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Cinco cosas que debe tener un buen monitor para gaming Cinco cosas que debe tener un buen monitor para gaming

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Cinco cosas que debe tener un buen monitor para gaming

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Hace unos días compartimos con vosotros una extensa guía de monitores donde repasamos algunas de sus características más importantes para acertar a la hora de comprar, y hoy queremos centrarnos en algo más específico, los monitores para gaming, un sector que ha ido creciendo en popularidad y que ahora mismo viene un auténtico momento dorado.

El éxito de los monitores para gaming es fácil de explicar, y de entender. A día de hoy sus precios han bajado mucho, y funciones y características que anteriormente eran exclusivas de los modelos más caros se han extendido a modelos más económicos. Esto ha generado una «democratización» de los monitores para gaming que ha permitido que incluso los usuarios con presupuestos más limitados puedan acceder a este tipo de periféricos, y que puedan disfrutar de una experiencia de uso realmente buena.

Ya no necesitas más de 500 euros para comprar un buen monitor para gaming, de hecho es posible encontrar modelos muy interesantes por menos de 200 euros, y si afinamos un poco la búsqueda y tenemos un poco de suerte con las ofertas puede que consigamos un monitor de primer nivel por poco unos 300 euros. Esto habría sido impensable hace unos años.

Esa democratización de los monitores para gaming ha tenido un impacto muy positivo en el mercado y en los consumidores, y ha generado una creciente competencia, lo que nos ha permitido encontrar una mayor variedad de productos con mejores prestaciones y a precios más competitivos. Esto tiene, sin embargo, una contrapartida, y es que al tener más opciones entre las que elegir cada vez es más complicado tomar una decisión.

Por ello, he decidido dar forma a esta guía, en la que voy a compartir con vosotros cinco cosas que debe tener un buen monitor para gaming, independientemente del rango de precios en el que se incluya. No todas tienen la misma importancia, de hecho algunas pueden ser «prescindibles» si el precio compensa, pero en general lo ideal es elegir un monitor que cuente con todas ellas.

1.-Buena densidad de píxeles por pulgada

Esto es clave por una razón muy sencilla, determinará el grado de nitidez que disfrutaremos en nuestros juegos al utilizar el monitor, y es mucho más ajustada cuando hablamos de monitores que de televisores porque nos sentamos mucho más cerca de los primeros, y esto tiene implicaciones que debemos tener muy claras. Para entenderlo mejor, vamos a verlo punto por punto.

La distancia a la que nos sentamos de una pantalla afecta directamente a nuestra experiencia de uso. Cuanto más cerca estemos, menos sentido tendrán los paneles de mayor tamaño y más peso adquiere la resolución, ya que percibiremos mejor los píxeles. Cuando utilizamos una televisión lo normal es colocarnos a entre 1,5 y 3 metros de distancia, pero en el caso de un monitor lo más común es estar a una distancia de entre 60 y 80 centímetros.

Al estar tan cerca no tiene sentido utilizar paneles enormes, y el equilibrio entre tamaño y resolución es fundamental porque tendremos esa mayor percepción de los píxeles que produce la cercanía con la pantalla. Si utilizamos una pantalla muy grande con una resolución inadecuada tendremos una baja densidad de píxeles por pulgada, y esto se traducirá en una nitidez pobre en juegos.

Por ejemplo, un monitor de 32 pulgadas con resolución 1080p tendría una baja densidad de píxeles por pulgada y no sería una buena compra. Sin embargo, un monitor de 32 pulgadas con resolución 1440p tendría una densidad de píxeles por pulgada aceptable, y un modelo con resolución 2160p ofrecería una densidad de píxeles por pulgada ideal. Para que os sirva como referente, os comparto los valores máximos que no deberíamos superar para tener una buena densidad de píxeles por pulgada en monitores gaming:

  • 1080p y 19-24 pulgadas como máximo.
  • 1440p y 24-28 pulgadas cómo máximo.
  • 2160p y 28+ pulgadas. No tendría mucho sentido pasar de 32 pulgadas por la cercanía al monitor, siempre teniendo en cuenta que hablamos de monitores para juegos, no para trabajo.

