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Análisis

Renault Clio 2020, agilidad

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«Este es mi espacio y este es el tuyo» Johnny Castle (Dirty Dancing, 1987)

Y dijo él: «repítemelo si te atreves» y ella no necesitó que se lo dijeran dos veces «eres tan feo que duele verte». Así desde esta mañana, a grito pelado, no hay quien se concentre con estos vecinos que tengo. Y debe saber que yo soy un artista y necesito paz, pero también tengo que vivir en algún sitio con mis gatos y mis alambres. No se preocupe, Antonio siempre se frota así, debe ser que vuelve a tener parásitos. Dónde habré dejado yo la medicina de los gatos. Siempre la guardo junto a la mía. Para que no se pierda ¿sabe usted? Sí, un artista. No vendo mucho, a veces vienen unas señoras mayores y me dan algo de dinero a cambio de alguna de mis esculturas. Es verdad que algunas no huelen bien pero es que este piso no tiene muy buena ventilación. El patio huele a huevos fritos 24 horas al día, parece como si la vecina de abajo no supiera hacer otra cosa. No me extraña que su hijo no la soporte.

No, ya no fumo. Me peleé con el estanquero del barrio. Antes Luis y yo éramos amigos. Estudiamos juntos ¿sabe? Pero él ya tenía su destino grabado sobre el mostrador de madera del estanco de su padre, que en paz descanse. Un buen hombre don Manuel. Cuando no tenía dinero me regalaba cigarrillos. Ni uno le dio a su hijo. Nunca permitió que se enganchara al tabaco. Mis padres tampoco viven. Me enteré que ya no existían un mes después de muertos. Vivían en un pueblo de Extremadura y les daba miedo venir a verme. Yo yo la verdad volver al pueblo… Al funeral sí, claro. Me trataron como a un turista pero lloré, claro está. Tengo corazón, qué demonios, ¿no le he dicho que soy un artista? Bueno, bueno, qué prisas. La verdad es que no acabo de entender bien… No, hombre, no se vaya. Es que tengo pocas visitas, ¿sabe usted? Por eso hablo tanto. ¿Dónde firmo? ¿Aquí junto a la firma del banco?

Dentro de la generación de los nuevos utilitarios con aspiraciones (viajeras, deportivas etc) el Renault Clio es todo un clásico en su género. Heredero del legendario Renault 5 ha seguido los pasos de sus rivales de marcas europeas, y ahora coreanas y japonesas, proporcionando más espacio interior y adoptando un diseño más moderno y dinámico que se aleja cada vez más de las líneas más sobrias de sus antecesores. Es uno de los modelos más vendidos de la marca que actualmente ofrece dentro su gama de motores con un sistema híbrido.

Ficha técnica

Nacido en los años 90 este modelo retomó el éxito del Renault 5, un coche casi de culto y ahora muy buscado por coleccionistas, y ahora le toca competir con un panorama reñido en el que toca competir incluso con nuevos formatos como los SUV compactos pero en el que la casa francesa ha querido mantener su propia personalidad seguros de que pueden mantener la racha tras más de 15 millones de unidades vendidas y habiendo marcado el segmento durante años.

Siempre Clio

El Clio es un coche que supera por poco los cuatro metros de longitud que visto desde fuera no parece que sea resultado de una apuesta arriesgada en cuanto a cambio de diseño con respecto a la generación anterior, sin embargo el que la casa declare que se han cambiado el 85% de os elementos del coche evidencia que hay muchos cambios que no aparecen a primera vista pero que como veremos afectan sobre todo al interior y a los sistemas de conducción.

Exteriormente el Clio tiene un aire de familia inconfundible gracias a unos grupos ópticos alargados que se prolongan en su parte inferior con una parte en forma de C que se desprende de los faros para alojar a los intermitentes. En el frontal protagonista como siempre el logo de la marca de gran tamaño en el centro de la toma de aire superior y sujetado por una línea cromada que lo une con los mencionados grupos ópticos.

Más abajo una rejilla de ventilación de gran tamaño a la altura del faldón que empieza a ser una marca de diseño de los últimos modelos de muchas marcas que dan un toque deportivo al conjunto y que no sabemos si contribuyen o no a una mejor refrigeración del motor. La silueta del coche es de inspiración deportiva y eso hace que caiga en la parte trasera hasta el breve spoiler que da otro toque racing al conjunto del diseño del Clio.

Rasgos RS

Otras pinceladas deportivas en las llantas así como los cristales oscurecidos y las manillas para la apertura de las puertas posteriores que quedan ocultas en el pilar C dejando limpia la chapa de las puertas que dan acceso a las plazas traseras. En la parte posterior, además del mencionado spoiler, unos grupos ópticos altos enmarcan un maletero con boca algo estrecha y un generoso paragolpes que termina en la parte inferior en una defensa inferior de plástico de color gris.

En el interior hay más cambios con respecto a la generación anterior, con unos acabados bastante más cuidados en terminaciones y materiales pero también con elementos novedosos. Destaca sin duda, como en otros modelos de Renault, la gran pantalla de información y entretenimiento que en este caso tiene un tamaño de 9,3 pulgadas y no tan vertical como en otros modelos. Además la colocación es muy buena ya que por su altura apenas tendremos que apartar la mirada de la carretera.

El sistema es muy legible aunque echamos en falta botones físicos para acceder a las funciones más utilizadas sin tener que mirar a la pantalla. Este sistema incluye una conexión a Internet que permite descargar actualizaciones y mapas, consultar precio y localización de gasolineras, previsiones metereológicas y otras informaciones. Debajo de la pantalla del sistema encontramos botones de acceso de algunas funciones y más abajo aún los controles de climatización.

