar y qué uso le vamos a dar al PC. Si tenemos un presupuesto reducido pero queremos montar un equipo para jugar a todos los títulos actuales sin problema necesitaremos un procesador concreto, y si nuestro objetivo es montar un equipo para edición de vídeo u otras tareas exigentes deberemos elegir otro modelo distinto.

Es importante tener en cuenta también que si nuestro objetivo principal es jugar siempre deberemos destinar más presupuesto a la tarjeta gráfica que al procesador, porque al final la primera es la que va a definir en gran medida la experiencia de la que vamos a disfrutar con nuestro nuevo PC. Así, por ejemplo, si podemos invertir 600 euros a repartir entre ambos componentes lo ideal sería destinar 200 euros, o poco más, a la CPU e invertir el resto en una tarjeta gráfica potente.

En caso de que tengamos un presupuesto mayor, podremos repartir de una forma más equilibrada entre CPU y GPU el dinero disponible, pero manteniendo siempre la prioridad a la tarjeta gráfica. Si vamos a montar un PC para edición de vídeo y tareas profesionales que tengan una dependencia mayor de la CPU el reparto debería ser más equitativo, y si nuestro objetivo es montar un equipo para uso básico, gaming ocasional y poco exigente que tenga un buen nivel de rendimiento en general nos bastará con el tradicional combo de CPU y GPU integrada.

Los nuevos Ryzen 7000 vienen con una GPU integrada que cumple muy bien con sus funciones básicas, y que es capaz de mover muchos juegos en 720p y calidad baja, e incluso puede con títulos relativamente antiguos en configuraciones superiores. Al prescindir de la tarjeta gráfica podremos ahorrar mucho dinero, y tampoco necesitaremos un procesador muy potente ni una placa base muy cara.

Qué procesador Ryzen 7000 elegir

PC para ofimática, navegación y gaming ocasional

La verdad es que, para un equipo de este tipo, montar un Ryzen 7000 no sería lo ideal, ya que no necesitaremos tanto rendimiento a nivel CPU y podremos conseguir montajes más económicos y muy competentes con otros modelos dentro de la serie Ryzen 5000G, que también incluyen GPUs integradas. No obstante, si queremos montar un Ryzen 7000 por tener una plataforma de nueva generación y poder ampliar el equipo fácilmente en un futuro, lo mejor sería optar directamente por un Ryzen 5 7600.

El Ryzen 5 7600 es el modelo más económico de esta generación de procesadores de AMD, pero es tan potente que nos ofrecerá un rendimiento excelente en cualquier tarea cotidiana, y además tendremos una base perfecta para futuras actualizaciones, ya que este procesador puede mover sin problemas tarjetas gráficas muy potentes, no en vano es capaz de rendir casi al mismo nivel que un Ryzen 7 5800X3D en juegos, como ya os he dicho anteriormente.

No valdría la pena invertir más dinero, de hecho el Ryzen 5 7600 ya sería «excesivamente potente» para un equipo de este tipo, pero he querido daros la opción partiendo de esa idea de poder ampliar a corto o medio plazo. A largo plazo no tendría ningún sentido, porque ya habrá modelos más potentes y de nueva generación, y no habréis rentabilizado esta inversión.

Podemos comprarlo por 251,99 euros con Starfield gratis. El ventilador que trae de serie va muy justo, así que tened claro que lo ideal es cambiarlo.

Acompañantes recomendados

  • Placa base A620.
  • 16 GB de DDR5.
  • SSD.
  • Ventilador de mayor potencia que el de referencia.

PC para gaming: presupuesto medio y alto

Antes de nada una aclaración, y es que no he incluido el presupuesto bajo porque no encaja con la idea de montar un Ryzen 7000. Si tenemos un presupuesto bajo para CPU y GPU, como por ejemplo unos 300 euros, lo ideal sería irnos directamente a por un Ryzen 5 5600, ya que nos costará casi 100 euros menos que el Ryzen 5 7600, y el montaje en general será más asequible.

Para un presupuesto de gama media la mejor opción será, sin duda, un Ryzen 5 7600X. Con este procesador tendremos 6 núcleos y 12 hilos, un alto IPC y una frecuencia de trabajo elevada, lo que equivale a una configuración óptima para mover cualquier juego presente y futuro. Sé que alguno estará pensando en comprar un Ryzen 7 7700X, pero la diferencia de rendimiento en juegos va a ser mínima entre ambos, y merece más la pena invertir el dinero que nos ahorramos en montar una tarjeta gráfica superior.

