Rolls-Royce prepara un microrreactor nuclear para la Luna

Al hablar de Rolls-Royce, lo primero que le viene a la cabeza a la inmensa mayoría son sus impresionantes coches (que, en realidad, corresponden a Rolls-Royce Motor Cars). Desde el mítico Phantom, con sus múltiples evoluciones a lo largo de la historia, hasta propuestas que sorprenden a quienes asocian la marca exclusivamente a es tipo de vehículos, como el coupé Spectre o el SUV de superlujo Cullinan, son vehículos que escapan por mucho del alcance del común de los mortales, pero que también son el sueño aspiracional de una parte destacable del mismo.

Menos conocida, aunque tremendamente relevante, es su presencia en el mundo de la aeronáutica, más concretamente en lo referido a motores, en este caso mediante Rolls-Royce Motors, donde hace ya mucho tiempo que juega un papel más que relevante. Desde sus Rolls-Royce Merlin, que motorizaron entre otros a los míticos Supermarine Spitfire de la RAF durante la Segunda Guerra Mundial, hasta los Rolls-Royce Trent que podemos encontrar en airliners actuales de Airbus y de Boeing, por no hablar de innovaciones como la modificación del Rolls-Royce AE 2100 mostrada a finales del año pasado, y que funciona con hidrógeno.

Así, hablamos de una marca histórica, actualmente compartida entre las dos empresas, que en realidad es bastante más innovadora de lo que se suele pensar, algo especialmente aplicable a Rolls-Royce Motors. Y tanto es así que, en los próximos años, la compañía podría llegar a jugar un papel fundamental en los planes más ambiciosos de exploración espacial, que a día de hoy pasan, como ya sabes, por volver a la Luna y establecer presencia permanente o semipermanente y, a continuación, poner el foco en la primera misión tripulada a Marte.

El desafío es colosal en ambos casos, y ya son muchos los agentes implicados en los diversos desarrollos necesarios para tales fines.  Tal es el caso que nos ocupa, y es que Rolls-Royce está desarrollando un microrreactor nuclear diseñado para emplearse en instalaciones lunares. Financiado con fondos públicos británicos, la compañía ya ha podido mostrar un primer modelo conceptual, que marca el punto de partida a un desarrollo complejo, pero con mucho potencial.

Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, Rolls-Royce considera que la primera unidad funcional de este microrreactor puede estar lista dentro de seis años, y que por lo tanto ya se podría emplear en misiones de establecimiento de colonias desde el inicio de la próxima década. No hay datos sobre este dispositivo en concreto, pero la producción estándar de un microrreactor se suele emplazar por debajo de los 50 megavatios, si bien en este caso, debido a las condiciones especialmente particulares en las que tendría que operar, cabe imaginar que su salida será significativamente menor. Como referencia, la NASA asignó contratos a Lockheed Martin, Westinghouse y IX (una empresa conjunta de Intuitive Machines y X-Energy) el año pasado, con el fin de que desarrollen diseños preliminares de un microrreactor de fisión, como el presentado por Rolls-Royce, capaces de proporcionar una salida de 40 kilovatios y que tengan una vida operativa de 10 años.

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