Instrumentación digital

La instrumentación tras el volante del Renault Clio 2020 es digital y configurable flanqueada por los indicadores de temperatura y de cantidad de combustible que resta en el depósito. En nuestra prueba pudimos acceder al acabado RS que luce algunos detalles estéticos como volante deportivo con el logo de Racing System, pedales metálicos o asientos de la parte delantera con costuras en color rojo que también encontramos en el recubrimiento del volante.

Hay bastantes huecos para objetos destacando una guantera de buen tamaño que además está iluminada para facilitar el que podamos manejar su contenido. También hay un hueco para el teléfono móvil justo delante de la zona donde se encuentra la palanca de cambios. En nuestro modelo este hueco permitía carga inalámbrica y disponía de una alfombrilla de plástico con topes que evitan que el dispositivo se mueva cuando el coche está en marcha.

Los asientos delanteros son cómodos y sujetan muy bien, son aptos para personas de cierta estatura y tanto los apoyacabezas como la sujección lateral son eficaces a la hora de conducir de forma más agresiva. En la parte trasera las plazas son suficientemente amplias, aunque no dispone de demasiado espacio para las piernas y eso hace que personas de cierta altura puedan encontrarse algo incómodas. Como en cualquier modelo de la misma categoría el espacio está pensado más para dos personas que para tres.

Gran maletero

El maletero tiene mucho espacio, llega a los 340 litros de capacidad y puede ampliarse hasta los 1.146 litros si abatimos los asientos, aunque la superficie de carga no queda plana como en otros modelos. El hueco para acceder al maletero es algo pequeño aunque no mucho más que el de otros competidores. La única pega es que es algo elevado con lo que dificulta la carga de objetos pesados ya que hay que salvar el espacio hasta poder acceder al interior. Por lo demás está muy bien acabado y tapizado.

Como ya hemos comentado el Clio que pudimos analizar lucía el acabado RS  lo que se traduce en ciertos detalles estéticos que ya hemos comentado. Para la parte mecánica nos encontramos un motor de gasolina de 131 caballos de 1,3 litros turbo con inyección directa y el cambio automático EDC de siete velocidades asociado a esta motorización. Todo un programa de diversión para un coche que supera por poco los 1.200 kilos.

Al encender el motor se nota en primer lugar el buen aislamiento acústico que se confirma al ponernos en marcha. El confort acústico se mantiene al  circular en ciudad e incluso cuanto tenemos que rodar a velocidades de crucero, lo que aporta puntos a la hora de considerar el Clio como compañero para largos viajes si lo consideramos junto con la comodidad de los asientos y los buenos acabados del habitáculo. Uno de los coches de este tamaño que nos han parecido más confortables sin duda.

Invitación para curvas

Pero como apuntamos los 131 caballos invitaban a algo más que a unos tranquilos paseos por el campo, así que nos dispusimos a sacar algo de alegría a ese motor francés. El resultado es muy bueno en términos de seguridad y algo menos en lo que respecta a sensaciones al volante. Es decir, podemos afrontar curvas conduciendo con ritmo alegre sin ninguna sensación de peligro por lo que podemos mantener rutas de este tipo durante muchos kilómetros sin cansarnos y siempre son sensación de control, pero no tiene el tacto deportivo de otros coches con tintes racing de categoría similar.

El motor por otro lado nos ha parecido potente y progresivo y hace buena pareja con el cambio automático que de nuevo está más diseñado para conducir de forma confortable que agresiva. Esto no quiere decir que cuando le pisemos el coche no reacciones, gracias a sus respetables 240 Nm de cifra de par podemos recuperar casi desde cualquier régimen y salir con potencia de prácticamente cualquier situación, aunque no permite apurar demasiado el cuentarrevoluciones si no recurrimos al cambio manual.

Para completar esta sensación de confort y seguridad que hemos mencionado Renault ha aportado al Clio una generosa cantidad de sistemas de ayuda a la conducción para hacer la vida más fácil tanto en carretera como en ciudad. En este apartado la cámara de 360 es una gran ayuda para maniobras mientras que para carretera tenemos control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, frenado automático de emergencia, luces largas con desconexión automática o sensor de límites de velocidad.

Conclusiones

El Renault Clio 2020 es un coche al que la madurez le ha sentado bastante bien. Ha ganado en confort y habitabilidad hasta convertirse en nuestra opinión en uno de los referentes en su segmento en cuanto a comodidad para viajar incluso si se trata de largos trayectos. Aunque la deportividad queda ligeramente en segundo plano, hemos encontrado un coche noble que puede conducirse con cierta chispa con una gran seguridad.

Renault Clio 2020 es algo menos talentoso en ciudad por un motor algo gastón y una visibilidad ligeramente limitada así como un maletero con un acceso complejo si vamos cargados, pero son sacrificios perfectamente asumibles si lo que buscamos es un coche con todos los ingredientes de un gran rutero y con cualidades que compiten con coches de mayor tamaño y para los que necesitaríamos un presupuesto mayor. Un buen conjunto de sistemas de ayuda a la conducción y seguridad, como es el caso del Clio, siempre son un complemento positivo, por otro lado.

Valoración final
8 NOTA
NOS GUSTA
Buenos acabados
Buen confort de marcha
Excelente respuesta de motor y cambio
A MEJORAR
Poco espacio para las piernas atrás
Escasa visibilidad en maniobra
RESUMEN
Se trata de un pequeño gran coche confortable y muy recomendable para viajes con una buena cantidad de sistemas de ayuda y seguridad.
Prestaciones8.5
Diseño8
Consumo6.5
Confort9
Sistema de infoentretenimiento8

 

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