6 mitos del PC relacionados con su mantenimiento

Los mitos del PC son algo muy extendido y que con el paso del tiempo han ido mutando debido a la evolución tecnológica. A eso hay que sumar a muchos técnicos y “entendidos” que siguen operando con los mismos conocimientos que adquirieron hace 10 años o más, por lo que, en muchas ocasiones, terminan dando consejos erróneos.

Dentro de la computación doméstica, la evolución de Windows y la expansión de los SSD han simplificado el mantenimiento, un punto que tradicionalmente ha sido uno de los mayores tendones de aquiles del sistema de Microsoft. Pasar un antivirus, desfragmentar el disco duro y la limpieza del registro han sido durante muchos años rutinas a realizar si se quería tener el sistema operativo en condiciones, pero desde hace un tiempo eso no es tan así (obviamente, aquí entramos en un tema que gira en torno a los matices).

Viendo que muchos mitos del PC siguen a día de hoy muy vivos, vamos a desmontar seis de ellos para intentar arrojar luz sobre cómo proceder correctamente a la hora de mantener el ordenador en algunos frentes. Si bien vamos a centrarnos en Windows, también abarcaremos Linux y macOS en uno de los apartados con el propósito de desmontar la imagen de sistemas “invencibles” que tienen frente al malware y los actores maliciosos.

La situación de los antivirus en Windows

Dentro del espectro Windows, al situación de los antivirus (que técnicamente son antimalware) ha cambiado mucho a partir de la versión 10, ya que desde entonces tiene preinstalado su propia solución de seguridad, llamada Windows Defender en el pasado y Microsoft Defender en la actualidad. Hoy en día usar un antimalware en Windows sigue siendo muy importante debido a que, junto a Android, es el sistema más acosado por el malware (y tradicionalmente ha sido el que más con gran diferencia).

Afortunadamente, Microsoft Defender es un antimalware de bastante calidad según pruebas realizadas por AV-Test, aunque tiene el inconveniente de no trabajar muy bien de manera offline. Si un usuario doméstico tiene cuidado con los lugares a los que accede y con las cosas que descarga, con un repaso regular y relativamente frecuente debería de tener suficiente protección junto a la protección en tiempo real y el contrafuegos del propio Windows. Sin embargo, si el equipo es BYOD o está en un entorno de mucho riesgo, podría ser una buena opción reforzar con una buena solución de seguridad de pago (las gratuitas pueden ser todo un peligro para los usuarios).

Aparte de tener que darle un correcto uso a Microsoft Defender y al cortafuegos, otro aspecto muy descuidado por parte de los usuarios de Windows es el tipo de cuenta empleado de forma predeterminada. Por defecto, Windows invita a usar una cuenta de tipo administrador, cosa que está demostrada que es una de las principales puertas de entrada para el malware. Cambiar esa cuenta de administrador por otra común es algo muy recomendable para minimizar el radio de acción de las amenazas.

Analizando amenazas en Windows 10.

El mito de que los antivirus no son necesarios en Linux y macOS

Tras aclarar el panorama en torno a Windows, vamos a desmontar uno de los grandes mitos del PC: la imagen de invencibilidad que tienen macOS y Linux.

Es cierto que la cantidad de malware contra macOS y Linux es muy inferior al que afecta a Windows, y en el caso de Linux, en la mayoría de la ocasiones apunta más a entornos de servidor que al escritorio.

Entre los usuarios de macOS y Linux está muy extendido el mito de que sus sistemas son invulnerables, pero nada más lejos de la realidad, ya que la cantidad de malware contra esos sistemas no ha parado de aumentar durante el transcurso de la pasada década.

