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Análisis

Ssanyong Tivoli 2021, pescar

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“No necesito que me ayuden, no quiero que me ayuden» Jeff Webster (Tierras Lejanas, 1954)

«Niebla». «sí». «Otra vez». «Sí».  Goro y Daichi se quedaron un buen rato en la puerta intentando penetrar con la mirada la lechosa bruma que arropaba la casa desde hacía semanas. Habían venido a pasar unos días en el campo en la casa de los abuelos de Goro para desconectar de las clases de la universidad y observar las estrellas a la sombra del volcán. Y entonces la montaña quedó sumergida en un mar de algodón que lo apagaba todo, desde la luz del sol y de la luna a los sonidos del bosque, desde el sueño hasta las miradas. Daichi sacó con desgana el teléfono móvil del bolsillo. Habían tenido escasa cobertura desde que habían subido a la casa con sus mochilas y sus sobres de Ramen pero ahora el móvil indicaba que no estaba recibiendo la más mínima señal. Finalmente arrojó el teléfono hacia el sofá. «¿Nada?» preguntó Goro sin convicción «Nada» contestó Daichi. Se fijó en el rostro de Goro, marcado por las ojeras y una preocupación que se había combinado con el hastío. Pocas palabras para muchos días, poca comida para poca hambre y ningún descanso. Sobre todo silencio. Un silencio que les atormentaba pero no se atrevían a romper más que con un puñado de monosílabos.

Al principio intentaron salir pero era peligroso. Goro estuvo a punto de romperse una pierna y les costó un día entero conseguir volver a casa. Desde entonces no lo habían vuelto a intentar. Pero les quedaba agua corriente y unos sobres de té. Sin que hiciera falta explicación Goro sacó una moneda del bolsillo, miró a Daichi y la arrojó hacia arriba. «Cara» dijo Daichi cuando la moneda estaba aún en el aire. Los dos se quedaron mirando el puño cerrado de Goro cuando atrapó la moneda. Goro abrió la mano. Daichi se incorporó rápidamente. Cuando salió de la habitación con su mochila Goro aún estaba en cuclillas en el salón con la moneda sobre la mano abierta. Siguió a Daichi hasta la puerta. Este se volvió y esbozó una sonrisa forzada. La primera en mucho tiempo. «Goro». «Daichi». Se abrazaron y lloraron. En esos segundos pasaron por sus huesos y por sus músculos temblorosos la desesperación de esos días. No había esperanza en esta partida de Daichi para zambullirse en la bruma. Sólo había que hacerlo. Y Daichi marchó. Tras unos minutos Goro seguía mirando a través de la puerta. Entonces escuchó un grito. Se sobresaltó. Y fue solamente después de unos instantes cuando se dio cuenta de que el que gritaba era él. Y es que la niebla se había apartado y ahora lo podía ver.

Hace ya más de dos años que probamos el Ssanyong Tivoli, un SUV sencillo que proporcionaba practicidad por un precio imbatible de una marca que es poco conocida aún pero que tiene una discreta gama de vehículos con carrocería de todoterreno con muchas posibilidades. En esta ocasión hemos podido visitar de nuevo la gama Tivoli del fabricante coreano a la que se le han aplicado algunos cambios y la incorporación de la adaptación a GLP de su motor de gasolina de 163 caballos.

Modelo analizado Ssanyong Tivoli
Motor y acabado G15T + GLP 4X2
Potencia 163 CV
Velocidad máxima 181 Kmh
Aceleración o-100 9,9 s
Largo/ancho/alto 4225/1810/1613 mm
Potencia máxima RPM 163 CV
Par máximo Nm/RPM 280 Nm
Caja de cambios Manual 6 velocidades
Web https://www.Ssanyong.es/
Precio 23.560 euros

Los cambios en el exterior del Tivoli no son demasiado grandes con respecto a la generación anterior pero sí que le dan un aspecto más moderno al conjunto. En realidad se trata de cambios que buscan dar un aire de familia a la gama y que se acercan a las líneas de diseño del Korando, que también tuvimos la ocasión de probar. Los faros cambian para ser más finos y están unidos por una moldura que se extiende por el capó con el logotipo de la marca en el centro.

