Las GeForce RTX 30 y Radeon RX 6000 triplican ya su precio de venta recomendado

Además de la gran escasez de unidades, sin duda el gran problema al que se está enfrentando la nueva generación de tarjetas gráficas son los especuladores y revendedores. Y es que desde el pasado mes de enero hasta hoy, hemos podido ver cómo las GeForce RTX 30 y Radeon RX 6000 veían poco a poco aumentar su precio de venta recomendado, llegando actualmente al doble de su precio establecido en las GPU de AMD, e incluso a triplicar su precio en el caso de las gráficas de NVIDIA.

Así lo detalla el estudio realizado por 3D Center, que ha recopilado meticulosamente los datos en el transcurso de estos cinco meses con los datos de varios minoristas europeos (principalmente localizados en Alemania y Austria).

Y es que más allá de afectar a los revendedores individuales, estas subidas de precio continúan extendiéndose en los establecimientos y distribuidores oficiales. Algo que ha llevado a que los precios de ambas partes continúen aumentando, llegando a verse subidas de más de 1.000 euros desde enero para algunos modelos. Una situación que además de surrealista, está crispando cada vez más a los usuarios.

Por desgracia, esta situación parece todavía lejos de solventarse, ya que aparentemente no hay nada que pueda cambiar esto en el futuro más inminente y lo que queda de año. Y es que el único cambio que parece proponer NVIDIA es el lanzamiento su nueva serie LHR con una tasa de hash reducida para el criptominado, así como la llegada de otros modelos como las RTX 3070 Ti y RTX 3080 Ti o la serie Radeon RX 6600 de AMD.

Sin embargo, la todavía presente escasez de suministros apunta a que todas estas tarjetas volverán a contar con un número limitado de unidades, y si bien esto podría ayudar a reducir un poco la demanda actual, sigue sin ofrecer una solución a la actual situación de acaparamiento y reventa.

Y es que como bien decíamos el problema de estas GPUs no es tanto la escasez, pudiendo encontrarlas disponibles fácilmente en la web, sino el tremendo aumento con respecto a lo que deberían costar. ¿Seguirán subiendo los precios de manera indefinida? Si la cosa no cambia en un futuro cercano, ¿hasta cuánto estarías dispuesto a pagar?