Guías
Guía práctica: cosas que debes saber sobre tu conexión WiFi
Las conexiones por WiFi nos permiten disfrutar de Internet sin cables desde cualquier rincón de nuestro hogar, abriendo un nuevo mundo de posibilidades a nivel de ocio y entretenimiento, pero también de seguridad y productividad.
Por desgracia en más de una ocasión la experiencia de uso de una conexión WiFi puede no ser todo lo buena que podríamos esperar. A modo de ejemplo una persona puede tener contratado un servicio de banda ancha realmente bueno y sufrir, a pesar de todo, caídas y ralentizaciones e incluso enfrentarse a zonas muertas, donde la señal directamente no llega.
¿Qué podemos hacer en estos casos? La respuesta no es única, ya que las razones de un mal funcionamiento de la conexión WiFi pueden ser muy variadas. Por ello, hemos decidido elaborar esta guía para ayudaros a conocer mejor vuestra conexión WiFi y orientaros acerca de cómo mejorar su rendimiento.
Lo primero que debemos tener en cuenta es el lugar donde esté colocado el router WiFi. Este aparato es el que envía la señal que nos permite conectarnos a Internet, así que su situación en nuestra casa puede influir en la calidad de la conexión, especialmente cuanto utilizamos routers de baja calidad, como los que suministran gratuitamente los proveedores de Internet. Así, situar el router en una posición cercana al centro del hogar puede ayudar.
Seguimos con el router ya que es, en definitiva, la pieza clave que mayor impacto tiene en la calidad de una conexión WiFi. Como anticipamos un router de baja calidad va a afectar negativamente a nuestra conexión WiFi. ¿Por qué? Muy sencillo, si tenemos una conexión de, por ejemplo, 50 megas y nuestro router no utiliza cifrado WPA2 no podremos acceder a las altas velocidades que permite el estándar 802.11n, lo que supone que estaremos limitados a 20 megas a pesar de estar pagando a nuestro proveedor por una conexión superior. El estándar WiFi N (802.11n) logra evitar los cuellos de botella, así que debemos activarlo si nuestro router lo soporta, pero el más potente es el nuevo estándar 802.11ac, que ya ofrece D-Link en sus nuevos routers, capaces de alcanzar una velocidad de 1,3 Gbps.
Otro aspecto que puede afectar a la velocidad y calidad de nuestra conexión, y que por desgracia ocurre con bastante frecuencia, son los intrusos. Sí, los «ladrones» de conexión WiFi son una triste realidad en nuestros días y contra ellos existen armas bastante eficaces:
- Cambiar la contraseña por defecto del router.
- El cifrado WPA2/AES.
- Limitar el número de IPS asignables.
- Mantener el firmware del router actualizado.
- Herramientas que nos permiten ver quién está actualmente conectado a nuestra red, como por ejemplo Wireless NetWork Watcher. En este sentido D-Link cuenta con la herramienta mydlink, esencial para tener nuestra red WiFi totalmente bajo control ya que nos permite gestionar y vigilar nuestra conexión a través de cualquier dispositivo PC, iOS o Android, e incluso desde el portal web de mydlink.
No podemos terminar sin extraer una conclusión, y es que debemos cuidar la calidad del router para disfrutar adecuadamente de nuestra conexión a Internet. Una conexión de calidad y un router de mala calidad nos dejarán siempre con un mal sabor de boca.
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