Linux y macOS no arrastran cuestionables decisiones de diseño como el uso por defecto de una cuenta de administrador, pero eso no quiere decir que sean invencibles. Por otro lado, los usuarios de Linux y macOS tienden a centrar demasiado la seguridad en las partes esenciales del sistema, descuidando en muchas ocasiones unos datos personales que suelen ser la gran prioridad del ransomware, por citar un ejemplo. A eso se suma la gran popularidad de la que goza μTorrent entre los usuarios de Mac, una aplicación que perfectamente puede ser considerada como una amenaza pública.

Sí, el uso de una solución antimalware podría ser conveniente incluso en macOS y en un escritorio Linux, sobre todo si el equipo es BYOD o se encuentra en un entorno rodeado de equipos mal mantenidos o muy expuestos, más si estos son Windows. Aparte de la propia infección de Linux o macOS, también es importante tener en cuenta que esos sistemas pueden hacer la función de “seropositivos”, o sea, que pueden transmitir malware sin que les afecte debido a que el sistema objetivo es Windows o Android. Debido a eso, no es extraño encontrar soluciones para Linux y macOS que detectan y eliminan malware dirigido a Windows.

Clamtk, interfaz gráfica para el antimalware ClamAV.

¿Hay que desfragmentar un SSD?

Otro de los mitos del PC está en la desfragmentación de las unidades de almacenamiento presentes en los ordenadores, sobre todo cuando se tarta de lidiar con una unidad SSD.

Aunque en los primeros años se mostraron como una tecnología no del todo fiable, los SSD se han ido puliendo hasta el extremo de desplazar a los discos duros mecánicos en muchos contextos. Es más, los discos duros mecánicos, en la actualidad, son principalmente empleados en contextos en los que la capacidad de almacenamiento prima sobre el rendimiento, y es que, quien prueba un SSD, luego difícilmente regresa a los discos duros mecánicos, más viendo que estos últimos son uno de los principales cuellos de botella que se pueden encontrar en el PC.

Como ya hemos expuesto en ocasiones anteriores, llevar a cabo el clásico proceso de desfragmentación sobre un SSD no es recomendable debido a que se ejerce sobre él una gran cantidad de operaciones de lectura y escritura que acortan su esperanza de vida.

Los Windows modernos incorporan una utilidad de optimización (anteriormente desfragmentación) que, en el caso de los SSD, se encarga de enviar órdenes TRIM para indicar qué bloques de datos ya no se están utilizando con el fin de eliminarlos, manteniendo así el rendimiento de la unidad. Pese a todo, en caso de usar todavía algún disco duro mecánico, sería preferible echar de vez en cuando un vistazo para ver si es necesario aplicar un procedimiento manual para optimizar y mejorar la respuesta.

Optimizador de discos de Windows (antes desfragmentador).

Cuidado con las aplicaciones de limpieza

El uso de las aplicaciones de limpieza está cada vez más cuestionado entre los usuarios de Windows y no es para menos, más viendo que por lo general suelen aportar entre poco y nada de valor y en muchas ocasiones suponen un riesgo para el propio sistema.

Por ahí circulan aplicaciones de limpieza que prometen mejorar el rendimiento a base de limpiar el registro de Windows y eliminar el software innecesario, además de añadir otras posibles características como la actualización de drivers y la desinstalación de programas, que dependiendo del caso pueden requerir pasar por caja para disponer de ellas. Todo eso queda muy bonito sobre el papel hasta que uno se encuentra con la desgracia de que una de esas aplicaciones ha tocado donde no debía, provocando la rotura del sistema operativo.

Entre las aplicaciones de limpieza la más conocida es CCleaner, la cual ha pasado de ser una “mano de santo” a caer en desgracia, hasta el extremo de que su uso ha sido desaconsejado por la propia Microsoft (si bien en la actualidad puede ser encontrada en la tienda de la corporación de Redmond). Eso sí, por ahí siempre ha habido voces que no la han recomendado por lo ya mencionado: la posibilidad de que el sistema acabe roto.

