Adele contra el modo aleatorio de Spotify
Que Spotify es una de las principales plataformas para escuchar música hoy en día es algo evidente. Que Adele es una de las grandes estrellas de la música hoy en día, es igualmente evidente. Y que por norma general artista y servicio se benefician mutuamente de lo que aporta la otra parte a la relación es, por norma general, una realidad. Pero eso no quita que, en ocasiones, surjan desavenencias. Y resulta sorprendente cuando, como ha ocurrido en este caso, se resuelven con tanta celeridad.
Durante la presentación de su nuevo disco, 30, y junto a las preguntas más que imaginables en un evento de este tipo, surgió un inesperado debate sobre las plataformas como Spotify y, en el mismo, la artista criticó que, en la reproducción de los discos de artistas en el servicio, este priorizara la reproducción aleatoria, en vez de hacerlo con la secuencial, que es la que los creadores han decidido que es la adecuada, o la ideal, para la escucha de sus obras.
Evidentemente, esto tiene más aplicación en unos discos que en otros. Por ejemplo, El Mal Querer de Rosalía es una obra (maestra, en mi opinión) concebida como un todo, en el que cada canción tiene una posición concreta por una razón específica. Otros discos, sin embargo, no son más que una recopilación de singles, cuyo orden podría haber sido decidido con una macro de Excel que genera números aleatorios. Y sin embargo, sea como fuere, Spotify priorizaba el modo aleatorio al establecido en los discos.
En dicha conversación, Adele se mostró crítica con ello, alegando precisamente eso, que en sus discos el orden de las canciones tiene una razón de ser, y que no entiende que Spotify no respetara ese planteamiento. Y lo cierto es que puedo entenderlo. Si lo trasladamos, por ejemplo, a la literatura, salvo contadas genialidades como Rayuela, de Cortázar, no tiene mucho sentido leer los capítulos del mismo de manera aleatoria.