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Seis mitos sobre Windows 11 que debemos olvidar

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Windows 11

La llegada de Windows 11 levantó ampollas. Lo nuevo de Microsoft no dejó a nadie indiferente, eso está claro, pero como ya ocurrió en lanzamientos anteriores del gigante de Redmond este nuevo sistema operativo se ha visto rodeado de una gran cantidad de desinformación que, lamentablemente, ha dado pie a una cantidad notable de mitos que no están haciendo ningún bien.

Dichos mitos están generando polémicas innecesarias, pero lo más importante es que están haciendo que muchos usuarios no se atrevan a actualizar a dicho sistema operativo, cuando podrían hacerlo perfectamente, y también está generando el problema inverso, es decir, están «forzando» a otros usuarios a pensar que no tienen más remedio que utilizar Windows 11 cuando en realidad podrían seguir utilizando Windows 10.

Quiero dejar claro que el objetivo de este artículo no es incitaros a actualizar, o a no actualizar, a Windows 11, solo queremos poner fin a una serie de mitos para que podáis decidir, por vosotros mismos, qué es lo que queréis hacer, qué opción es mejor para vosotros, dar el salto a dicho sistema operativo o quedaros con Windows 10. Antes de entrar en materia, os recuerdo que siempre podéis probar dicho sistema operativo y volver a Windows 10 si no os convence.

Intel-Thread-Director y Windows 11

1.-Windows 11 es imprescindible si vamos a utilizar procesadores Intel Alder Lake

Los procesadores Intel Alder Lake marcaron un importante punto de inflexión en el sector de las CPUs x86, esto es imposible negarlo. El gigante del chip logró recuperarse del resbalón que tuvo con Rocket Lake, y dio forma a una generación de procesadores mucho más potentes, con una mayor cantidad de núcleos e hilos y con un funcionamiento más eficiente. Esto fue posible gracias al salto a un diseño híbrido con núcleos de alto rendimiento y de alta eficiencia, y al uso del nodo de 10 nm SuperFin.

Para gestionar y controlar el uso de los núcleos de alto rendimiento y los de alta eficiencia, el gigante del chip integró Intel Thread Director en los procesadores Alder Lake, una solución que opera a nivel de hardware y de software, y que está diseñada para realizar una programación óptima de las tareas que se estén afrontando en todo momento. De esta manera, es posible asignar dichas tareas a los núcleos de alto rendimiento o a los de alta eficiencia de la manera más eficiente posible, y adaptándose a las particularidades del equipo en tiempo real.

El sistema operativo se apoya, por tanto, en la información que recibe de Intel Thread Director para distribuir cada tarea, algo que es fundamental para que los Intel Core Gen12, basados en ese diseño híbrido, puedan desarrollar su máximo potencial en todo momento. En torno a esta tecnología surgió el mito de que solo era posible utilizar los nuevos procesadores Intel Core Gen12 con Windows 11, e incluso se ha llegado a decir que dichos procesadores tienen problemas de rendimiento con Windows 10.

Pues bien, no solo es mentira, sino que además Windows 10 rinde mejor que Windows 11 con los procesadores Core Gen12 en ciertos casos, y lo mismo ocurre a la inversa. No tendrás problemas para disfrutar de tu nuevo procesador Intel Core Gen12 si quieres seguir con Windows 10, puedes estar totalmente tranquilo.

2.-Windows 11 rinde mucho peor que Windows 10

Este es uno de los mitos más importantes que se mantienen a día de hoy, y es uno de los que más está frenando a los usuarios a la hora de actualizar de Windows 10 a Windows 11. Puede que alguno de vosotros esté pensando que ha visto pruebas de rendimiento en medios de confianza, y que en esas comparativas se veía claramente que el nuevo sistema operativo de Microsoft rendía mucho peor, especialmente en juegos, y sí, no os digo que no sea cierto, pero es porque esas pruebas se hicieron con VBS activado.

VBS son las siglas de Virtualization-based Security, una característica de seguridad que permite a Windows 11 utiliza la virtualización por hardware para aislar una región segura de la memoria, donde albergará características de seguridad importantes, entre las que destacan la protección basada en virtualización de integridad de código. Cuando se activa esta función, el rendimiento baja notablemente en Windows 11, pero si se desactiva todo vuelve a la normalidad.

