Vivir en el espacio tiene efectos muy peligrosos sobre el cerebro

El espacio es un medio hostil en el que un humano sin la debida protección apenas tardaría unos segundos en perder la consciencia y morir de una forma nada agradable. Conocemos de sobra esta realidad y también sabíamos que incluso con protección la vida en el espacio puede tener consecuencias muy negativas sobre el cerebro humano, pero un nuevo estudio nos ha proporcionado datos nuevos de interés.

Las funciones vitales de un ser humano han evolucionado durante siglos para adaptarse a las condiciones de la Tierra y no están preparadas para entornos de gravedad cero.

Gracias a astronautas como Scott Kelly y Peggy Whitson hemos confirmado que entre los efectos adversos de vivir en condiciones de gravedad cero se encuentran la pérdida de visión y también la disminución de la masa muscular y ósea, pero un nuevo estudio nos ha ayudado a entender además sus efectos sobre el cerebro.

El estudio se realizó de una forma poco convencional aunque bastante efectiva según los datos que obtuvieron. En él participaron varias personas que pasaron encamados un periodo de 90 días para simular los efectos de la microgravedad en el ser humano.

Los análisis que se realizaron sobre ellos confirmaron alteraciones a nivel cerebral que coincidía con las que mostraban los astronautas que pasaban largos periodos en el espacio. Una de las más preocupantes es el estrechamiento del espacio en el surco central que separa los lóbulos centrales y parietales.

Esa condición se ha detectado en el 94% de los astronautas que realizaron misiones de larga duración. Por contra sólo estuvo presente en un 20% de los astronautas que participaron en misiones de corta duración, datos que en conjunto son totalmente reveladores.

¿Y por qué es tan peligroso ese efecto de la microgravedad sobre el cerebro? Pues porque eleva la presión en la zona ejecutiva del cerebro, una región de la que dependen todas las funciones y capacidades ejecutivas de la persona.

No hay duda de que la exploración espacial a muy largo plazo es algo para lo que todavía no estamos preparados, y que ese objetivo de enviar una misión tripulada a Marte dentro de los próximos años podría acabar en agua de borrajas.

Más información: EurekAlert.