Intel sigue subestimando la competencia de AMD con Ryzen

Aunque hace esfuerzos por sacar músculo, Intel no parece estar pasando por su mejor momento. La aparición de Ryzen y su mejor relación calidad-precio la ha apeado del primer puesto a nivel de ventas en algunos frentes, mientras que las vulnerabilidades tipo Spectre se han mostrado como un problema del que el gigante de Santa Clara no tiene claro cómo salir.

En PCGames han contactado con Jeff Kilford, uno de los pesos pesados de Intel en Reino Unido, quien ha dicho que desde la compañía sienten que “la competencia es buena pase lo que pase”. Kilford ha explicado que sabe que su declaración sobre los beneficios de la competencia no es algo que la gente se crea, algo obvio si tenemos en cuenta el cómodo dominio del que ha disfrutado Intel durante una década.

“Intel está en su mejor momento cuando hay competencia y este nivel de innovación está entusiasmando a todos, y todos deberían poder jugar allí y realizar impresionantes avances para los consumidores”, continuó comentando Kilford, que espera que su compañía siga siendo la referencia de los gamers.

Sin embargo, a pesar de elogiar la presencia de competencia, Jeff Kilford prefiere seguir negando que algunos de los movimientos de Intel son producto de la presión ejercida por Ryzen. Siendo más concretos, ha argumentado la reciente bajada de precios de los Cascade Lake-X en que se habían dado “cuenta que había una brecha grande entre lo mainstream y los entusiastas”, y que quieren “que más personas disfruten de las características utilizadas por los entusiastas”, algo a lo que añadió el hecho de que es una tecnología con un “buen valor” y que se están encontrando “formas de reducir el costo de la lista de materiales”, siendo estos motivos adicionales para no alejar más sus productos de los consumidores que no son “entusiastas”.

La negación de la presión ejercida por AMD mediante Ryzen continúa con lo siguiente: “No he visto nada, nada en absoluto, en términos de la articulación interna sobre que se trata de la presión del mercado, ya que este es muy dinámico y fluctúa mucho”. Además de estas palabras, ha insistido en argumentar la bajada de precios exclusivamente en movimientos y políticas internos de la compañía con el fin de responder mejor a las exigencias tanto a Intel como a los OEM de esta.

Como vemos, Intel, al menos de cara a la galería, parece vivir una etapa de negación en la que le cuesta reconocer que un competidor ha sabido hacerlo mejor. Más le vale ser realmente consciente a nivel interno de su situación, porque si bien sus procesadores pueden seguir siendo algo más potentes, el reto en la actualidad no es tanto la potencia del hardware como aprovecharlo debidamente.