Os pongo un ejemplo, montar un Ryzen 5 7600X nos costaría 263 euros, un Ryzen 7 7700X cuesta unos 340 euros. La diferencia de precio entre ambos es de 77 euros, con ese dinero podríamos, por ejemplo, pasar de una Radeon RX 6600, que cuesta 209,99 euros, a una Radeon RX 7600, que se puede comprar desde 289,99 euros. Si ponemos un poco más de dinero podríamos irnos a por una GeForce RTX 3060 Ti, que se puede comprar por 349 euros, o a por una Radeon RX 6700 XT, que se puede comprar por 349,90 euros. El salto de rendimiento en juegos en ambos casos sería enorme.

Acompañantes recomendados

  • Placa base A620.
  • 16 GB de DDR5 a 6 GHz.
  • SSD PCIe Gen3 x4 como mínimo.
  • Kit de refrigeración líquida de 240 mm.

Si tenemos un presupuesto alto y queremos disfrutar del máximo rendimiento posible en juegos no debemos mirar al Ryzen 9 7900X ni al Ryzen 9 7950X, nuestra elección debe ser el Ryzen 7 7800X3D, un procesador de 8 núcleos y 16 hilos especializado en juegos gracias a sus 96 MB de caché L3. Esta enorme cantidad de caché mejora muchísimo el rendimiento en juegos, tanto que es capaz de superar sin problemas al Intel Core i9-13900K manteniendo un consumo menor y unas temperaturas más bajas.

Ryzen 7 7800X3D

El único pero que podemos ponerle al Ryzen 7 7800X3D es que su precio es alto, pero lo compensa ofreciendo un rendimiento excelente en juegos, y comparado con otras soluciones su relación potencia por vatio consumido en dicho tipo de aplicaciones es simplemente fantástica. Obviamente, para que montar este procesador tenga sentido debemos acompañarlo de una tarjeta gráfica muy potente, como por ejemplo una GeForce RTX 4080 o superior, o una Radeon RX 7900 XTX.

Acompañantes recomendados

  • Placa base B650.
  • 32 GB de DDR5 a 6 GHz con latencias CL30.
  • SSD PCIe Gen4 x4 con DRAM como caché.
  • Kit de refrigeración líquida de 280 mm o de 360 mm.

PC para edición y aplicaciones profesionales

En este nivel es donde empiezan a tener sentido los procesadores de más de 8 núcleos y 16 hilos, aunque debemos tener en cuenta que al final todo dependerá de nuestro nivel de exigencia y de las aplicaciones específicas que vayamos a utilizar. Por ejemplo, en Adobe Photoshop la diferencia real de rendimiento entre un Ryzen 7 7700X y un Ryzen 9 7900X es mínima, y con un simple Ryzen 5 7600X ya tendríamos un buen nivel de rendimiento.

Ryzen 9 7900X

Si utilizamos Lightroom Classic la cosa cambia, aunque la diferencia sigue sin ser demasiado grande. Con un Ryzen 9 7950X tendríamos una mejora de rendimiento medio del 15,65%. La diferencia entre ambos sería más grande en After Effects, con un 23% a favor del Ryzen 9 7950X y en DaVinci Resolve sería de un 22,15%. Las diferencias son pequeñas, pero hay otras pruebas donde el Ryzen 9 7950X marca una diferencia enorme.

En V-ray en modo CPU el Ryzen 9 7950X rinde un 246% más que el Ryzen 5 7600X, es decir, lo supera en más del doble. También hay una diferencia enorme entre ambos en otras aplicaciones como Blender y Cinebench R23, y en Unreal Engine el primero también supera en más del doble al Ryzen 5 7600X. Para daros todos estos datos relativos de rendimiento he tenido en cuenta mis propias pruebas, y también las de medios reconocidos como PugetSystems.

Si vuestro objetivo es montar un PC para edición la verdad es que a partir de un Ryzen 7 7700X ya conseguiréis buenos resultados, aunque obviamente un modelo superior nos ofrecerá una cierta mejora de rendimiento en determinados escenarios. Para equipos centrados en la creación de contenidos deberíamos optar, en la mayoría de los casos, por un Ryzen 9 7900X o un Ryzen 9 7950X, dependiendo de nuestro presupuesto de nuestras aspiraciones.

Los procesadores Ryzen 7000XD no son una opción a tener en cuenta en esta categoría porque la caché L3 no marca una diferencia sustancial a nivel de rendimiento, y porque estos procesadores funcionan a unas frecuencias más bajas que los modelos estándar, lo que hace que rindan un poco menos en la mayoría de los casos. Por si todo esto fuera poco, también hay que tener en cuenta que son más caros que sus contrapartes sin caché 3D.

Acompañantes recomendados

  • Placa base X670.
  • 32 GB o 64 GB de DDR5 a 6 GHz con latencias CL30.
  • SSD PCIe Gen4 x4 con DRAM como caché.
  • Kit de refrigeración líquida de 360 mm.

Nota: Esta selección contiene algunos enlaces de nuestros afiliados, pero ninguno de los productos incluidos han sido propuestos o recomendados por ellos o sus fabricantes, sino elegidos según nuestro propio criterio.

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