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Análisis

Skoda Citigo, calles

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«Olvídalo Jake, es Chinatown» J.J. Gittes (Chinatown, 1974)

Una calle en realidad no tiene nada de particular. Si nos ceñimos a la definición del diccionario se trata de una «vía pública, habitualmente asfaltada o empedrada, entre edificios o solares», es decir, simplemente un espacio que por culpa de la fuerza de la gravedad se convierte en prácticamente bidimensional, una franja de existencia en el universo en la que en ocasiones ocurren cosas interesantes, pero que en la mayoría de los casos ocurren cosas simples y anodinas. Según la hora del día y es sitio que ocupe en la población en la que se enclaven pueden ser concurridas, frenéticas, pintorescas o incluso peligrosas…

Si son calles que podemos recorrer con un coche y solamente nos pillan de paso en nuestro itinerario apenas repararemos en ellas a menos que un incidente nos obligue a permanecer en ellas más de lo que teníamos previsto, entonces nos quejaremos de ellas por estar atascadas, por las obras que hay en ellas o por ese coche azul demasiado lento que nos hizo llegar tarde. Pero a veces ocurre, raramente, que no tenemos prisa y que recorramos una calle que nos llame la atención por alguna de las personas que la están recorriendo justo en el momento en el que estamos pasando o en términos más estáticos una tienda que nos conquiste o simplemente un charco con una hoja posada en él flotando plácidamente que hace que nuestra mente viaje hasta el mar. Entonces un sonoro sonido de clácson nos devolverá a la realidad. Porque en una calle siempre hay alguien que sí tiene prisa.

En 2011 el fabricante VolksWagen volvió en parte a sus orígenes conceptuales como «coche del pueblo» para proponer una plataforma llamada «New Small Family», una gama de vehículos extremadamente compactos pero con una buena habitabilidad para su tamaño destinados al uso urbano. De esta plataforma derivaron el Volkswagen Up!, el Seat Mii y el Skoda Citigo que hemos tenido la oportunidad de probar.

Ficha técnica

Abrazar la filosofía de un coche urbano y compacto no se limita simplemente al tamaño sino que deriva en una elección de diseño que se deriva en un estilo muy concreto, un aspecto desenfadado y vistoso que pretende destacar y convertir en alegre la anodina y reetitiva tarea de transportar en ciudad para trayectos tan aburridos como el de casa al trabajo (y viceversa) o el consabido itinerario de «los recados» (compras, trámites etc…)

En el caso de Skoda este planteamiento, que comparten varias marcas que han presentado sus propuestas en el terreno de los ultracompactos urbanos, se conjuga con la folosofía que está impregnando sus últimos lanzamientos en el mercado de la automoción: el consabido «Simply Clever», la voluntad de aportar ideas y soluciones diferentes para las necesidades de los conductores y ocupantes de los coches que fabrican.

Urbano por fuera…

Lo primero vamos a ver el aspecto exterior de este Citigo. Con una longitud que roza los tres metros y medio este tipo de coches tienen un diseño que recuerda al de un monovolumen ya que el espacio interior no hay más remedio que buscarlo en vertical. El Citigo tiene una parte delantera con un aire de familia muy marcado y una parte trasera con personalidad propia.

Los grupos ópticos de la parte de atrás con diseño vertical y un portón que desciende también de forma casi vertical para subrayan el aspecto de minúsculo monovolumen urbano del Skoda que aún aprovechando el espacio del chásis procura no salirse del mismo para favorecer todo lo posible la maniobrabilidad y la posibilidad de aparcarlo en cualquier sitio.

Práctico por dentro

En el interior no se puede pedir mucho dado el tamaño del coche, pero hemos de decir que nos ha sorprendido la facilidad para acceder al interior del coche con cuatro puertas de tamaño más grande del que cabría esperar, pero sobre todo por altura subirse en el coche es una operación realmente cómoda.

Las plazas traseras son las más cómodas, con espacio para acomodar adultos incluso de buena estatura. Los acabados interiores sorprenden por lo vistoso y con un buen compromiso de calidad en cuanto a materiales, con elementos en color de la carrocería y plásticos duros en lugares estratégicos como la parte frontal del salpicadero, los difusores de ventilación de tamaño generoso y un volante con tres radios de material rugoso muy agradable.