Con dicha función desactivada, las diferencias de rendimiento entre Windows 10 y Windows 11 son mínimas en la mayoría de los casos, siempre que contemos con un equipo que cumpla con los requisitos mínimos de cada sistema operativo. En el vídeo adjunto podéis encontrar una comparativa muy interesante con datos amplios que confirman lo que acabo de decir. Tened en cuenta, además, que con el paso del tiempo y las futuras optimizaciones el rendimiento de Windows 11 debería mejorar.

3.-Solo puedes actualizar gratis a Windows 11 desde Windows 10

Otro mito que sigue vigente, aunque nosotros ya lo desmentimos hace mucho tiempo en este artículo. Muchos usuarios creen que no pueden actualizar gratis a Windows 11 porque utilizan Windows 7 o Windows 8.1, y es cierto que no es posible hacer una actualización directa desde Windows Update como ocurriría si tuviésemos Windows 10, pero esto no quiere decir que no podamos dar el salto al nuevo sistema operativo de Microsoft aprovechando nuestra licencia de Windows 7 o Windows 8.1. Podemos hacerlo, pero el proceso es distinto.

Si tenemos Windows 7 o Windows 8.1, y contamos con una licencia válida, podremos utilizar dicha licencia para activar una copia de Windows 11. Os puedo confirmar que esto viene funcionando desde el mes de octubre de 2021, aunque no puedo garantizaros que vaya a seguir funcionando para siempre, así que tenedlo en cuenta si todavía estáis pensando si dar o no el salto a dicho sistema operativo.

Para instalar y activar una copia de Windows 11 si utilizamos Windows 7 o Windows 8.1 debemos seguir estos pasos:

  • Buscamos la licencia de activación de nuestra copia de Windows 7 o Windows 8.1 y la ponemos a buen recaudo, ya que la necesitaremos más adelante. Si no sabes cómo hacerlo, mira este artículo.
  • Hacemos una copia de seguridad de todos nuestros datos y archivos, ya que tendremos que hacer una instalación limpia de Windows 11, y esto borrará por completo todo lo que tengamos en el PC.
  • Entramos en la web oficial de Microsoft y creamos un medio de instalación de Windows 11 siguiendo los pasos indicados. Necesitarás una unidad USB de al menos 8 GB de capacidad.
  • Arrancamos el PC desde la unidad USB e iniciamos el proceso autoguiado de instalación. A la hora de elegir qué versión de Windows 11 queremos instalar es importante que escojamos aquella que case con la versión de Windows 7 o Windows 8.1 que teníamos. Así, por ejemplo, si tenemos una licencia para Windows 7 Home debemos elegir Windows 11 Home.
  • Cuando se nos pida la clave de activación introducimos la licencia de de nuestro sistema operativo anterior y listo. También podemos posponer este paso y realizar la activación tras la instalación de Windows 11.

Es importante que tengas en cuenta que podrás instalar Windows 11 de esta manera aunque tu PC no cumpla con los requisitos mínimos de dicho sistema operativo, pero esto implica ciertos riesgos. En principio, parece que Microsoft no va a dejar sin soporte a los que instalen Windows 11 sin cumplir los requisitos mínimos, pero esto podría cambiar a corto, medio o largo plazo, y también podrías encontrarte con problemas de estabilidad o de seguridad en algún momento.

Windows 11 requisitos

4.-Si no cumples con los requisitos mínimos, no puedes actualizar a Windows 11

Windows 11 ha marcado un salto importante en lo que a requisitos mínimos se refiere, sobre todo si lo comparamos con Windows 10, ya que pide el doble de memoria RAM (4 GB en vez de 2 GB), necesita una unidad de almacenamiento de al menos 64 GB de capacidad, requiere una GPU compatible con DirectX 12 con el controlador WDDM 2.0 y necesita, además, de un chip TPM 2.0, o de una solución alternativa, como fTPM en el caso de los procesadores AMD o de PTT en el caso de los chips de Intel.

Cuando se produjo el anuncio de Windows 11 no teníamos claro si sus requisitos iban a ser obligatorios o no, es decir, si supondrían una barrera insalvable que impediría la instalación de dicho sistema operativo en caso de no cumplirlos o si ocurriría todo lo contrario. Al final se cumplió lo segundo, es decir, puedes instalar Windows 11 aunque tu equipo no cumpla con todos sus requisitos mínimos. No obstante, debes tener presente que no podrás hacerlo directamente desde Windows Update, tendrás que realizar una instalación limpia.

