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Análisis

Renault Espace, incansable

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«Sigue nadando», Dory (Buscando a Nemo, 2003)

Tampoco está aquí. Llevo escrupulosamente la cuenta y esta es la cafetería número trescientos cincuenta y sigo sin encontrar a mi padre. No se cómo viven su experiencia otros niños adoptados pero yo viví hasta bien entrada la pubertad convencida de que mis padres adoptivos eran mis padres, a pesar de evidentes diferencias en nuestro aspecto y las insinuaciones de algunos crueles compañeros de clase que nunca quise creer. En cuanto cumplí los 18 hablé claro con María y Antonio y ellos comprendieron enseguida que quisiera buscar a mi padre. Bueno, Antonio más que María, creo que le ha afectado mucho pero necesito encontrar el otro extremo de la madeja, dónde empezó todo, dónde empecé yo.

Hace dos años prácticamente cuando empecé a investigar me enteré de la muerte de mi madre. La tumba en el pueblo era como las demás pero con el único ramo de gardenias sobre ella y allí, en el pueblo, encontré las pocas pistas que había sobre mi padre. Entonces Luis aún me acompañaba pero pronto se rindió, me reprochó que eligiera la obsesión antes que a él. No se mucho de cómo le va pero de verdad espero que le vaya bien y por eso me alegro de que abandonara el barco a tiempo. Y es que este barco se hunde. Me estoy quedando sin dinero y no quiero pedirles más a María y Antonio, sólo faltaba, pero sobre todo me estoy quedando sin fuerzas y por las noches ya lloro sin lágrimas. Pero no se cómo renunciar a esto en lo que se ha convertido mi vida. No tengo otra cosa. «Señorita, su capuccino». Esa voz…

La Renault Espace es uno de los primeros vehículos conceptualmente concebidos como monovolumen y cuyo éxito marcó durante décadas el mercado automovilístico para desbancar a la tradicional ranchera como coche familiar por excelencia. Aunque con los años este modelo ha sufrido distintas modificaciones, sobre todo para modernizar su línea, motorizaciones y sistemas de ayuda a la conducción, el diseño sigue recordando a las primeras versiones de este popular modelo francés.

Ficha técnica

Los orígenes de la Espace fueron rocambolescos. Los primeros trazos de este modelo no provienen de la mesa de un despacho de Renault sino de la inspiración del diseñador inglés Fergus Pollock que allá por los años 70 trabajaba para Chrysler en su sede inglesa. Más adelante Matra, perteneciente a Simca que a su vez era la subsidiaria francesa de Chrysler, entró en el proyecto con el diseñador griego Antonis Volanis.

Bocetos dando tumbos

Pero los tumbos de los bocetos de la futura Espace por distintos despachos no acaban ahí. En principio se decidió que el modelo fuera producido por Talbot, propiedad de Chysler, pero todo eso cambió cuando el grupo PSA compró tanto Talbot como Simca seis años antes del lanzamiento del Espace. Pero PSA consideró que el proyecto no era viable y se lo cedió a Matra que habló con Renault para poder lanzarlo. Y así en 1984 finalmente vio la luz la Espace como vehículo Matra / Renault y ha seguido produciéndose con variaciones hasta nuestros días.

La filosofia del Espace reside en el propio nombre: proporcionar el máximo de habitabilidad y grandes superficies acristaladas y contemplando el modelo que hemos podido probar está claro que el espíritu ha permanecido intacto. Eso sí, la búsqueda de modernizar las líneas y mejorar la aerodinámica ha hecho que la Espace sacrifique algo de espacio interior para lograr dichos objetivos.

Además con respecto a versiones anteriores la Espace se ha convertido en un monovolumen más compacto y ha elevado la altura libre del suelo con lo que se ha acercado en sus características más a los SUV que al diseño original de Pollock. Al observar el exterior de este modelo destacan en la parte frontal el imponente rombo de Renault sobre la gran parrilla del radiador y los afilados grupos ópticos en una posición elevada que junto con el spoiler delantero le dan un aspecto dinámico y agresivo a esa parte delantera.

Cintura alta

El perfil de este modelo francés luce una línea alta que parte de los faros enteriores y se eleva hasta subir de forma brusca para llegar al portón trasero. De esta forma las ventanillas tienen un tamaño alto y forman una superficie contínua a la vez que quedan en una posición alta. Llama la atención el ángulo del gran parabrisas delantero que queda muy inclinado dibujando un perfil que estiliza la línea de la carrocería a la vez que dota de una gran visibilidad a la parte anterior.

Mucha personalidad en el diseño que hace que el Espace sea fácilmente reconocible, tal y como ha venido ocurriendo en todas sus generaciones. Antes de abrir la puerta para acceder al interior hay que apuntar que la versión que nos ha proporcionado Renault es la Initiale París, la más alta de gama con los acabados y materiales más cuidados. Y eso se nota desde el mismo momento que accedemos al interior, con unos asientos de cuero marrón microperforados que facilitan el funcionamiento de la ventilación y la calefacción de los mismos.

En vertical

Llama la atención la consola central donde domina una pantalla de 8,2 pulgadas que como es habitual en la marca francesa queda dispuesto en vertical y que se coloca «flotando» por encima del salpicadero y que forma una pieza que fluye hacia abajo hasta formar la pieza donde se colocan los mandos de la climatización y otras funciones. Esa misma pieza sigue hacia atrás formando una superficie donde descansa la palanca de cambios y donde encontraremos un hueco portaobjetos con tapa deslizante y un gran y curioso hueco inferior también para colocar objetos.