2.-AMD FreeSync y NVIDIA G-Sync compatible

monitor gigabyte

Ambas tecnologías marcan una diferencia sustancial en juegos, puedo dar fe de ello ya que precisamente una de las mejores actualizaciones que he hecho en mi vida fue comprar un monitor compatible con NVIDIA G-Sync. Sobre este tema es importante recordar que hace apenas un par de años los monitores compatibles con G-Sync tenían precios muy elevados, tanto que pocos podían acceder a ellos. Por suerte esto ha cambiado por completo, y hoy en día podemos encontrar modelos totalmente compatibles por menos de 200 euros.

Con AMD FreeSync y NVIDIA G-Sync podremos disfrutar de una experiencia sublime en juegos, gracias a la sincronización entre GPU que monitor que nos liberará de los clásicos problemas de stuttering, que es el tartamudeo de la imagen producida por la desincronización en la producción de fotogramas, y de tearing, que es la ruptura de la imagen, un fallo que ocurre cuando la tasa de fotogramas por segundo supera a la tasa de refresco del monitor.

A día de hoy la mayoría de los monitores para gaming vienen con Adaptive Sync, que es lo que nos permitirá activar las tecnologías AMD FreeSync y NVIDIA G-Sync compatible. Tened en cuenta que para utilizarlas necesitaremos una tarjeta gráfica compatible, es decir, una AMD Radeon en el caso de la primera y una NVIDIA GeForce en el caso de la segunda.

Dentro de las tecnologías AMD FreeSync y NVIDIA G-Sync hay distintos niveles que ofrecen prestaciones diferenciadas, pero incluso con la versión más básica notaremos una diferencia tan grande que merecerá totalmente la pena, podéis estar seguros de ello.

3.-Tasa de refresco elevada

La tasa de refresco es un aspecto muy importante en monitores gaming. Esta se refiere a la cantidad de veces que se renueva la imagen en un segundo, y está profundamente unida a la tasa de fotogramas por segundo, que son la cantidad de fotogramas que una tarjeta gráfica es capaz de renderizar en un segundo mientras se ejecuta un videojuego.

Ambos valores influyen en la sensación de fluidez que percibimos en los juegos, en la cantidad de información visual que recibimos y también en nuestro rendimiento al jugar. Una baja tasa de refresco implica que la imagen se renovará con poca frecuencia, de manera que percibiremos menos información y sufriremos una mayor fatiga ocular.

En líneas generales, el mínimo para disfrutar de una buena experiencia en juegos se encuentra en 60 Hz-60 fotogramas por segundo, pero si queremos disfrutar de una experiencia perfecta, y tenemos un equipo lo bastante potente como para llegar a tasas de FPS muy elevadas, lo ideal son los monitores con tasas de refresco de entre 120 Hz y 144 Hz.

Para gaming competitivo (jugadores profesionales) existen monitores con tasas de refresco de más de 165 Hz. Es un nivel donde los precios se disparan y los beneficios que percibimos se reducen, pero que pueden seguir marcando una diferencia considerable en manos de jugadores expertos. Representan una inversión muy importante que no todo el mundo es capaz de rentabilizar, así que tenedlo en cuenta.

4.-Panel de calidad con una buena representación del color

Corsair-XENEON-2

El color es muy importante, y la calidad del panel también. Sé que muchas personas creen que en un monitor gaming no es imprescindible contar con un panel IPS o VA porque, al final, siempre vas a estar sentado de frente y vas a mirar al monitor desde dicha posición, sin desviaciones, lo que hará que los ángulos de visión no importen, pero yo no pienso de la misma forma. Al final, es fácil que acabes adoptando posiciones que no te coloquen totalmente de frente, o que te muevas mientras juegas y que esos cambios de postura al final te lleven a ángulos de visión pobres si utilizas un panel TN.

Los monitores con paneles VA o IPS tienen precios cada vez más económicos, ofrecen ángulos de visión de 178 grados y tienen una reproducción óptima de los espacios de color NTSC y sRGB, siempre teniendo en cuenta de que hablamos de monitores para gaming, y no para diseño o edición avanzada. No obstante, tened en cuenta que los monitores para gaming de gama media y alta llegan a un nivel tan bueno en este sentido que también se pueden utilizar para tareas profesionales. El GIGABYTE M32UC es un excelente ejemplo de monitor todoterreno.

