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¿Es posible montar un PC para jugar en 1440p por menos de 600 euros?

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Hace un par de meses publicamos una guía dedicada al montaje de un PC para jugar con garantías en resolución 1440p que estaba, además, preparado para afrontar la transición que marcará la llegada de la nueva generación de consolas. Su coste total era de 880 euros, cifra que sube a los 900 euros si tenemos que comprar la placa base nueva.

Con ese equipo disfrutamos de un rendimiento excelente en casi todos los juegos actuales, incluso en aquellos que tienen una optimización muy pobre, como Red Dead Redemption 2 y Control, ¿pero es posible montar un PC para jugar en 1440p con garantías sin superar la franja de los 600 euros? Es una pregunta muy interesante, y vamos a darle respuesta en esta nueva guía.

Ajustar tanto el presupuesto nos obliga a hacer sacrificios importantes, de eso no hay duda, pero ya os adelanto que, a pesar de todo, sí es posible montar un PC para jugar con garantías en dicha resolución, ya que la tarjeta gráfica que necesitamos para jugar en 1440p no resulta demasiado cara, y el resto de componentes tampoco tienen un precio excesivo.

Con todo, hay que tener en cuenta que debemos afinar mucho la configuración para evitar desequilibrios que puedan afectar al rendimiento final del equipo, y que no podremos mover todos los juegos del mercado en 1440p y calidades máximas con 60 FPS totalmente estables. En algunos tendremos que reducir un poco la calidad gráfica y ajustarla a niveles altos si queremos llegar a esos 60 FPS, pero es un sacrificio poco importante teniendo en cuenta el presupuesto en el que nos estamos moviendo.

¿Qué requisitos debe cumplir un PC para jugar en 1440p con garantías?

Debemos establecer una base mínima como punto de partida de la que no debemos bajar, ya que si lo hacemos tendremos problemas que se dejarán notar a corto o a medio plazo. El primer paso es determinar qué plataforma vamos a utilizar, y viendo lo reducido que resulta nuestro presupuesto (menos de 600 euros) la conclusión es clara, optamos por el socket AM4 de AMD.

Ahora mismo podemos encontrar en el mercado una gran cantidad de placas base AM4 con chipset B450 a precios realmente atractivos. Estas placas tienen una larga vida útil, ya que incluso en sus configuraciones más modestas permiten actualizar a los procesadores Ryzen serie 3000 (Zen 2), y cuentan con todo lo que vamos a necesitar tanto a medio como a largo plazo. Es la mejor inversión calidad-precio dentro del presupuesto en el que nos movemos.

Ya tenemos clara la plataforma, ahora debemos responder a otras cuestiones importantes que vamos a dejar definidas a continuación:

  • Procesador: los juegos actuales utilizan cuatro núcleos y algunos requieren ocho hilos para funcionar de forma óptima, así que es ahí donde está el mínimo. Al jugar en 1440p la dependencia de la CPU en juegos es menos marcada que en 1080p, pero sigue teniendo una importancia considerable, así que no debemos reducir demasiado el presupuesto destinado a este componente.
  • Memoria RAM: la mayoría de los títulos actuales funcionan bien con 8 GB de RAM, pero algunos consumen hasta 11 GB y con la llegada de la nueva generación veremos un incremento notable, así que debemos partir de 16 GB de RAM para no limitar demasiado la vida útil del equipo. Si no contamos con suficiente RAM puede que los juegos funcionen, pero notaremos tirones y microparones que harán que la experiencia no sea nada buena.
  • Unidad de almacenamiento: el SSD se está imponiendo. Los precios están un poco inflados, pero ahora mismo lo mejor es afinar el presupuesto para montar un SSD de, al menos, 500 GB, ya que marca una diferencia notable en los tiempos de carga, en la fluidez del sistema y en otros aspectos concretos, como la carga de texturas pesadas en juegos. Con la llegada de la próxima generación de consolas este componente tendrá una importancia cada vez mayor.
  • Tarjeta gráfica: es el pilar central del equipo, y por ello debemos destinar la mayor parte del presupuesto, aunque sin caer en desequilibrios demasiado grandes. Es importante que cuente con más de 4 GB de memoria gráfica y que ofrezca una potencia suficiente como para configurar cualquier juego actual en calidades altas o muy altas manteniendo una buena fluidez.

Bien, ya tenemos definida la base que necesitamos, así que ahora solo nos queda entrar a elegir los componentes que van a dar forma a este PC para jugar en 1440p con garantías por menos de 600 euros. Poneos cómodos, que empezamos.

Placa base: GIGABYTE B450M S2H

Tenemos un presupuesto muy limitado, así que hemos ajustado al máximo la elección de la placa base, pero sin caer en excesos. Hemos elegido la GIGABYTE B450M S2H porque es un modelo que cuenta con todo lo que necesitamos para montar este equipo, ofrece una calidad de construcción bastante buena, cuenta con una ranura para SSD M.2 PCIE NVMe, soporta memoria DDR4 de alta velocidad, nos permite hacer overclock y cuenta con disipación pasiva en zonas clave (VRM y chipset).

