Conecta con nosotros

Noticias

Al CD aún le queda mucha cuerda

El legendario Compact Disc acaba de cumplir nada menos que 26 años, y a pesar de su veteranía, su uso en la industria (sobre todo, la musical) es absolutamente imparable. Tal y como van las cosas, parece que tendremos CD para rato. El formato nació oficialmente el 17 de agosto de 1982, y aunque su expansión inicial fue lenta, la aparición de CDs vírgenes y de regrabadoras supuso toda una revolución para un estándar mítico.

Publicado

el

El legendario Compact Disc acaba de cumplir nada menos que 26 años, y a pesar de su veteranía, su uso en la industria (sobre todo, la musical) es absolutamente imparable. Tal y como van las cosas, parece que tendremos CD para rato. El formato nació oficialmente el 17 de agosto de 1982, y aunque su expansión inicial fue lenta, la aparición de CDs vírgenes y de regrabadoras supuso toda una revolución para un estándar mítico.

 

Cuentan que el CD tenía 74 minutos de duración por una petición expresa del director de orquesta Herbert von Karajan al presidente de Sony, Norio Ohga, en aquella época. Ambos eran buenos amigos, y al hablar del formato que Sony planeaba Karajan le dijo: «hazlo como quieras, pero como mínimo debe caber la novena sinfonía«.

 

 

Ese fue el inicio de un tipo de discos que desde entonces no han parado de llegar a todos los rincones del mundo. Los inicios fueron complicados: los reproductores eran caros y las distribuidoras musicales tardaron en adaptarse a los tiempos digitales, pero finalmente todas aceptaron el CD como formato de facto en lugar de los tradicionales vinilos.

 

Luego llegaría su compromiso con la informática: el formato CD-ROM supuso una revolución para almacenar datos en este tipo de medio, y pronto esa buena relación se vio completada con formatos grabables (CD-R, CD-RW) que definieron el éxito absoluto del Compact Disc tanto en el mundo del audio como en el de la informática.

 

 

Sorprendemente, el DVD no ha hecho que el formato desaparezca. La industria musical tiene buena parte de culpa, ya que el CD de audio sigue siendo el medio masivo de distribución de música, pero parece que la evolución de las tecnologías de compresión de audio no han avanzado tanto como para justificar un cambio de medio. De hecho, más bien ha sido al revés: la única amenaza (tímida) que ahora hace frente al CD es la vuelta de los vinilos, con un sonido que los audiófilos consideran más puro y cálido.

 

Sea como fuere, parece que tendremos CD para rato. ¡Felicidades!

Lo más leído