Al puro estilo Tesla, hay muchas funciones como el control de los asientos o el control de la radio se realizan directamente en la pantalla táctil, aunque la climatización y algunas funciones del sistema de sonido sí se controlan a través de los botones que se encuentran debajo de la pantalla. El diseño vertical de la pantalla puede desconcertar al principio pero al final y gracias a la gran calidad de la pantalla y al buen funcionamiento del sistema R Link en esta versión, resulta útil y de fácil manejo aunque se hecha de menos más botones y diales para acceder directamente a ciertas funciones.

Junto a la palanca de cambios también tenemos a nuestra disposición un dial y botones de control que nos permitirán acceder a los menús si no queremos utilizar la pantalla táctil. En el volante encontramos multitud de mandos que pueden solucionar en parte este inconveniente. Son botones de gran tamaño y que se accionan cómodamente pudiendo controlar la reproducción de sonido, el control de crucero y otras funciones.

Información tras el volante

Tras el volante encontramos una pantalla que hace las veces de velocímetro y cuentarrevoluciones. Podemos variar el diseño de los indicadores que también cambiarán según seleccionemos el comportamiento del coche entre Confort, Sport, eco, neutral o personalizado. Cada modo tiene su color asociado que veremos reflejado en las dos pantallas pero además en los led que recorren el coche en los laterales, en el dial de control y otros rincones del vehículo. Un toque de clase.

Nos ha gustado mucho la postura de conducción, algo más elevada que en un turismo pero más «dinámica» que en otros monovolúmenes que optan por una postura más tipo furgoneta. Los asientos son muy cómodos aunque con una sujección algo menos firme en curva de lo que desearíamos para un coche con prestaciones deportivas como el modelo que probamos.

En la parte de atrás los tres asientos son individuales y permiten acoger a tres adultos de buena estatura con absoluta comodidad, aunque en anchura es algo más parco que otros monovolúmenes grandes. Los asientos pueden desplazarse longitudinalmente lo que permite una versatilidad interior habitual en este tipo de vehículos. El techo panorámico, aunque resta algo de altura para los ocupantes, es impresionante y ocupa gran parte del techo del coche.

Espacio y más espacio…

El maletero, como es habitual en el Espace, es realmente grande y acoge en nuestro caso la tercera fila de asientos. Todos los asientos son abatibles con la comodidad añadida en este caso que esta operación se realiza de forma totalmente automática mediante motores eléctricos, con lo que solamente apretanto un botón podremos elegir la configuración de asientos que necesitemos para aumentar el espacio de carga. Y si apretamos el botón «ALL» dispondremos del espacio máximo abatiendo de forma automática todos los asientos.

El espacio a disposición es de unos aceptables 247 litros con siete plazas disponibles hasta la friolera de 2.035 litros cuando solamente viajan el conductor y acompañante pasando por unos muy respetables 719 litros cuando viajan cinco personas con los asientos desplazados hacia adelante. La versatilidad del espacio es muy grande y aunque no se trata del monovolumen con más capacidad del mercado sí creemos que se trata de uno de los más prácticos.

Al volante

Y llegamos por fin a la prueba de conducción que en este caso y antes de pulsar el botón de arranque merecía un vistazo a las especificaciones técnicas. Esta versión del Espace monta un motor de 225 caballos de gasolina resultado de sobrealimentar con turbo acompañado con intercooler un propulsor de apenas 1.8 litros de cilindrada. Un par motor de 300 Newton metro parecen necesarios para mover los más de 1.700 kilos son contar con ocupantes y carga del Espace.

Lo primero que notamos es que el motor es muy silencioso y de funcionamiento suave, sobre todo si utilizamos el modo normal o eco. En Sport se nota algo de brusquedad pero proporciona el nervio que necesitamos si queremos una conducción más alegre, cosa que consigue con sorprendente soltura para un coche de su tamaño gracias también a que el par motor está disponible a bajas revoluciones.

Gastón en ciudad

En ciudad el funcionamiento del coche es muy bueno aunque el consumo es bastante alto, algo normal para un coche de estas características y con ese motor. También pensamos que es algo brusco al arrancar y a la hora de dosificar la potencia en maniobras que requieren algo de presición, pero nada que no se solucione con la práctica.

En conducción en carreteras viradas nos ha sorprendido su agilidad y capacidad de recuperación manteniendo siempre un comportamiento neutro sin perjudicar nunca el confort. Pero donde sobresale el Espace es en autopista donde el confort de marcha es muy alto y la vida de abordo con las grandes cristaleras, buena acústica y excelentes asientos es de categoría.

Conclusiones

El Espace vuelve a ser referencia para los monovolúmenes del mercado en muchos aspectos como el espacio y el confort aportando detalles de diseño y comodidad muy apreciables como los automatismos a la hora de abatir asientos para aumentar el espacio de carga, el excelente techo panorámico o el gran confort que proporcionan los asientos.

Además nos ha resultado muy agradable y eficaz su comportamiento dinámico incluso si nos queremos divertir gracias a las distintas personalidades y modos de conducción que nos brinda la electrónica del coche con distintos comportamientos de la amortiguación  y el cambio. No se trata de un coche urbano, desde luego, pero sí de un coche que conjuga como nadie la practicidad con el confort.

Valoración final
8.3 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Ágil a pesar del tamaño
Gran capacidad y habitabilidad
A MEJORAR
Consumos altos, sobre todo en ciudad
Precio elevado
RESUMEN
Espace sigue siendo referencia cuando se habla de monovolúmenes, en este caso con un coche práctico pero con estilo y gran confort
Prestaciones8.5
Diseño9
Consumo6
Confort9
Sistema de infoentretenimiento9

 

 

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