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Análisis

Peugeot Rifter, caminos

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“Deja de intentar de pegarme y pégame.” Morfeo (Matrix, 1999)

Si me hubieses preguntado hace cuatro días qué hacía sentado en este cruce en medio de la nada te hubiera dicho que intentaba decidir por qué camino ir. En el pueblo que está más abajo, a unas dos horas de camino a buen paso, me dijeron que si elegía mal acabaría en la cordillera y que tuviera cuidado entonces con los coyotes y las serpientes de cascabel. Y como no entendí bien cuál era el camino que tenía que coger y tampoco quería emplear otras dos horas o más para llegar al pueblo ya de noche decidí no volver y decidir por mi mismo. Sólo que no había forma de decidirme, no había nada que me diera una pista sobre qué camino tomar para que la ruta fuera la más fácil.

Así que pasó el tiempo y se hizo de noche así que me dispuse a dormir, bajo aquél árbol, el único que hay a simple vista, que poca sombra da con sus cuatro hojas mal contadas. Al día siguiente ya no tenía dos decisiones que tomar sino tres ¿marcho por un camino, por el otro o vuelvo al pueblo a preguntar? Y aunque parezca mentira no pude decidirme. Se que parece evidente que lo mejor era volver sobre mis pasos pero cuando tomo la decisión miro el cruce y siento que me estoy equivocando. Y me vuelvo a sentar a mirar el camino. Y como te he dicho forastero, así he pasado cuatro días, buscando agua y comida pero volviendo siempre a este cruce. Esperando a tomar esa decisión. Así que si me preguntas cuál es el mejor camino me temo que no puedo ayudarte, pero puedo reservarte un sitio bajo el árbol. Creo que hoy tiene un brote nuevo…

La evolución de la movilidad en este siglo y el anterior no siempre ha estado como ahora tan al servicio de lo que realmente necesitan los usuarios. Nunca como antes hemos tenido tantas opciones, en este caso en el mercado automovilístico, para satisfacer las cuitas de los usuarios ya que antes la tendencia era más que el usuario se adaptara a los formatos de automóviles que existían (por ejemplo los utilitarios de tres puertas) que lo contrario. Y esta tendencia cada vez va a más y la industria se adapta también a otras necesidades del comprador como las tendencias tecnológicas con mayor conectividad, carga inalñambrica etc.

Ficha técnica

Un ejemplo muy bueno de esta adaptación de la industria a las necesidades del mercado es el Peugeot Rifter. En realidad se trataría de una versión del fabricante francés de la propuesta de su compañero de grupo, el Opel Combo Life, que ya tuvimos la ocasión de probar, pero con elementos característicos que como veremos marcan una clara diferencia con  respecto al alemán. Se trata de una propuesta eminentemente práctica sin perder de vista las necesidades de los conductores actuales.

Una buena idea

La idea de este tipo de vehículos es cubrir en primer lugar la necesidad de espacio y en vez de hacerlo, como es tendencia actual, con una carrocería SUV o, como era tendencia hasta ahora, en versión monovolumen, proponer un vehículo con forma de furgoneta. De esta forma lo que se obtiene principalmente es aprovechar al máximo el espacio disponible aunque se hagan algunos sacrificios como la aerodinámica y quizás, dependiendo de las sensibilidades estéticas, algo de atractivo visual.

Como propuesta digamos colateral, ambos vehículos quieren dar una imagen de modelos «aventureros», aunque no dispongan de grandes capacidades todoterreno sí que son vehículos robustos y con una capacidad de carga que los hacen ideales para actividades de tiempo libre en las que sea necesario transportar material voluminoso como bicicletas, esquíes…

Con respecto al modelo de Opel, el Rifter tiene un perfil prácticamente idéntico, sin embargo tiene un aspecto más de todoterreno gracias a las protecciones y molduras así como las aletas y detalles de plástico que imitan protecciones en la parte inferior de la carrocería. Sin embargo la altura del coche con respecto al suelo es idéntica por lo que en proncipio no tiene una mayor capacidad para salir del asfalto que el modelo alemán.

Frontal felino

El frontal también es distinto y en vez de lucir una gran rejilla el Rifter tiene una más pequeña en la parte superior donde se coloca el logo del león y otras dos rejillas, una pequeña en el propio parachoques y una bajo el mismo de tamaño parecido a la del Combo Life. Los grupos ópticos también son distintos y tienen un diseño parecido al que lucen el 3008 y el 5008 para completar el aire de familia para este modelo.

Como en el modelo de Opel el acceso a las plazas es especialmente cómodo, con una amplia puerta para entrar en la parte delantera del coche y una puerta corredera para las plazas de atrás que permite acceder al interior de forma muy sencilla y facilita operaciones como modificar la configuración de los asientos o colocar accesorios como sillas infantiles. Las ventanillas son muy amplias a lo que se suma en el modelo que probamos un amplio techo solar lo que proporciona al vehículo una excelente visibilidad y luminosidad interior.

Vida anterior

Al acceder a las plazas delanteras veremos las diferencias más acusadas con el modelo de Opel. El puesto de conducción es distinto y adaptado a la filosofía que pudimos ver en el 3008 con un volante pequeño que permite ver los indicadores por encima del mismo. Pero hay otros detalles que hacen que el puesto de conducción se asemeje más al de un turismo que en el caso del Combo Life como las formas del salpicadero (menos «furgonetiles»), los mandos del volante y la postura de conducción.

En general recuerda mucho al 3008, aunque los acabados están a una altura algo inferior sobre todo por los materiales y tampoco luce los interruptores de diseño tan peculiar que luce el SUV francés. En cualquier caso el interior es bastante cuidado para la filosofía del coche y en general los materiales son de buena calidad y los acabados también, aunque como hemos comentado inferiores a otros modelos de Peugeot.

