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SSD PCIe, otro nivel para tu PC a un coste elevado
SSD PCIe apunta fuerte como la solución de almacenamiento masivo en ordenadores de sobremesa, pero ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Podemos prescindir definitivamente de los discos duros? ¿Cuánto cuestan? ¿Merece la pena su compra hoy?
El almacenamiento sólido se ha convertido en el estándar de almacenamiento en dispositivos de movilidad, en smartphones, tablets y también en portátiles, como vimos en el pasado CES donde 9 de cada 10 portátiles presentados lo usaban. Ciertamente la mayoría eran equipos de gama alta pero ya estamos viendo actualizaciones de catálogo con SSD para todas las gamas y la tendencia indica que en un futuro (no demasiado lejano) pocos portátiles se pondrán a la venta con discos duros.
Hemos hablado a fondo de sus principales ventajas, de los aspectos a considerar a la hora de su compra o un montaje práctico de una unidad, pero hoy queríamos detenernos en las SSD PCIe, otro nivel para tu PC siempre que tengas un presupuesto generoso.
SSD PCIe – Ventajas
La mayoría de unidades de estado sólido para venta en retail se ofrecen en formato estándar de 2,5 pulgadas y conexión a la interfaz SATA. Pueden utilizarse directamente en portátiles y también en PCs de sobremesa mediante un adaptador a 3,5 pulgadas o (modo chapuza), directamente sujetado en una bahía libre. Los fabricantes también los montan en equipos nuevos aunque la tendencia es utilizar formatos M.2 mucho más pequeños (tanto pinchados como soldados en placa) y que pueden conectarse tanto a SATA como PCIe.
El formato M.2 con tamaño inferior al de una tarjeta de crédito y grosor de un módulo de memoria RAM es ideal para portátiles y también están comenzando a llegar para sobremesas en placas base que los soporten. Las SSD PCIe es otra de las soluciones de almacenamiento disponibles, en un formato de tarjeta pinchada en un slot PCI Express (similar a una gráfica dedicada u otras tarjetas de expansión), ideal para máquinas de sobremesa. También puedes encontrar formatos M.2 con un adaptador para tarjeta que funciona de la misma manera:
Las ventajas sobre las conectadas a SATA son evidentes, comenzando por un rendimiento muy superior. Si SATA III nos ofrece una velocidad de transferencia de datos hasta 600 MB/s, utilizar un bus como PCIe nos permitiría (teóricamente) alcanzar hasta 32 GB/s bidireccionales usando una ranura PCIe 3.0 x16. La nueva norma PCI-Express 4.0 duplicará incluso el ancho de banda de la v 3.0, lo que muestra el potencial de este bus para sistemas de almacenamiento.
Las soluciones actuales ni se acercan al máximo teórico de la norma porque utilizan normalmente una ranura x4 pero aún así, multiplican por cinco el rendimiento en transferencia de datos en lectura (de 3 a 4 veces en escritura) que ofrece una SSD a SATA. De 500 MBps a 2.500 MBps. Como media, porque modelos como la Samsung PM1725 alcanza 5.500 Mbytes por segundo en lectura. Ahí es nada.
SSD PCIe – Soporte y Montaje
Para soportar estas nuevas SSD, la industria creó una especificación dedicada que verás denominada como NVM Express, NVMe o NVMHCI. Reemplazo del actual AHCI, fue diseñada desde cero como una interfaz de dispositivo lógica que soportase SSD PCI, las M.2 y también SSD de 2,5 pulgadas aunque éstas son menos utilizadas.
NVM Express ofrece un aprovechamiento máximo del ancho de banda de las unidades de estado sólido y ofrece otras mejoras en eficiencia energética en modo hibernación o suspensión. Señalar que esta especificación permite que el equipo reconozca la SSD como primer dispositivo de arranque (o único si queremos eliminar los discos duros), permitiendo la instalación del sistema operativo.
La norma es soportada en placas base con chipset Z97, Z170 y X99, nuevas y antiguas, mediante una actualización de la BIOS. Soporta todos los sistemas operativos principales, Windows, Mac OS X, Linux, FreeBSD o Chrome OS. En SourceForge está disponible un controlador NVMe de código abierto para UEFI.
El montaje de una SSD PCI es tan simple como pinchar la tarjeta en un slot PCI disponible, sin necesidad de cableado o tornillería y con reconocimiento automático de la unidad en la BIOS igual que haría con un disco duro o SSD SATA en placas soportadas.
SSD PCIe – Modelos y Precios
Aunque su futuro en PCs es claro por todo lo expuesto, SSD PCIe es hoy un formato minoritario por la limitación de su soporte y por el superior precio de venta respecto a los discos duros o las SSD SATA.
Aunque el precio de las memorias flash (base de las SSD) no han dejado de bajar, cualquier búsqueda de precios revelará que una SSD PCI es bastante más cara que una SSD a SATA con la misma capacidad. Se nota especialmente en la gama alta. Si en un portátil podemos conformarnos con una capacidad -por ejemplo- de 256 Gbytes, en un PC de sobremesa necesitamos modelos superiores si lo que pretendemos es eliminar los discos duros internos.
Una buena estrategia (que ya usamos muchos con SSD SATA) pasa por incorporar una SSD PCI de pequeño tamaño para instalar el sistema y aplicaciones principales, manteniendo los discos duros como medios de almacenamiento masivo.
También existe la posibilidad de adquirir una SSD M.2 y un adaptador HHHL para pincharlas en placa. Eso sí, cuidado con la M.2 que compras porque el formato soporta SATA o PCIe (nunca ambos) y necesitarás adquirir la segunda para el máximo rendimiento. O hay otras que solo soportan PCI 2.0 con menor velocidad…. En definitiva, mira bien todas las especificaciones antes de la compra.
Fórmulas variadas para soportar estas SSD conectadas a PCIe, el futuro del almacenamiento en PC aunque de momento precio y soporte limitan su expansión. Si vas a montar una estación de trabajo profesional o un PC grado entusiasta, tendrás que tenerlas en mente.
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