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Los e-books son muy feos

Un interesante artículo editorial de Wired revela algo en lo que muy pocos medios han incidido: el hecho de que aunque los lectores de libros electrónicos comienzan a popularizarse, no presentan los textos de forma elegante. Las opciones de elección de tipografías y el propio diseño de estos textos digitales es aún demasiado limitado, pero muchos creen que ese será el próximo paso evolutivo de estos dispositivos.

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Un interesante artículo editorial de Wired revela algo en lo que muy pocos medios han incidido: el hecho de que aunque los lectores de libros electrónicos comienzan a popularizarse, no presentan los textos de forma elegante. Las opciones de elección de tipografías y el propio diseño de estos textos digitales es aún demasiado limitado, pero muchos creen que ese será el próximo paso evolutivo de estos dispositivos. 

 

El Kindle de Amazon ha dado un empujón que podría ser definitivo a este mercado, aún en pañales en todo el mundo -y más en nuestro país-. Pero a pesar de su popularidad en medios tecnológicos, este ingenio de Amazon no puede ocultar, como ninguno de sus competidores, el hecho de que la disposición del texto en las pantallas de tinta electrónica está aún muy por detrás de lo que pueden ofrecer los mismos textos en formato impreso, tal y como indican en el artículo de Wired.

 

Fuente: Wired

 

La tipografía, el diseño, las ilustraciones e incluso las imágenes de portada y contraportada también hacen que un libro sea lo que es, pero en los libros electrónicos esa parte se pierde: las ilustraciones son meras imágenes trasladadas burdamente, y las propias imágenes de portada de los libros son escasas adaptaciones de las cubiertas reales del libro impreso.

 

Eso es lo que puede que cambie en el futuro, y es que como indica Andrew Savikas, vicepresidente de Iniciativas Digitales en el gigante O’Reilly Media, «los libros electrónicos actuales están donde estaba la web en sus primeros años. Y algunos de esos libros electrónicos son tan difíciles de leer y de navegar a través de ellos como aquellas páginas de la antigua web«.

 

 

Efectivamente, aunque los lectores de libros electrónicos cumplen su cometido primordial -permitirnos leer textos electrónicos cómodamente- hay limitaciones muy importantes en su usabilidad y atractivo para los usuarios. «Al final el punto clave para los libros electrónicos es la accesibilidad«, afirma Pablo Defendini, un editor de libros de ciencia ficción. «Buena parte de esa accesibilidad reside en asegurarse de que el texto fluye de manera correcta y que las fuentes son las apropiadas, incluso dándole al lector la posibilidad de cambiar eso».

 

Parte del problema de las tipografías reside en el tipo de formatos que se manejan actualmente para la publicación de libros lectrónicos. Mientras que por ejemplo los libros de Amazon se publican con un formato .mobi específico, sería más recomendable que este y otros fabricantes trabajasen con el formato ePub, basado en XML y CSS y que permite mayor control sobre el diseño y disposición del texto. Seguro que no tardaremos mucho en ver cómo esa evolución hacia libros electrónicos «bonitos» se produce finalmente.

 

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