Sam Altman: primero despedido, luego contratado por Microsoft y ahora vuelve como CEO de OpenAI

Sam Altman, cofundador de la empresa de inteligencia artificial OpenAI y hasta el viernes su director ejecutivo, ha sido despedido de manera fulminante provocando una conmoción en Silicon Valley y en toda la industria de la IA, tanto dentro de la compañía como también fuera porque son múltiples las organizaciones que usan sus tecnologías, especialmente Microsoft.

La junta directiva de OpenAI, Inc. anunció el viernes el despido de su CEO y el nombramiento de Mira Murati (actual responsable de tecnología) como directora ejecutiva interina mientras finaliza «un proceso de búsqueda en marcha para identificar un sucesor permanente». La motivación del despido y de una «transición en el liderazgo de OpenAI» fue explicada en un nota pública:

«La salida del Sr. Altman se produce tras un proceso de revisión deliberante por parte de la junta, que concluyó que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades. La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI».

Se especula que Altman estaba presionando para lograr estrategias de crecimiento que algunos miembros de la junta consideraban insostenibles y demasiado alejados de la iniciativa original de la compañía de actuar en beneficio de la humanidad y sin ánimo de lucro. Pero lo cierto que siguen siendo especulaciones que solo saben los de dentro.

Si el comunicado de la junta deja más preguntas que respuestas, las formas no parecen que hayan sido las mejores. Sam Altman descubrió que había sido despedido durante una videoconferencia por Google Meet que tuvo lugar el mismo viernes, justo cuando la junta de OpenAI se estaba preparando para hacer pública la decisión. Altman abundó en ello en su respuesta en X, apuntando que su apuñalamiento en la sala de juntas era una «experiencia extraña en muchos sentidos» y dijo que era «como leer tu propio panegírico mientras aún estás vivo».  

El despido de Sam Altman y sus consecuencias

Ya sabes que los avances en Inteligencia Artificial han sido enormes los últimos años y en múltiples campos. Algunos son extraordinariamente esperanzadores (como los de investigación médica) y otros dan un miedo terrible (como los relacionados con armas autónomas y robots soldado). Hay preocupaciones serias de ética y seguridad e importantes grupos de científicos, ingenieros, intelectuales, empresarios, políticos y grandes nombres de la tecnología mundial, han pedido una suspensión temporal de los mayores proyectos ante el riesgo de que la IA se nos vaya de las manos.

En medio del debate llega el despido del CEO de OpenAI, la compañía especializada en investigación de inteligencia artificial y responsable del bot conversacional de moda, ChatGPT, que ha traído el uso práctico de la IA a decenas de millones de usuarios de a pie. Sam Altman fue uno de los cofundadores de OpenAI y desde fuera parecía que era el ejecutivo ideal… Algo se mueve dentro que se nos escapa y de unas consecuencias que aún están por determinar.

Minutos más tardes del anuncio del despido llegó otra salida y no menor. Otro de los cofundadores, Greg Brockman, ha renunciado tras ser reemplazado como presidente de la junta directiva. Y como continuación, The Information dice que otros tres importantes investigadores han dimitido. Se trata de Jakub Pachocki, director de investigación de la empresa; Aleksander Madry, jefe del equipo que evalúa los riesgos potenciales de la IA, y Szymon Sidor, uno de los talentosos investigadores que están en la compañía desde su fundación.

El CEO de Microsoft, furioso

Microsoft ha invertido -al menos- 13.000 millones de dólares en OpenAI y está incorporando sus tecnologías en casi todos sus productos y servicios, como hemos visto con Copilot y su aplicación en el buscador Bing, en el navegador Edge y en un buen número de aplicaciones internas y externas como las que llegan de la suite Office, Teams, Word, Outlook o Excel. En plena batalla por liderar el despliegue de las aplicaciones de tecnologías de inteligencia artificial al cliente final, el despido de Sam Altman no es una buena noticia.

El director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, ha tenido que salir a comentarlo. Oficialmente, Nadella dice que «tienen un acuerdo de largo plazo con OpenAI y que siguen comprometidos con la asociación». Oficiosamente, según comentan medios americanos, Nadella está furioso con la decisión de la junta y sus potenciales consecuencias.

Parece claro que el cisma de OpenAI causará repercusiones en la industria de la IA y abrirá la puerta a que otras organizaciones se vayan haciendo hueco, ya sea por sí mismas o a través de nuevas asociaciones estratégicas. Microsoft insiste en que todo sigue igual, pero es probable que las agitaciones en OpenAI continúen y eventualmente generen una nueva empresa de IA, más comercial y enfocada al negocio.

Y cuidado que tanto Altman como Brockman parecen decididos a construir un nuevo capítulo. «Pronto vendrán cosas más importantes», indican. Coge las palomitas que tendremos más que contarte en los próximos tiempos.

ACTUALIZACIÓN

En una vuelta de tuerca a la batalla cruenta que se libra por el poder en OpenAI, la junta directiva ha nombrado a Emmett Shear (cofundador de Twitch) como nuevo CEO interino. Reemplazará a Mira Murati, que solo ha durado dos días en el cargo.

Y mientras, inversores y socios (con Microsoft a la cabeza) están presionando para la vuelta de Altman. De hecho, la pasada madrugada se rumoreó un acercamiento para su posible retorno, pero la junta se ha negado. No habrá prisioneros. Solo volverá si defenestran al consejo de administración. También se habla de una posible contratación de Altman y Brockman por la propia Microsoft.

Malos tiempos para una compañía que maneja tecnologías tan sensibles como para cambiar el mundo.

ACTUALIZACIÓN 2

La contratación de C por Microsoft que adelantábamos ya es una realidad, como os hemos contado en MuyComputer Pro. Y además, una carta abierta de una mayoría de empleados de OpenAI, encabezada por la responsable de tecnología y primer CEO interino nombrado, Mira Murati, pone al consejo de dirección ‘a los pies de los caballos’, ya que exigen su dimisión y la vuelta de Altman y Brockman a sus puestos. OpenAI está rota tal y como la conocíamos hasta ahora. E insistimos que es una noticia de alcance mundial por la importancia de sus tecnologías.

ACTUALIZACIÓN 3

Termina el culebrón como empezó. Tras las presiones de Microsoft y de la plantilla de OpenAI, Altman y Brockman vuelven a sus puestos en una junta de la que han sido expulsados los que despidieron al CEO. Vuelta a empezar con una junta renovada, con más miembros y con la sensación de que el único ganador real ha sido Microsoft.