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Análisis

Citröen C4 Cactus, conversos

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«Volveré cuando oscurezca» Reverendo Harry Powell (La noche del cazador, 1955)

Un día me encontré por la calle a una persona de edad avanzada que iba caminando muy lentamente por la calle. Llegaba tarde al trabajo pero aún así me detuve para verle, algo en él desprendía un especial magnetismo. El caso es que no llevaba bastón y no caminaba de forma titubeante como esos ancianos que es evidente que tienen cierta dificultad para andar por problemas con las caderas o articulaciones. Nada de eso, caminaba erguido y seguro con una cálida sonrisa en la cara pero muy lentamente. Son esas cosas que llaman la atención y se te quedan rondando en la cabeza todo el día hasta que llegas a casa y la recuestas sobre la almohada y desaparecen. Pero la imagen de esta persona con pinta de patriarca mirando a su alrededor casi con sorpresa y caminando con tal lentitud no me abandonaba.

Al día siguiente he de decir que de forma inconsciente me forcé a estar a la misma hora en el mismo sitio a pesar de que esta vez podría haber llegado pronto al trabajo, a pesar de haber dormido poco. Pero tenía que encontrarme otra vez con él. Y ahí estaba, con su traje marrón, una gorra gris que le quedaba algo grande, la barba blanca y unos ojos azules y risueños que parecía que estaban viendo algo más allá del deprimente espectáculo de una calle ajetreada de una gran ciudad. Vi cómo un joven con mucha prisa se tropezaba con él y le tiraba el bastón sin dignarse a mirar atrás. Me precipité a recoger el bastón que el se disponía a recuperar incluso con mayor lentitud. Entonces le miré a los ojos y no pude resistirme a preguntar si tenía alguna enfermedad o algún problema. Tardó una eternidad en coger el bastón, luego levantar la gorra, rascarse la cabeza, volver a colocarla y por fin volver a mirarme a los ojos. «No, simplemente no tengo prisa». Desde ese día soy un poco más feliz.

Un cactus no necesita mucha agua no solamente para vivir, sino para alegrar la vista. Además es una planta práctica ya que ofrece sombra y en casos extremos incluso puede salvar la vida de algún que otro explorador del desierto con poca previsión para llevar suficiente agua. Y por eso Citröen eligió Cactus como nombre para una línea de vehículos que han sido diseñados y producidos para ser sencillos en su concepción y parcos en consumo. Un acercamiento popular a la movilidad con la practicidad y austeridad del cactus como razón de ser.

Ficha técnica

Por supuesto que no es la primera vez que los fabricantes han optado por la austeridad y la practicidad como razón de ser de una línea o modelo de coches, con ilustres antepasados como el VolksWagen Beetle o el mismísimo Ford T, pionero en muchos aspectos de la nueva era de la automoción. La peculiaridad de la línea Cactus de Citröen es que no solamente opta por esta filosofía sino que hace gala de ella con un diseño y una combinación de colores peculiar y distintiva tanto en el exterior como en el interior del coche.

En nuestro caso hemos probado un C4 Cactus, un coche con un tamaño que lo hace práctico incluso para familias y que tiene muchos detalles que lo distinguen no solamente por practicidad sino por la mencionada personalidad. En el diseño exterior encontramos en los laterales los inconfundibles rectángulos de color que distinguen a esta serie y una combinación de color de las muchas disponibles que permiten cierta personalización a la hora de encargar el coche.

Original

En nuestro caso el C4 Cactus para la prueba lucía color blanco con elegantes molduras en negro y ciertos detalles en color rojo como el interior de los alojamientos de los faros antiniebla y el borde de los detalles de los adornos rectangulares de las puertas (que funcionan también como inteligentes protectores para la pintura de la carrocería). Como veremos estos detalles en rojo se repiten en el interior para dar esa personalidad de la que hablamos.

El frontal del coche es muy original y da la impresión de que estamos ante un coche más grande y no un  compacto. Hay una zona superior del morro con unos faros afilados que se funden con una rejilla metálica que se une en el centro en el clásico «chevron» de la marca. En el centro la rejilla de ventilación de nido de abeja está flanqueada por dos faros de gran tamaño y finalmente una tercera rejilla en la parte inferior, dividida por la mitad, también flanqueada en este caso por los faros antiniebla.

La linea lateral es algo más anodina con un aire a monovolumen y pilares estrechos que favorecen mucho la visibilidad. Una moldura negra recorre toda la parte inferior imitando a las defensas de los todoterreno dando al conjunto un aspecto robusto. En las puertas estas molduras son más anchas y con decoraciones en forma de trapecio y rectangulares con los bordes redondeados que como mencionamos sirven de detalle estético pero también para proteger de los golpes fortuitos.

Plástico bien puesto

En definitiva mucho plástico pero muy bien repartido y muchos detalles de personalidad como las líneas oscuras que llevan el logotipo de Cactus en el pilar C o la tapa del depósito que recorta en parte el guardabarros trasero y por tanto lleva una muesca negra en la parte inferior. También las llantas nos han parecido originales, con el logo de la marca francesa en el centro y un diseño geométrico plateado que combina bien con los detalles que dan «personalidad Cactus» al C4.

Como hemos adelantado en el interior la apuesta sigue e incluso sube. En la parte delantera encontramos el peculiar indicador de velocidad que aunque da muy poca información (por ejemplo no dispone de cuentarrevoluciones y no da información de la autonomía) tiene la virtud de ser sencillo y tener una excelente visibilidad. El resto de acabados son de plástico de una calidad no muy alta, pero llenos de originalidad y diseño.

