Nintendo Switch 2 puede convertirse en la consola portátil más avanzada de la historia

No es la primera vez que hablamos de Nintendo Switch 2, aunque es cierto que esta consola ha sido conocida con otros nombres que estoy seguro que recordaréis, y sin duda uno de los más populares fue Nintendo Switch Pro. Varias fuentes de confianza confirmaron, de forma oficiosa, que la gran N estuvo trabajando realmente en una Nintendo Switch Pro, y que dicha consola iba a ser una renovación intergeneracional como lo fue en su momento PS4 Pro, pero que al final acabó siendo cancelada.

Esto nos llevó directamente a pensar en Nintendo Switch 2, un proyecto que ha ido ganando cada vez más fuerza y que, según los analistas, podría llegar en 2024. Dicha predicción tiene sentido, porque el modelo original ya ha «completado su ciclo de vida», y tiene un hardware que ha quedado obsoleto para los estándares actuales, ¿pero cómo podría ser esa consola? Vamos a verlo.

A nivel de diseño lo más probable es que la compañía japonesa mantenga el enfoque híbrido que vimos en Nintendo Switch, aunque debería introducir cambios para mejorar la experiencia de uso tanto en modo portátil como en modo sobremesa. También cabe la posibilidad de que Nintendo opte por realizar cambios más profundos y que intente dar forma a una nueva revolución, aunque esto supondría un mayor riesgo, y creo que en esta ocasión es más probable que la compañía nipona apueste por una estrategia más conservadora.

Los cambios más importantes que traerá Nintendo Switch 2 estarán presentes a nivel de hardware, y es que según las filtraciones más recientes, y más fiables, todo parece indicar que dicha consola utilizará un SoC NVIDIA Tegra personalizado que estará basado en el Tegra T234, un chip que deriva del Tegra T239 y que en su versión completa tiene una CPU de 12 núcleos ARM y una GPU Ampere (arquitectura utilizada en las GeForce RTX 30) con 2.048 shaders, 64 unidades de texturizado, 32 unidades de rasterizado, 64 núcleos tensor y 16 núcleos RT.

Nintendo Switch 2 podría utilizar la versión completa de dicho SoC, o también una versión recortada para reducir costes y consumo. Incluso en el peor de los casos, que supondría el uso de una versión con CPU de 8 núcleos y una GPU con solo 1.024 shaders activos, el salto frente a Nintendo Switch sería enorme, y esa nueva consola jugaría con la ventaja de ofrecer soporte de DLSS 2 y de acelerar trazado de rayos por hardware.

El soporte de DLSS 2 sería clave para que Nintendo Switch 2 pueda mover juegos en 1080p con una alta tasa de fotogramas por segundo en modo portátil, y para que sea capaz de ofrecer resolución 4K en modo dock con una tasas de al menos 30 fotogramas por segundo. No debemos olvidarnos de que el DLSS 2 no solo mejora el rendimiento, también puede reducir el uso de la GPU, y eso redundará en un menor consumo de energía y en una mayor autonomía, dos valores clave para una consola portátil.

Nintendo tiene una oportunidad de oro para crear la consola portátil más avanzada del momento, aunque debemos tener en cuenta que ese nuevo SoC tendría que estar acompañado de una mayor cantidad de memoria unificada y del salto a una unidad de almacenamiento SSD. Lo más lógico sería que Nintendo Switch 2 contase, al menos, con 8 GB de memoria unificada y con un SSD de 64 GB, aunque lo ideal sería montar al menos 16 GB de memoria unificada y un SSD de 128 GB.