Capítulo aparte son los detalles «simply clever» a los que nos tiene acostumbrado Skoda en todos sus modelos. El elemento principal es el excelente soporte para el móvil en la parte superior del salpicadero que permiten complementar el funcionamiento del sistema de información y entretenimiento del coche, con una pantalla pequeña pero muy útil.

App Citigo

Skoda además pone a disposición de los usuarios del Citigo una aplicación para móviles llamada Move&Fun que permite visualizar en el móvil la información de funcionamiento del coche como el consumo o estilo de conducción además de poner a disposición un navegador. De esta forma el móvil sustituiría en gran parte los sistemas de información y entretenimiento del coche.

Los huecos portaobjetos son múltiples y de formas muy aprovechables como el hueco portabotellas con accesorio para adaptarlo a monedas y otros elementos. Y como no podía ser de otra forma el Citigo dispone de un pequeño paraguas de emergencia como en otros modelos de la marca, en esta ocasión oculto en un compartimento bajo el asiento del copiloto. Paraguas que por cierto tuvimos que utilizar y comprobamos su eficacia…

En la parte trasera el espacio no permite viajar más que a dos personas, con suficiente comodidad y espacio para las piernas para viajes relativamente largos. En la parte central hay un espacio para colocar objetos también. El maletero es muy escueto pero se puede aprovechar bastante aunque no nos permitirá acomodar demasiado equipaje o carga. Eso sí, abatiendo los asientos traseros podemos disponer de espacio adicional para llevar pequeños muebles y otros objetos más voluminosos.

Tranquilo

En lo que respecta a las prestaciones no podíamos hacernos demasiadas ilusiones. El motor de 75 caballos de un litro de gasolina ofrece algo más de lo que ofrecían los utilitarios de antaño pero no tanto como para pensar en un coche divertido. Y la verdad es que hemos tenido que cambiar parcialmente de opinión ya que el motor es más dinámico de lo que nos esperábamos.

A bajas revoluciones no podemos esperar mucho, pero si jugamos con el cambio de cinco velocidades podemos exprimir bastante esos caballos y movernos con cierta agilidad. No es un motor demasiado elástico y resulta algo ruidoso, sobre todo en frío, pero es más que suficiente para ciudad y en carretera es posible sacarle partido.

El consumo se mantiene bastante bajo tanto en carretera como en ciudad, aunque bastante alejados de las cifras oficiales. El consumo de 3,9 litros a los 100 en carretera se convierten en más de seis en circunstancias normales. Eso sí, como suele ocurrir con motores de pequeño cubicaje, en cuanto pretendamos algo de alegría en nuestros trayectos el consumo subirá bastante.

El inconveniente llega cuando cargamos el coche, en ese momento el motor pierde bastante dinamismo y tendremos que revolucionarlo aún más para mantener velocidades de crucero razonables. En cuanto a la estabilidad y comportamiento en curva es bastante neutro, aunque no demasiado ágil se comporta de forma previsible si no le buscamos demasiado las cosquillas. Hay que tener en cuenta que es un coche alto para su tamaño y que las suspensiones no son deportivas.

Conclusiones

El Citigo es una interpretación del Skoda de un ultracompacto urbano y como siempre que la marca checa hace sus interpretaciones deja su impronta. Los detalles prácticos en este tipo de coches son importantes y la presencia del soporte para el móvil y elementos pequeños pero muy bien pensados como la presencia de un paraguas nos han parecido puntos a favor.

Como cualquier coche urbano no estamos ante un vehículo demasiado deportivo ni lo pretende, tampoco ante un coche amplio, ni lo pretende… es un vehículo 100 por 100 urbano que creemos que tiene todas las credenciales para triunfar y un diseño vistoso que junto con las soluciones prácticas que hemos mencionado nos parece una excelente opción.

Valoración final
6.8 NOTA
NOS GUSTA
Habitabilidad buena a pesar del tamaño (4 plazas)
Soluciones prácticas propias de Skoda
A MEJORAR
Motor algo flojo
Maletero muy justo
RESUMEN
Una buena solución urbana extremadamente compacta y con las soluciones prácticas y el estilo de Skoda
Prestaciones5
Diseño8
Consumo7.5
Confort6.5
Sistema de infoentretenimiento7

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