Aparte de la cuestionable situación de las aplicaciones de limpieza, hay que sumar la evolución del propio Windows, que con el paso de las versiones se ha ido volviendo cada vez más resiliente. ¿Quién no tiene a ese amigo que reinstalaba Windows XP cada seis meses? Afortunadamente, si las actualizaciones lo permiten, no es extraño ver una misma instalación de Windows durar años sin dar problemas que terminen requiriendo de una reinstalación para resolverlos.

Eso sí, no hay que confundir lo cuestionable del uso de un software de limpieza con el mantenimiento en términos de seguridad, porque ese frente hay que cuidarlo siempre y no solo en Windows, sino también en iOS, macOS, Linux y sobre todo Android. Windows cuenta con herramientas propias para resolver problemas como el espacio en disco ocupado inútilmente.

CCleaner, una aplicación que sería mejor no usar.

Apagar el ordenador no es malo

Este punto tiene su matices, pero en caso de no usar el ordenador durante largos periodos de tiempo, sería preferible mantenerlo apagado durante esas horas.

La realidad es que los componentes de los ordenadores tienen un tiempo de vida de útil limitado y aquí se pueden destacar los ya mencionados SSD. Mantener un ordenador encendido significa que la unidad de almacenamiento sigue recibiendo corriente e incluso trabaja, porque desde hace mucho tiempo los sistemas operativos para escritorio cargan una gran cantidad de procesos que pueden terminar realizando operaciones de lectura y/o escritura.

Otro aspecto en el que se gana es en el ahorro de electricidad, cuyo precio en España, desde hace tiempo, no ha parado de subir. Aquí el usar un equipo tope de gama probablemente marque una diferencia en la factura de la luz, así que, si no se usa, sería mejor apagarlo.

Borrar un fichero del ordenador no lo borra de verdad

El creer que las herramientas del sistema operativo realmente borran los ficheros y directorios eliminados es otro los mitos del PC que siguen estando extendidos. La verdad es que, cuando se borra un fichero o un directorio de la unidad de almacenamiento, lo que realmente pasa es que se marca el espacio que ocupa como “machacable”, o sea, que se permite sobrescribir en él. En consecuencia, es muy probable que se puedan recuperar los datos eliminados con algún software de recuperación si estos no han sido sobreescritos por otros, aunque hay sistemas de ficheros como XFS que lo ponen más difícil que otros a la hora de llevar a cabo dicho proceso.

Por ahí existe el mito de usar un imán para borrar los datos de forma definitiva, pero lo cierto es que ese método solo sería efectivo sobre unos disquetes que hoy en día no se usan. Sobre un disco duro mecánico moderno es muy poco probable que surta efecto y aplicado en un SSD es directamente inútil.

Para borrar datos de verdad de la unidad de almacenamiento habría que utilizar alguna herramienta que haga varias sobreescrituras hasta que el fichero, carpeta o dato eliminado sea realmente irrecuperable. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas son efectivas a la hora de realizar la tarea.

Si lo que se quiere es eliminar todos los datos de la unidad de almacenamiento, una forma bruta de hacerlo es aplicar decenas de procesos de formateo y reinstalación del sistema sobre la unidad de almacenamiento. Destruir físicamente por dentro la unidad de almacenamiento sería una opción a tener en cuenta dependiendo de las circunstancias.

Conclusión: cuidado con los mitos del PC

Los mitos del PC, desgraciadamente, son algo que siempre nos acompañarán debido a la existencia de los bulos que circulan por Internet y la presencia de técnicos y personas de otros perfiles que no se han puesto al día desde hace años, por lo que manejan conceptos obsoletos que, sobre una unidad SSD, pueden terminar costando muy caro.

Por otro lado tenemos el exceso de confianza de los usuarios. Entre los de Windows hay muchos que sobrestiman las mejoras recibidas por el sistemas operativo a través de sus últimas versiones, mientras que entre los de Linux y macOS todavía hay muchos que creen que emplean algo invencible frente al malware y que por eso no tienen por qué tomar precauciones.