Esta placa base ofrece mucho por lo que cuesta, de hecho ahora mismo no hay nada mejor en relación calidad-precio por menos de 60 euros. Con ella podremos ampliar, si lo necesitamos, a un procesador Ryzen 7 3700X sin problema.

Podemos conseguirla por 59,98 euros.

Alternativa: si tenemos un presupuesto mayor podemos hacernos con una GIGABYTE B450 AORUS M, que cuenta con un diseño y una construcción superior, y ofrece un conjunto de prestaciones mucho más completo. Cuesta 91,98 euros.

Procesador: Ryzen 5 1600 AF

Ha subido un poco de precio, pero este sigue siendo el mejor procesador que podemos comprar ahora mismo para montar un PC para juegos con un presupuesto ajustado. Está basado en la arquitectura Zen+ y fabricado en proceso de 12 nm, y gracias a su configuración de 6 núcleos y 12 hilos no solo puede mover cualquier juego actual con todas las garantías, sino que además, está preparado para afrontar la transición que marcarán las consolas de nueva generación.

Viene con un ventilador Wraith Spire que permite mantener sus temperaturas bajo control, incluso aunque nos atrevamos a hacer un poco de overclock. Podemos encontrarlo por 109,90 euros.

  • Arquitectura Zen+ en proceso de 12 nm.
  • Seis núcleos y doce hilos a 3,2 GHz-3,6 GHz, modo normal y turbo.
  • Admite overclock con chipsets B350 y superiores.
  • 16 MB de caché L3.
  • TDP de 65 vatios.
  • Compatible con el socket AM4.

Alternativa: no hay ninguna alternativa disponible ahora mismo que realmente valga la pena, ya que el Ryzen 7 2700 ha subido de precio y ronda ahora mismo los 200 euros. Sería mejor invertir ese dinero extra en mejorar antes la tarjeta gráfica de este PC.

Tarjeta gráfica: PowerColor Red Dragon Radeon RX 580 8 GB GDDR5

La serie Radeon RX 580 de AMD se mantiene como la mejor alternativa para jugar en 1080p y 1440p sin tener que hacer una gran inversión.

La versión de 8 GB nos permite configurar al máximo juegos con una alta demanda de memoria gráfica, como DOOM Eternal, por ejemplo, y está mejor preparada para afrontar la transición que viviremos con la llegada de Xbox Series X y PS5. No hay una gran diferencia de precio entre las versiones de 4 GB y las de 8 GB, así que es mejor optar por la segunda siempre que nos sea posible.

Hemos elegido la PowerColor Red Dragon Radeon RX 580 con 8 GB GDDR5 porque ofrece todo el rendimiento que necesitamos para montar un PC capaz de mover juegos en 1440p con garantías, y porque está rebajada a 169,90 euros.

  • Núcleo gráfico Polaris 20.
  • 2.304 shaders.
  • GPU a 1.350 MHz.
  • 144 unidades de texturizado.
  • 32 unidades de rasterizado.
  • Bus de 256 bits.
  • 8 GB de GDDR5 a 8 GHz efectivos.
  • TDP de 185 vatios. Requiere un conector de 8 pines. Nos nos hará falta una fuente con 27A y 500 vatios.

Alternativa: si tenemos un poco más de presupuesto la GTX 1660 Super es una excelente alternativa, sobre todo ahora que podemos conseguirla por 205,95 euros.

Memoria RAM: G.Skill FlareX DDR4 a 3.200 MHz (8 GB x 2)

Como dijimos la memoria es fundamental y necesitamos, al menos, 16 GB de memoria RAM para asegurarnos un buen rendimiento. Dado que hemos montado un procesador Ryzen 5 1600 AF también necesitamos montar módulos de alta velocidad en doble canal para que éste pueda desarrollar todo su potencial, y es que, como ya saben nuestros lectores habituales, el rendimiento de los procesadores Ryzen se ve afectado en gran medida por la frecuencia de la memoria RAM.

El mínimo para evitar que la RAM frene demasiado a un Ryzen son 2.666 MHz. Nosotros hemos optado por un kit G.Skill FlareX de DDR4 a 3.200 MHz con latencias CL16 en dos módulos de 8 GB cada uno, lo que nos permite alcanzar tanto el nivel óptimo de cantidad de memoria como el nivel óptimo de velocidad y de latencias.

En resumen, hemos dado en el clavo, y el precio es bastante razonable, 90,80 euros.

Alternativa: podríamos optar por memorias a 3.000 MHz para ahorrar entre 5 y 10 euros, o montar otros kits con iluminación LED RGB si queremos dar un toque de color al equipo. No merece la pena montar RAM a mayor frecuencia con la configuración de este PC, ni superar los 16 GB.

Almacenamiento: SSD Integral PCIE NVMe de 512 GB

La unidad de almacenamiento es un quebradero de cabeza importante en cualquier PC de bajo presupuesto para juegos. Podríamos montar un HDD de alta capacidad y un SSD de baja capacidad para dar forma a una configuración equilibrada, pero con el presupuesto que tenemos creo que es mejor optar directamente por un SSD PCIE NVMe económico.

