Las APUs Ryzen 7000 con iGPU RDNA2 no tendrán caché infinita

Las APUs Ryzen 7000 para portátiles estarán equipadas con GPUs integradas basadas en la arquitectura RDNA2. Como recordarán nuestros lectores habituales, AMD ya dio el salto a la arquitectura RDNA2 en gráficas integradas con las APUs Ryzen 6000 Mobile, que contaban con una configuración de hasta 768 shaders y podían alcanzar los 2,4 GHz de velocidad en modo turbo.

A pesar de que ambas compartirán la misma arquitectura base, las GPUs integradas que utilizarán las APUs Ryzen 7000 para portátiles van a contar con algunos cambios importantes que, en líneas generales, permitirán una mejora notable del rendimiento. Lo primero que debemos tener claro es que estas GPUs no tendrán caché infinita, es decir, carecerán de caché L3 dedicada, algo que es comprensible por el espacio que ocuparía esta a nivel de silicio.

Por otro lado, AMD va a doblar la caché L0, utilizada para datos de vectores, que pasará de 16 KB a 32 KB por unidad de computación. También se va a doblar la caché GL1 de datos, que pasará de 128 KB a 256 KB, y las cachés L2, que suben de 128 KB a 256 KB por SA (Shader Array) y a 512 KB por SE (Shader Engine).

Todavía no tenemos detalles sobre las especificaciones concretas que utilizará AMD en estas nuevas GPUs integradas, pero las últimas informaciones que hemos visto hasta ahora resultaban prometedoras, ya que indicaban que la compañía de Sunnyvale podría dar forma a una solución integrada tope de gama que tendría nada más y nada menos que 1.536 shaders, 96 unidades de texturizado y 32 unidades de rasterizado, además de 24 unidades para acelerar trazado de rayos. Esta GPU integrada se apoyará en la memoria DDR5 del sistema (la utilizará como VRAM) ys e comunicará con ella a través de un bus de 128 bits (si está configurada en doble canal).

Aunque en términos de potencia bruta la iGPU RDNA2 de las próximas APUs Ryzen 7000 Mobile estaría por encima de la GeForce GTX 1060 y de la Radeon RX 6500 XT, su rendimiento en juegos podría ser considerablemente menor, debido al impacto que tendrá su menor ancho de banda, y también a la ausencia de esa caché L3, que ayuda precisamente a conseguir picos en el ancho de banda y que actúa como sistema de almacenamiento para los datos que cambian con mayor frecuencia y que ocupan menos espacio, como la iluminación, por ejemplo.

En cualquier caso, lo importante de todo esto es que parece que AMD va a conseguir un salto tan grande con la iGPU de las APUs Ryzen 7000 para portátiles que podría acabar siendo viable jugar, en la mayoría de los casos, en 1080p con calidades altas o muy altas a títulos actuales sin contar con una tarjeta gráfica dedicada.