Intel iGPU Gen11: al nivel de una GPU Vega 8

El evento Intel Architecture Day 2018 nos ha dejado una gran cantidad de información sobre los futuros lanzamientos que veremos por parte del gigante del chip, sin duda uno de los más interesantes ha sido la iGPU Gen11, es decir, la arquitectura gráfica de nueva generación que la firma de Santa Clara utilizará en sus próximas GPUs integradas.

Durante los últimos años las renovaciones que Intel ha llevado a cabo en sus generaciones de GPUs integradas han sido muy pequeñas. No hemos visto cambios importantes y esto se ha dejado notar tanto en el rendimiento con en las prestaciones a nivel global, una situación que cambiará con la llegada de las iGPU Gen11.

Estamos ante el mayor cambio que reciben las soluciones gráficas integradas de la firma de Santa Clara desde la llegada de las iGPU Gen9, y los primeros datos oficiales que tenemos confirman una ganancia de rendimiento bastante notable, ya que en sus versiones más potentes estarán casi al mismo nivel que una GPU Radeon Vega 8, utilizada en las APUs Ryzen 3.

La versión completa de la iGPU Gen11 cuenta con un total de 64 unidades de ejecución, cifra que dobla el total de 24 unidades de ejecución que podíamos encontrar en las iGPU Gen9. Si se mantiene la configuración de aquella podíamos esperar un total de 512 shaders, 64 unidades de texturizado y 8 unidades de rasterizado. Se habla de una potencia total de 1 TFLOP y del salto al proceso de 10 nm, algo muy importante, ya que permitirá mejorar la eficiencia y mantener un consumo controlado a pesar del aumento de potencia.

Entre los cambios más destacados que se han confirmado se encuentran el soporte de «tile rendering» («renderizado en mosaico»), una solución que NVIDIA popularizó con sus tarjetas gráficas basadas en Pascal, un profundo rediseño a nivel de FPUs (unidades de coma flotante), capacidad de trabajar en FP16 (media precisión), se ha doblado el píxel clock (dos píxeles por ciclo de reloj), se ha elevado la resolución máxima soportada a 8K y se ha integrado soporte de Adaptative Sync.

Tened en cuenta que esta arquitectura gráfica llegará al mercado acompañando a los procesadores Core fabricados en proceso de 10 nm, es decir, aquellos que estarán basados en la arquitectura Ice Lake y que no llegarán hasta finales de 2019 o principios de 2020.