Luces LED… en el interior

Como en el caso del Opel el Rifter también dispone de un curioso sistema de iluminación y almacenamiento justo debajo del techo que parece un gran fluorescente pero se trata de luces LED que recorren toda la parte superior del habitáculo. También en el Rifter hay numerosos huecos para almacenar objetos e igualmente encontraremos en la parte trasera sobre el maletero un espacio de almacenaje cerrado con puertas correderas de gran capacidad.

El Rifter tiene dos modelos, uno preparado para siete plazas con una longitud mayor y el que hemos probado que acoge a cinco ocupantes. En la parte posterior las plazas son individuales y son muy amplias y tienen mucho espacio tanto en altura como para las piernas, sobre todo si comparamos con un SUV o berlina tradicional, aunque algo menos espacio que en otras furgonetas destinadas al transporte de pasajeros.

Gran maletero

El maletero de este modelo de Peugeot tiene una capacidad grande especialmente en altura y los asientos traseros así como el del acompañante pueden abatirse (aunque no retirarse) para aumentar el espacio a disposición y la longitud máxima de los bultos que queramos transportar. Como pasaba en el Opel el acceso al maletero se hace o bien por apertura del gran portón trasero, que da un excelente acceso pero limita su apertura si tenemos un vehículo o una pared cerca, o bien mediante la apertura de la luneta para pequeños bultos ya que el acceso es más limitado.

Como siempre, antes de disponernos a realizar las pruebas dinámicas echamos un vistazo a las especificaciones técnicas. En este caso el Rifter que pudimos probar montaba un motor diesel de 130 caballos, todo un clásico de la marca del león, con buenas cifras de par. Al ponerlo en marcha enseguida notamos que la insonoricación está más conseguida de lo esperado y se filtra el mismo ruido que lo que cabría esperar en un SUV o berlina Peugeot, más de lo que podríamos imaginar por la concepción y el precio de Rifter.

Al volante

Los primeros kilómetros los hicimos en ciudad y lo cierto es que el volante pequeño y la asistencia de la dirección hacen que tanto la circulación como las maniobras son sencillas con este modelo. Además la buena visibilidad es una ayuda muy importante para un coche de estas dimensiones. Hay que decir que los 130 caballos mueven con agilidad el Rifter en el tráfico sin problemas en semáforos y recuperaciones. Una experiencia agradable que se suma a la insonorización que como decimos es bastante eficaz, por lo menos a bajas revoluciones.

En carretera el Rifter se muestra muy cómodo con una suspensión que absorbe muy bien las irregularidades pero que como contrapartida es algo demasiado blanda a la hora de afrontar zonas viradas al ser un vehículo de cierta altura. Pero estos ligeros cabeceos no llegan a ser más que sutiles sensaciones y la verdad es que una vez cogida confianza podemos afrontar curvas a cierta velocidad sin problemas de estabilidad.

El cambio nos ha parecido que tiene un buen tacto, aunque no está orientado a la conducción rápida ni a cambios muy seguidos ya que le falta algo de precisión. En cualquier caso gracias al par la respuesta del motor es muy elástica y no necesitaremos trabajar demasiado con las marchas para mantener un buen ritmo de conducción. El caso es que el territorio preferido del Rifter es sin duda la autopista.

Para las excursiones fuera del asfalto Peugeot ha incorporado un sistema de selección de comportamiento del coche que comparte con otros modelos. Mediante este selector podemos escoger modalidades de fuera de carretera, mojado, poca adherencia… Hemos podido probar este selector fuera del asfalto y aunque no se nota una gran diferencia sí que el coche consigue una mayor adherencia en las mismas condiciones. Esto unido al buen motor hace que no sea una locura sacar al Rifter al campo para recorrer algún camino de tierra.

Una de las sorpresas agradables ha sido el del consumo, que a pesar de su aerodinámica desfavorable y del peso se ha mantenido sobre los 6 litros a los cien kilómetros en carretera, incluso manteniendo ritmos de conducción altos. En ciudad este consumo sube pero no de forma significativa con lo que es un punto a favor de este modelo de Peugeot sin ninguna duda.

Conclusiones

El concepto del Rifter es interesante (compartido con el Combo Life de Opel y el Citröen Berlingo Multispace) y aunque es cierto que es una forma de aprovechar el chásis de la línea de furgonetas del grupo las marcas han sabido dar forma a una propuesta interesante y cada una de ellas dotarle de cierta personalidad.  En el caso del Rifter nos ha gustado encontrarnos dentro el «aire de familia» del 3008 con el volante de tamaño reducido y otros detalles como los acabados que tienen poco que envidiar a la mayoría de SUVs y monovolúmenes.

Pero lo que más nos ha gustado es el motor y el comportamiento general del coche que ahí sí que no se hace sentir como furgoneta. También a resaltar las características comunes con sus hermanos y que responden a la filosofía del coche perfectamente como la excelente habitabilidad, gran capacidad de carga y gran visibilidad.

Valoración final
7.1 NOTA
NOS GUSTA
Espacio y luminosidad interior
Buenas prestaciones
Gran maletero
Acabados por encima de la media
A MEJORAR
Suspensión algo blanda
No es posible mover ni sacar los asientos
RESUMEN
Otra propuesta similar (mucho) al Opel Combo Life pero con su propia personalidad y un motor que nos ha gustado por respuesta y suavidad. Una solución muy buena para el que busque espacio y pueda sacrificar el tener una carrocería más estilizada y aerodinámica y no le asuste el concepto furgoneta
Prestaciones7
Diseño6.5
Consumo7
Confort7
Sistema de infoentretenimiento8

 

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