Twitch desmonetiza el canal de Amouranth: ¿se acabaron las piscinas?
Ni una semana sin, al menos, una polémica alrededor de Twitch. Y sin duda la última está dando mucho de qué hablar, puesto que se relaciona directamente con algo que ya lleva tiempo siendo tema de conversación recurrente entre streamers y usuarios de la plataforma. Si eres de las personas que acceden a Twitch de manera habitual, seguro que con la alusión a las piscinas del título ya sabes perfectamente de qué estoy hablando. En caso contrario, lo primero es una aclaración.
De un tiempo a esta parte, se ha popularizado un tipo de contenido que, sin quedar específicamente fuera de las normas de la plataforma, sí que queda un tanto fuera de lo que pretende ser la propuesta de contenidos de Twitch. Hablo de un tipo de transmisiones en las que mujeres jóvenes, generalmente bastante atractivas, realizan directos de varias horas metidas en una piscina con un flotador, habitualmente con forma de plátano.
Hace ya algún tiempo que Twitch prohibió los torsos desnudos, tanto de hombre como de mujer, en los directos, contemplando como una excepción las emisiones desde piscinas y playas en las que, por contexto, es normal que estos se muestren. El problema es que, acogiéndose a esta excepción, algunas streamers han buscado la manera de llevar un tipo de contenido, digamos que sexualizado, a una plataforma que ni se planteó con ese fin ni quiere tener ese tipo de contenido.
Durante los últimos meses este tipo de contenido ha proliferado mucho, al igual que lo han hecho las técnicas empleadas por las streamers para sexualizar dicho contenido haciendo por mantenerse en el límite, pero dentro de las normas. Un ejemplo que he podido ver bastante estas últimas semanas, es que las streamers al recibir donaciones, ya sean en bits o en subs regaladas, se giran dando la espalda a la cámara, se ponen en cuclillas y anotan el nombre del donante en una pizarra. No hace falta mucha imaginación para visualizar mentalmente la vista que queda en pantalla durante unos segundos.
Una de las streamers más populares de este nuevo tipo de contenido es la norteamericana Kaitlyn Siragusa, más conocida por su nombre artístico, Amouranth. Con 2,8 millones de seguidores en su canal de Twitch se ha convertido, probablemente muy a su pesar, en la cara más visible de los directos de piscinas hinchables y flotadores de banana. Y digo que muy a su pesar, porque parece que Twitch ha decidido acabar con este tipo de contenido, y ha empezado por desmonetizar parcialmente el canal de Amouranth, tal y como ella misma ha contado en su cuenta de Twitter.