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Reconstruyen la primera máquina contra el cifrado Enigma que puso contra las cuerdas al mundo

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Dicen las crónicas que el descifrado de los códigos de las máquinas Enigma usadas por el ejército alemán adelantó el final de la Segunda Guerra Mundial al menos dos años y ahorró al mundo una tragedia aún mayor evitando millones de muertos adicionales.

Alan Turing está considerado uno de los «padres» de la ciencia de la computación por sus aportaciones a los primeros computadores electrónicos programables digitales; a los avances teóricos de Inteligencia Artificial; la introducción del concepto de la Hypercomputación; la máquina de Turing y otros cuantos avances más de este genio de las matémáticas.

También está considerado como un héroe de guerra (aunque el gobierno del Reino Unido fuera responsable de su muerte prematura) porque su contribución dirigiendo la sección Naval Enigma del Bletchley Park, fueron clave para terminar de descifrar los códigos nazis en la Segunda Guerra Mundial y en particular los codificadores de teletipos FISH y las máquinas Enigma.

Máquinas Enigma, el mundo contra las cuerdas

Estás máquinas de rotores permitían cifrar y descifrar mensajes y fueron usadas por todas las fuerzas armadas alemanas desde finales de los años 20 y también por el bando sublevado durante la Guerra Civil española con una veintena de máquinas vendidas por Hitler a Franco para comunicación secreta con sus generales.

El equipo británico dirigido por Turing fue definitivo para descifrar el funcionamiento de las máquinas Enigma, pero antes otros especialistas en toda Europa (polacos, franceses o españoles) ya habían trabajado contra esta máquina infernal. Uno de ellos fue el criptólogo polaco Marian Rejewski, otro de esos genios poco reconocidos, pero que fue uno de los primeros precursores de la máquina conocida como «Bombe» creada por Turing.

Ahora, un alumno de ingeniería de Cambridge ha construido una réplica completamente funcional de un ciclómetro polaco de la década de 1930 creado por Rejewski. La réplica ha tardado más de un año en completarse y ha contado con los generosos fondos del King’s College, en un proyecto de reconocimiento y vínculo entre el especialista polaco y Alan Turing que estudió y trabajo en la misma Universidad.

Que se sepa, esta máquina de Rejewski fue el primer ciclómetro electromecánico basado en hardware que funcionaba antes de la Segunda Guerra Mundial. Las máquinas originales fueron destruidas en 1939 para evitar que cayeran en manos de los invasores alemanes.

«Los éxitos en Bletchley Park son bien conocidos en el Reino Unido y, aunque la contribución polaca es apreciada, creo que su alcance y significado exactos no son ampliamente reconocidos», ha explicado el creador del proyecto. «Investigando sobre Rejewski y sus colegas, quería descubrir más sobre sus esfuerzos, y cuanto más miraba, más interesante se volvía la historia: es notable lo avanzado que eran los polacos en su comprensión de las máquinas Enigma en comparación con los británicos en 1939″.

De hecho, los polacos fueron los primeros en descifrar el código de Enigma antes del inicio de la gran guerra, usando varios sistemas, métodos matemáticos complicados de alto nivel y máquinas especialmente diseñadas. «Su trabajo y conocimiento demostraron ser incalculables, y sentaron las bases para el éxito posterior de los aliados en el equipo dirigido por Turing en Bletchley Park», aseguran desde Cambridge.

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