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Velocidad de conexión a Internet: tres cosas que le afectan, y que quizá no conocías

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Velocidad de conexión a Internet

La velocidad de conexión a Internet es uno de los valores más importantes que determinan la experiencia de uso que disfrutaremos en nuestro día a día.

Es cierto que, para tener una experiencia óptima, no necesitamos llegar a niveles muy elevados, pero siempre hay unos mínimos que es bueno superar holgadamente para asegurar un buen rendimiento tanto a corto como a medio plazo, algo que ya vimos en su momento en este artículo.

Poro otro lado, tampoco debemos descuidar otros valores importantes, como la estabilidad y la latencia, que son fundamentales para disfrutar, por ejemplo, de juegos en línea. Sobre ello también hemos hablado en otros artículos.

Hoy queremos centrarnos en la velocidad de conexión a Internet, pero con una perspectiva distinta, ya que queremos compartir con vosotros tres cosas poco conocidas que pueden afectar, y mucho, al rendimiento y la velocidad de nuestra red. Como siempre, si tenéis dudas podéis dejarlas en los comentarios.

1.-La velocidad de conexión a Internet se reduce con la distancia

Velocidad de conexión a Internet

Es muy simple, cuando nos conectamos a través de una red Wi-Fi utilizamos una conexión que recurre a ondas de radio con forma de dónut, las cuales van perdiendo intensidad con la distancia, y también con los obstáculos y las interferencias.

En efecto, da igual que no encuentren ninguna barrera en su camino, al recorrer mayores distancias se reduce su intensidad, y esto reduce la velocidad. Cuanto más lejos estemos del router, más lenta será la conexión a Internet, y en casos extremos simplemente tendremos una zona muerta.

El alcance de una conexión inalámbrica depende de muchas cosas, como la potencia de las antenas del router y los obstáculos que encuentren las ondas Wi-Fi por el camino, pero la diferencia de velocidad entre estar a uno o dos metros del router y alejarse a tres o cuatro metros puede llegar a ser de hasta un 50%, así que no hay duda de que su impacto es muy grande.

Solución: la manera más sencilla y efectiva de mejorar la velocidad de tu Wi-Fi  sin gastar dinero es colocar el router en una posición central, ligeramente elevada y orientar bien las antenas para cubrir la mayor superficie posible de forma óptima.

2.-El ruido en la placa base puede reducir la velocidad de conexión a Internet

Probablemente sea uno de los problemas menos conocidos, pero todavía resulta bastante importante. Si te conectas a Internet vía Wi-Fi y utilizas una solución de red integrada en la placa base de tu PC o portátil cabe la posibilidad de que, en algunos casos, el ruido eléctrico que se genera en la placa base acabe afectando negativamente a la velocidad de tu conexión.

Hablamos de casos concretos y no de algo general porque es un problema que se ha ido superando con el paso del tiempo, gracias a las mejoras que se han introducido en este tipo de componentes. No es frecuente tener este problema en equipos actuales, pero sigue presente en equipos que tienen una antigüedad considerable.

No es fácil identificar este problema, pero un síntoma claro de que puede estar presente lo notamos cuando, a pesar de tener una conexión a Internet óptima, bien establecida y sin problemas aparentes, vemos que la velocidad de tu Wi-Fi no es buena.

Solución: lo más sencillo y rápido es comprar un adaptador de red Wi-Fi externo, como por ejemplo uno que se conecte por USB. Es necesario gastar dinero, sí, pero al tratarse de un problema a nivel de placa base es la única opción verdaderamente razonable para un usuario normal.

3.-Los modos de bajo consumo también afectan a la velocidad

Cada vez más routers incorporan modos de bajo consumo, una decisión que obedece a una apuesta por la sostenibilidad y la creación de dispositivos cada vez más eficientes.

La mayoría de los routers hacen una gestión inteligente de dicho modo y no dan problemas, pero hay otros modelos que reducen consumo a costa de limitar el rendimiento y el alcance, con todo lo que ello puede suponer para el usuario.

Obvia decir que este problema puede estar presente solo en algunos routers, ya que, como hemos dicho, no todos gestionan igual el modo de bajo consumo. En algunos casos puede ser viable y que no tengamos problemas, pero en otros puede ocurrir todo lo contrario, así que tenlo muy en cuenta.

Solución: es muy sencillo, solo tienes que desactivar el modo de bajo consumo en la interfaz de administración y gestión de tu router.

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