El plástico del salpicadero tiene un tacto rugoso y es de color rojo en nuestro caso. Los tiradores de las puertas imitan al cuero y tienen pespuntes con elementos de plástico del mismo color en las puertas en las zonas en las que vamos a meter la mano para cerrar. La parte superior de la guantera también tiene un diseño original con el mismo plástico rugoso y con unos puntos negros en relieve además de más detalles de imitación de cuero con pespuntes que la recorren en dos puntos y que llevan al cierre de la misma.

Chocan estos detalles de diseño con algunos elementos plásticos de calidad bastante más baja como la zona inferior del salpicadero en la que se encuentra el enchufe de carga, el botón de arranque (disponible en el acabado de nuestra versión) y la zona para apoyar el teléfono móvil. Además se trata de un espacio muy estrecho por lo que será difícil meter un smartphone sin que se caiga.

La pantalla del sistema de información y entretenimiento es de siete pulgadas y se le ha colocado un marco excesivamente grande por lo que la impresión es que parece más pequeña de lo que es. La calidad es algo justa, sobre todo en momentos de mucha luz solar. Los botones son todos táctiles, un problema para accionar algunas opciones sin tener que mirar a la pantalla. En general el sistema funciona bien y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto para poder manejar ciertas aplicaciones del móvil.

Asientos cómodos

Los asientos delanteros son cómodos y el tacto del tejido es bueno. Además el detalle de los dos colores es original y agradable. Lo que hemos encontrado algo justa es la sujección lateral, aunque no se trata de un coche deportivo es una carencia que vamos a notar, aunque no demasiado, en terrenos virados. En cambio el espacio es más que suficiente para personas altas y es posible regular el volante en profundidad y altura por lo que podemos encontrar la posición de conducción sin problemas.

En las plazas traseras el principal inconveniente es que la apertura de las ventanillas no es la usual y se abren mediante una bisagra y un sistema de fijación mecánica. Esto penaliza la ventilación y la comodidad de apertura, sobre todo en marcha. Por lo demás el espacio es bueno tanto en anchura como en espacio para las piernas y en altura. Eso sí, la banqueta es prácticamente corrida con muy poco relieve por lo que en terrenos virados nos pondremos cariñosos con nuestros compañeros de viaje.

Maletero con potencial

En lo que respecta al maletero el espacio es generoso y muy regular aunque también muy espartano sin apenas ganchos u otros elementos como portabolsas y una bandeja para cubrir equipajes de aspecto de baja calidad. Sin embargo muy sencillo el sistema de abatir los asientos, incluso el delantero por lo que conseguiremos una superficie de carga casi plana en muy poco tiempo. La capacidad del maletero es de 348 litros hasta un máximo de 1.170 con los asientos abatidos.

Conduciendo el cactus

Lo primero que nos ha parecido sorprendente del C4 es que es un coche silencioso y cómodo, más de lo que se podría esperar de su franja de precio, que no es low cost pero sí que se encuentra en la franja baja con respecto a su competencia. Es un coche silencioso tanto al arrancar como en marcha, por lo que además de amortiguar correctamente el ruido del motor también lo hace con el ruido aerodinámico. Otra cosa a destacar es la comodidad de las suspensiones, que amortiguan de forma muy eficaz las irregularidades. Es uno de los signos de identidad de Citröen y aunque se trata de un vehículo de precio contenido también se nota en este modelo.

La respuesta del motor de gasolina de 110 no es entusiasmante pero sí más que suficiente, con capacidad de aceleración buena en ciudad y algo más tímida en carretera, por lo que para las recuperaciones, sobre todo en cuesta, tendremos que confiar en el cambio. Sin embargo no hemos notado que se quede sin fuelle en ningún momento y el tacto de la caja de cambios es lo suficientemente rápida y precisa como para que no sea un engorro andar compensando las lagunas de las curvas de potencia y de par.

Retomando la impresión sobre las suspensiones, éstas se comportan de forma eficaz siempre que no tengamos que afrontar recorridos con curvas cerradas. En ese momento sacrificaremos comodidad por respuesta ya que ésta es algo perezosa si le exigimos. Como siempre decimos, esto no compromete la seguridad pero nos obligará a mantener un ritmo más bajo en recorridos virados.

Conclusiones

El C4 Cactus es un coche original y eso es el primer punto a favor a poner en la balanza tanto en diseño como en concepto. Además esta originalidad tiene por objetivo el reducir los costes y por consiguiente el precio, por lo que el ahorro puede ser otro de los elementos que pueden pesar en el mismo plato de la balanza, aunque haya otros modelos de precios similares las soluciones adoptadas para conseguir ajustar la inversión no suelen ser tan ingeniosas o con un diseño tan original como en el Cactus.

Por lo demás este modelo es un coche práctico, con espacio suficiente incluso para cinco personas y un buen maletero que funciona perfectamente como coche para un uso mixto: tanto urbano como para viajes con una atención especial a la comodidad de las suspensiones, aunque este cuidado perjudique a las reacciones más dinámicas en curva. Tampoco la motorización es de las más entusiasmantes y prestacionales, pero eso no es lo que busca Citröen con este modelo. Buen compromiso con algunas soluciones discutibles como la falta de elevalunas posteriores pero en conjunto original y práctico es una combinación de conceptos ganadora para un coche de esta categoría.

Valoración final
7 NOTA
NOS GUSTA
Concepto y diseño originales
Suspensión muy confortable
A MEJORAR
Prestaciones algo justas
Algunas soluciones y acabados mejorables
RESUMEN
El C4 Cactus nos ha gustado como concepto de diseño y soluciones de "austeridad", aunque algunas restan practicidad y las prestaciones son más bajas de lo esperado. Buenos consumos y suspensión confortable.
Prestaciones5.5
Diseño8
Consumo8
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento5

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