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El creador de Cydia demanda a Apple por aplicar políticas anticompetencia

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El creador de Cydia demanda a Apple por aplicar políticas anticompetencia

Cualquier usuario de iPhone que ya lleve años siéndolo recordará Cydia. Puede que solo de oídas, puede que lo tuviera instalado en su teléfono pero nunca llegará a emplearlo, y la mayoría como la puerta de entrada al teléfono de software que no había pasado por los filtros de Apple. Y cuando hablo de software no me refiero solo a apps, sino también a complementos del sistema con usos de lo más variado: desde añadir carpetas hasta obtener gratuitamente elementos que, por norma general, solo se podían conseguir mediante compras in-app.

Para tener Cydia en el iPhone es imprescindible, claro, hacer jailbreak, esa operación mediante la cual nos podíamos saltar parte de las limitaciones impuestas por Apple en iOS. Unas limitaciones que en ciertos casos están directamente relacionadas con la seguridad, sí, pero que en otros casos no resultan tan comprensibles. Por ejemplo, y en mi caso particular, solo pude emplear carpetas, así como compartir mi conexión a Internet con otros dispositivos, gracias a sendos complementos que compré en Cydia.

El problema para esta tienda era, claro, las dificultades impuestas por Apple para el jailbreak, junto con su política de no permitir otras tiendas de aplicaciones en iOS (mucho menos aún de complementos para el sistema). Cada vez que se publicaba una nueva actualización de iOS, los usuarios que se actualizaban perdían el jailbreak, teniendo que esperar a que la comunidad desarrollara una nueva herramienta para desbloquear el móvil. Y todo esto, siempre, con el riesgo de que el proceso fallara y el teléfono quedará bloqueado, quizá temporalmente o quizá para siempre.

Esta combinación de dificultades fue provocando, con los años, el ocaso de Cydia, que aunque a día de hoy sigue existiendo (pese a que publicaciones como Wikipedia la dan por cerrada) no es ni la sombra de lo que fue en su momento. Y es que, según recuerda The Washington Post, entre 2011 y 2012 recaudó alrededor de 10 millones de dólares. Un negocio que las políticas de Apple, según afirma el responsable de Cydia, dejó de ser posible por las limitaciones impuestas por los de Cupertino.

El creador de Cydia demanda a Apple por aplicar políticas anticompetencia

A consecuencia de ello, como podemos leer en este artículo, Cydia y su creador, Jay Freeman (más conocido como Saurik), ha decidido demandar a Apple por prácticas anticompetencia. Según la demanda, Apple utilizó términos «coercitivos» para tratar de evitar que los clientes de Apple usaran Cydia o cualquier medio alternativo para instalar software y desalentó a los desarrolladores de usar servicios como Cydia.

Para el proceso, Saurik ha optado por Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, el mismo bufete de abogados que representó a Samsung en su exitosa guerra de patentes con Apple, y que afirma que ahora es, finalmente, el momento de que Cydia se enfrente a Apple en los tribunales.“El clima legal para este reclamo ha cambiado”, dijo Stephen Swedlow, el abogado principal de Cydia. Swedlow dijo que ha estado observando otras demandas, incluida la presentada por Epic, y cree que Cydia podría ser la «demandante perfecta» para un caso antimonopolio contra Apple.

Y es que la principal diferencia entre Cydia y el resto de empresas que han demandado a Apple, es que éstas lo han hecho por las políticas de los de Cupertino en relación con su tienda de aplicaciones. Sin embargo Cydia no pugnaba por entrar en la App Store, sino que era competencia directa de la misma, con el anecdótico hecho de que Cydia era anterior a la App Store, y que algunas de las funciones que el servicio de Saurik hacía accesibles a sus usuarios, como las dos que he mencionado que utilicé en su momento, fueron tomados por Apple e incorporados a iOS con el paso del tiempo.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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