¿Y dónde estaría el punto de partida en este sentido? Para que lo tengáis claro os pongo un ejemplo concreto, el MSI Optix G241VC de 23,6 pulgadas, un monitor para gaming que cumple con todos los requisitos que hemos visto hasta ahora para ser considerado como un buen monitor gaming:

  • Buena densidad de píxeles por pulgada (menos de 24 pulgadas y 1080p).
  • Tasa de refresco de 75 Hz (supera los 60 Hz).
  • Es compatible con FreeSync.

A esos tres puntos debemos unir que cuenta con un panel VA, lo que significa que ofrece ángulos de visión de 178 grados, y reproduce el 110% del espacio de color sRGB y el 85% del espacio de color NTSC. Esto quiere decir que nos permitirá disfrutar de nuestros juegos favoritos con colores vivos y realistas.

5.-Tiempo de respuesta bajo

El tiempo de respuesta es fundamental porque de él dependerá en gran medida nuestra experiencia de uso, y porque puede afectar a nuestro rendimiento en juegos. Este valor indica el tiempo que necesita un píxel para cambiar de color, y si dicho tiempo es muy elevado es probable que se produzcan problemas de imagen borrosa y estelas, que serán especialmente marcados en escenas donde sucedan movimientos muy rápidos.

El tiempo de respuesta se expresa en milisegundos, y podemos partir de la regla general de que cuanto más baja sea esta, mejor. Sin embargo, estoy hay que matizarlo ya que su importancia depende del tipo de juegos que estemos utilizando, y también ofrece un valor que va decreciendo sustancialmente conforme mejora el tiempo de respuesta y llegamos al mínimo recomendable.

Así, en juegos que no tengan una acción frenética y que consistan en escenas con movimientos muy rápidos el impacto del tiempo de respuesta es mucho menor. Por ejemplo, el tiempo de respuesta no tiene el mismo impacto cuando jugamos a Resident Evil 2 Remake que si disfrutamos de una partida de DOOM Eternal, ya que el segundo es pura acción frenética.

De media, el tiempo de respuesta de un píxel es de 10 ms «black to white to black», pero también se suelen realizar mediciones de valores «gray-to-gray». A partir de los 4 ms ya nos movemos en un nivel más que aceptable para gaming, aunque la mayoría de los monitores que podemos encontrar hoy en día se mueven entre los 1 y los 2 ms, incluso aquellos más económicos con precios inferiores a los 200 euros.

Cinco recomendaciones para acertar en la compra de tu monitor gaming

Para terminar este artículo quiero compartir con vosotros cinco monitores que no solo cumplen con esos cinco requisitos que hemos visto de forma detallada, y que por tanto pueden ser considerados como buenos monitores para gaming, sino que además tienen precios muy interesantes y ofrecen un buen valor en relación coste-prestaciones.

  • AOC G2490VXA 23.8″, una opción económica pero muy interesante, ya que es compatible con FreeSync Premium y G-Sync, tiene una tasa de refresco de 144 Hz y utiliza un panel VA. Está rebajado a 149,98 euros.
  • ASUS TUF Gaming VG249Q1R, un monitor excelente que cuenta con un panel IPS, tiene resolución 1080p, es compatible con FreeSync Premium y G-Sync, y tiene una tasa de refresco de 165 Hz. Está rebajado a 179 euros.
  • Newskill Icarus RGB IC27QRC, equipado con un panel VA de 27 pulgadas, tiene resolución de 2.560 x 1440 píxeles, tasa de refresco de 165 Hz, es compatible con AMD FreeSync Premium y G-Sync y está rebajado a 249,99 euros.
  • ASUS TUF Gaming VG289Q, un monitor 4K de 28 pulgadas con panel IPS compatible con AMD FreeSync que funciona sin problemas con G-Sync en modo compatible. Su tasa de refresco es de 60 Hz, pero tiene un precio muy asequible y esto le da un gran valor calidad-precio, sobre todo ahora que está rebajado a 319 euros.
  • GIGABYTE M28U, monitor 4K de 28 pulgadas con panel Super Speed IPS, tiene una tasa de refresco de 144 Hz y es compatible con FreeSync Premium Pro y funciona con G-Sync sin problemas. Está rebajado a 649 euros.

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