Como ya hemos comentado en el punto anterior, instalar Windows 11 en un equipo que no cumpla con los requisitos mínimos es perfectamente posible. Os puedo confirmar que lo he instalado y probado en numerosos PCs configurados con CPUs tan variadas como un Core i5 4690 y un AMD Ryzen 7 1800X, y no he experimentado ningún problema durante el proceso de instalación ni en los primeros minutos tras completarse. Los dueños de esos PCs tampoco han tenido problemas graves hasta ahora.

No obstante, os recuerdo lo que ya vimos en el punto tres, y es que Microsoft sigue sin ser totalmente clara sobre lo que podría ocurrir a medio y largo plazo con los usuarios de Windows 11 que hayan instalado dicho sistema operativo en equipos que no cumplen con los requisitos mínimos, así que al final esto sigue siendo un riesgo.

Windows 11 con 4 GB de RAM

5.-Windows 11 solo funciona bien en PCs de gama alta

Esto tampoco es cierto, no necesitas un PC muy potente para disfrutar de una buena experiencia de uso con Windows 11, aunque sí que es verdad que este sistema operativo es más exigente que Windows 10, y que a diferencia de aquel no funciona realmente bien en configuraciones que cuenten con solo 4 GB de memoria RAM.

¿Qué supone esto? Pues es muy sencillo, si tienes un PC que cumpla los requisitos mínimos de Windows 11, que equivalen a un PC de gama baja, podrás mover dicho sistema operativo y hacer un uso básico del mismo, pero la experiencia no será realmente buena porque, como ya vimos en el artículo que os hemos enlazado en el párrafo anterior, nada más arrancar el equipo ya tendremos un consumo de memoria de unos 3,2 GB, lo que nos deja muy poco margen incluso para ejecutar tareas ligeras.

Sin embargo, esto no significa que vayamos a necesitar un PC de última generación con 16 GB de RAM y un Core Gen12 o un Ryzen 5000. He probado Windows 11 en equipos configurados con 8 GB de RAM y procesadores Core i5 8400 y Ryzen 5 2600 y el rendimiento ha sido muy bueno. El simple hecho de doblar la memoria RAM requerida, es decir, de contar con 8 GB de RAM, ya marca un salto importante y mejora enormemente la experiencia de uso.

Cualquier PC de gama media-baja que cumpla con los requisitos mínimos, y que tenga al menos 8 GB de RAM, será capaz de mover bien Windows 11, así que puedes estar tranquilo en este sentido. Os recuerdo que también es posible mejorar el rendimiento de Windows 11 siguiendo los consejos de esta guía que publicamos en su momento.

interfaz Windows 11

6.-La interfaz de Windows 11 es mucho peor que la de Windows 10

Sé que en esto influye mucho el gusto personal de cada uno, así que voy a centrarme más en el aspecto de la usabilidad, un neologismo que se ha extendido muchísimo en nuestro idioma y que se refiere, en esencia, a la facilidad de uso. En líneas generales la interfaz de Windows 11 se mantiene muy cercana a la de Windows 10, es cierto que hay cambios, y que puede que nos cueste un poco acostumbrarnos a algunos de ellos, pero esto no es suficiente para considerarla como «mucho peor».

Utilizo ambos sistemas operativos, Windows 11 en un portátil de nueva generación y Windows 10 en mi PC de escritorio, y es verdad que me costó un poco adaptarme a los cambios de interfaz del primero, sobre todo a cosas básicas como la creación de nuevas carpetas, por ejemplo, pero tras completar ese pequeño proceso de adaptación mi experiencia como usuario ha sido muy positiva, y he valorar mejor todos los detalles de la interfaz de Windows 11. No tengas miedo, todo lo que necesitas está presente.

Por otro lado, a nivel estético está claro que Microsoft ha hecho un buen trabajo con Windows 11. Ha logrado modernizar la interfaz de dicho sistema operativo sin tener que afrontar una ruptura total, y sin grandes sacrificios a nivel de funcionalidad. Puede que a ti no te terminen de convencer estos cambios, o que simplemente no te gusten, pero ya sabes, no se puede juzgar un libro por la portada. Si quieres sacar el máximo partido a la interfaz de Windows 11 no te pierdas esta guía.

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