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Los 32 nm de Intel, en 2009

El gigante de la fabricación de semiconductores ha completado la fase de desarrollo de su proceso de fabricación para microprocesadores de 32 nanómetros. Este nuevo ciclo de la evolución de sus micros promete cambios importantes que afectarán con mucha probabilidad a la potencia de los dispositivos móviles y ordenadores portátiles, donde este tipo de escala de integración es más importante tanto en consumo como en potencia.

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El gigante de la fabricación de semiconductores ha completado la fase de desarrollo de su proceso de fabricación para microprocesadores de 32 nanómetros. Este nuevo ciclo de la evolución de sus micros promete cambios importantes que afectarán con mucha probabilidad a la potencia de los dispositivos móviles y ordenadores portátiles, donde este tipo de escala de integración es más importante tanto en consumo como en potencia. 

 

La futura generación de microprocesadores de Intel estará preparada para el cuarto trimestre de 2009, y supondrá un nuevo ciclo en su filosofía «tick-tock» que renueva procesos de fabricación y microarquitecturas alternados cada dos años. Como todos sabemos Nehalem y los Intel Core i7 ha sido el último de los grandes cambios de Intel que el año pasado presentó en el cuarto trimestre sus primeros micros de 45 nm. Pues bien, el año que viene toca el cambio a procesadores con tecnologías litográficas de 32 nm.

 

 

Los detalles de esta tecnología se presentarán en la convención Electron Devices Meeting en San Francisco la próxima semana, pero Intel ya ha anunciado formalmente que esa fase de desarrollo se ha completado con éxito: ahora deben preparar sus plantas de fabricación para acometer este complejo proceso de migración desde los chips de 45 nm a los chips de 32 nm.

 

 

El informe de Intel que se presentará la semana que viene describe una nueva tecnología lógica que incluye una segunda generación de su tecnología «high-k + metal gate«, además de litografía de inmersión de 193 nanómetros para las capas de patrones críticos y técnicas de compresión de los transistores mejoradas. Se espera que estos procesadores proporcionen mejoras de un 22% con respecto a las ofertas actuales, pero más interesante aún es el impacto que podrían tener en la informática móvil: los futuros netbooks son candidatos perfectos para este tipo de procesadores, que consumen menos, disipan menos, pero disponen de mayor potencia.

 

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