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Sony considera «inadecuada» la propuesta de Microsoft de compartir Call of Duty durante tres años

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Call of Duty

La compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft ha dejado muy en el aire la presencia de los títulos de la primera en las consolas PlayStation. Sony, obviamente, es consciente de ello y no ha dudado en criticar en diversas ocasiones la operación llevada a cabo por el gigante de Redmond.

Tras el acuerdo entre Activision-Blizzard y Microsoft, esta última ha propuesto a Sony que las futuras entregas de Call of Duty también aparezcan en PlayStation durante los próximos tres años. Sin embargo, Jim Ryan, CEO de PlayStation, ha respondido a dicha proposición diciendo que “después de casi 20 años de Call of Duty en PlayStation, su propuesta fue inadecuada en muchos niveles y no tuvo en cuenta el impacto en nuestros jugadores”.

De completarse la operación, Activision-Blizzard pasaría a ser parte de Microsoft y desde entonces solo podría publicar en las plataforma que su compañía matriz autorice. Viendo que Microsoft compite con Sony en consolas y en servicios vía streaming, está claro que el gigante de Redmond busca reforzar su catálogo de videojuegos exclusivos frente a la competencia.

Como ya hemos dicho, Sony no se ha molestado en disimular su disgusto, así que Microsoft ha decidido salir a la palestra para acusar a la compañía japonesa de hipocresía debido a los acuerdos que ha alcanzado para agenciarse títulos como Deathloop, Ghostwire Tokyo y el remake de Final Fantasy VII, que no han sido lanzados para Xbox. A esos movimientos se pueden sumar las adquisiciones de Bungie y de Savage Game Studios.

Además de las críticas públicas por el acuerdo con Activision-Blizzard y la oferta de Microsoft en torno a Call of Duty, Sony está maniobrando ante diversos reguladores como resorte para impedir que el proceso de adquisición se complete. Aquí se puede destacar a la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) de Reino Unido, cuya investigación de Fase 1 ha concluido que el acuerdo entre Activision-Blizzard y el gigante de Redmond puede “dañar a los rivales”, principalmente a Sony. Si decimos que la CMA fue la primera en torpedear la compra de ARM de por parte de NVIDIA, uno puede llegar a pensar que Microsoft se ha encontrado, aparentemente, con un obstáculo importante.

Recordamos que Microsoft llegó a un acuerdo para hacerse con Activision-Blizzard a cambio de pagar unos 68.700 millones de dólares. De autorizarse la operación, estaríamos hablando del segundo gigante del videojuego que pasaría a ser propiedad de Microsoft, que en el año 2020 se hizo con Zenimax a cambio de unos 7.500 millones de dólares.

Independientemente de quien haya empezado, que Sony y Microsoft se refuercen a base de comprometer o comprar a terceros es un perjuicio para los consumidores, no solo porque las exclusividades de una priva de títulos a la otra, sino porque pone las bases de un duopolio que podría impedir que otros competidores se sumen a la carrera. De hecho, en estos debates muchos se olvidan de Nintendo, que ha logrado con Switch recuperar a parte del público “hardcore” que le dio la espalda hace década y media.

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