En este caso hemos optado por el SSD Integral PCIE NVMe de 512 GB, que alcanza velocidades de 2.000 MB/s y 1.600 MB/s en lectura y escritura secuencial. Con él podremos tener instalados varios juegos de forma simultánea y no tendremos que hacer grandes sacrificios. Si en un futuro necesitamos más espacio podemos montar un SSD SATA de bajo coste o un HDD.

Podemos conseguirlo por 77,55 euros, vendido y gestionado por Amazon, con toda la fiabilidad que ello supone.

Alternativa: si podemos gastar un poco más lo mejor es montar directamente el Crucial P1 CT1000P1SSD8, que tiene 1 TB de capacidad, alcanza velocidades de 2.000 MB/s y 1.750 MB/s en lectura y escritura secuencial y cuesta 127,11 euros.

Fuente de alimentación: NOX HUMMER X 500W Bronce semimodular

Tenemos un PC que no presenta un consumo elevado, de hecho el único componente que es un poco más «tragón» es la tarjeta gráfica, así que esta es la que delimita la fuente que vamos a necesitar.

Para completar un montaje sólido y con garantías necesitamos una fuente de alimentación de 500 vatios que cumpla con el estándar mínimo de calidad, y que cuente con un diseño modular o semimodular para que podamos gestionar el cableado de forma eficiente.

Hemos optado por la NOX HUMMER X 500W Bronce porque cumple con todo lo que necesitamos. Tiene potencia suficiente para mover este PC sin problemas, alcanza los 41A en el carril de 12V (necesitamos mínimo 27A para este PC), cuenta con certificación 80 Plus Bronce, viene con dos conectores PCIE de 6+2 pines y tiene un diseño semimodular que nos ayudará a reducir el cableado innecesario.

Una excelente compra por su buen valor calidad-precio. Cuesta 49,99 euros.

Alterantiva: no es necesario comprar nada superior para este PC. Podríamos optar por una alternativa más económica para ahorrar 10 o 15 euros, pero estaríamos renunciando al diseño semimodular y sacrificando prestaciones. No vale la pena.

Torre: Mars Gaming MCX ATX Cristal

Este componente se puede variar en función del gusto personal de cada uno, siempre que tengamos cuidado y nos aseguremos de que el modelo que vamos a elegir tiene espacio para albergar todos los componentes que hemos escogido, y que nos permite crear un buen flujo de aire.

El PC que hemos montado tiene unas necesidades térmicas mínimas, la placa base es de tipo micro-ATX y la tarjeta gráfica tiene una longitud de 25,5 centímetros, así que es fácil encajar esta configuración en casi cualquier tipo de torre.

Hemos elegido la Mars Gaming MCX ATX Cristal porque ofrece un buen valor por lo que cuesta, y porque tiene una estética bastante bonita. Viene con un ventilador trasero y tiene un precio de 39,68 euros.

Alternativa: como hemos dicho podéis elegir otra torre que os guste más, pero tened en cuenta lo que hemos indicado anteriormente. La placa base GIGABYTE B450M S2H solo permite conectar un ventilador adicional, así que si queréis montar más en la torre vais a necesitar un cable «splitter».

Notas finales: coste total y rendimiento

El precio total de esta configuración es de 597,80 euros, lo que significa que hemos cumplido con el objetivo de mantener el coste por debajo de los 600 euros, ¿pero de qué es capaz este PC? ¿Puede realmente con juegos actuales en 1440p? Sin duda, y ofrece una excelente experiencia de uso en general gracias al SSD PCIE NVME.

Os hemos ido ofreciendo alternativas a cada componente para que tengáis opciones con las que personalizar un poco más la build principal. Personalmente creo que deberíais priorizar, si tenéis un poco más de presupuesto, la mejora de la tarjeta gráfica y del SSD, justo en ese orden. Así, por ejemplo, si podéis gastar 700 euros lo ideal sería montar la GTX 1660 Super y el SSD de 1 TB.

Sé que estáis deseando ver qué es capaz de ofrecer este equipo, así que no os entretengo más. Este es el rendimiento que ofrece la configuración base (Ryzen 5 1600 AF, 16 GB de RAM y RX 580 con 8 GB):

  • Shadow of the Tomb Raider: 1440p, calidad muy alta y DirectX 12 con medias de 40 FPS.
  • Resident Evil 2 Remake: 1440p, calidad máxima y DirectX 11 con medias de 58 FPS.
  • Battlefield V: 1440p, calidad máxima y DirectX 11 con medias de 62 FPS.
  • Red Dead Redemption 2: 1440p, calidad alta y DirectX 12 con medias de 35 FPS.
  • DOOM Eternal: 1440p, calidad máxima (ultra-pesadilla) y Vulkan con medias de 65 FPS.
  • The Witcher III: 1440p, calidad máxima y DirectX 11 con medias de 46 FPS.

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