El capó tiene un diseño distinto con dos relieves paralelos que parten del parabrisas y terminan por encima de los faros. El paragolpes también tiene un diseño distinto y es más voluminoso (lo que aumenta la longitud del coche con respecto al modelo anterior). Una estrecha toma de aire con rejillas en color negro se coloca en el centro y se extiende a los lados para abrirse en los huecos con forma trapezoidal que albergan los pilotos del coche.

Paragolpes nuevos

Finalmente y rematando la parte inferior del paragolpes una toma de aire más grande también en negro. El perfil del nuevo Ssanyong Tivoli 2021 sin embargo mantiene las líneas del anterior con unos volúmenes básicos que buscan más la practicidad que la aerodinámica y mantiene el aspecto de un todoterreno tradicional más que acercarse al de los SUV más glamurosos del momento. Esto le sigue dando al Tivoli ese aire a coche duro y trabajador que ya tenía en su anterior versión.

En la parte del maletero aparentemente no hay ningún cambio pues el aspecto con los grupos ópticos tan reconocibles que arropan el relieve de los laterales se ha mantenido. Sin embargo bien mirado descubrimos un paragolpes más prominente (que contribuye al mencionado aumento de la longitud) del que sobresalen dos elementos laterales rodeando la matrícula y una forma distinta del portón del maletero con una hendidura en el centro que ya no recorre toda la parte trasera. En la parte inferior del coche se han incorporado protecciones plásticas más grandes en color negro para darle un aspecto más moderno.

Cambios dentro

En el interior los cambios saltan más a la vista. Lo primero la instrumentación que cambia por completo el diseño tanto de la zona donde se encuentran los indicadores que ahora no se divide en dos zonas con parasoles independientes circulares sino que comparten uno de forma rectangular. Los indicadores también han cambiado y tienen un diseño más limpio y moderno, aunque la zona de información central tiene la misma pantalla LCD. En el acabado superior el coche dispone de una pantalla de 10 pulgadas que hace las veces de los indicadores lo que le da un aspecto aún más moderno al nuevo Tivoli.

Se han cambiado el diseño de los botones, de las salidas de ventilación, de las molduras de las puertas y de los huecos portaobjetos y en general de todos los elementos del interior. Curiosamente el volante es casi idéntico pero se ha cambiado la gráfica y la función de algunos de los botones que podemos encontrar en él. Siguen presentes sobre todos plásticos de tacto duro pero con buen encaje entre las piezas por lo que el acabado no es malo y con los cambios adoptados sí que se nota que se eleva ligeramente la sensación de calidad del conjunto.

Los asientos delanteros nos han resultado bastante cómodos y envolventes a pesar de que el tejido no tiene un tacto que transmita calidad. En la parte trasera el acceso es muy bueno por la altura y por el amplio hueco que deja la puerta. Sin embargo nos han parecido algo menos cómodos que los delanteros, aunque de espacio lo cierto es que podemos estar a gusto incluso con cierta estatura. Amplitud que no solemos encontrar en SUV de este tamaño y precio.

Buen maletero

El maletero es bastante amplio, lo que se espera de un coche con vocación práctica. Las cifras oficiales dan 427 litros es algo más grande que el de la generación anterior. Lo que no sabemos es si en la versión que hemos probado al tener que encontrar acomodo el depósito de gas cuánto cubicaje de maletero perdemos, pero en cualquier caso no hay demasiada diferencia. El interior del maletero está forrado con un piso de plástico resistente que se puede retirar que protege al maletero de posibles deterioros y suciedad.

El sistema multimedia también tiene diseño y características distintas al de la generación anterior. También se encuentra en una sección que divide en dos el salpicadero pero en este caso las salidas del sistema de climatización se encuentran encima de la pantalla, lo que hace que ésta se encuentre en una posición más baja y por lo tanto algo menos práctica para evitar apartar la mirada de la carretera durante su uso.

La pantalla del sistema es de 8 pulgadas y es compatible con Android Auto y Apple Car Play. Algo que se hace prácticamente indispensable ya que existe la opción de encargar el modelo con navegador integrado. Los botones de acceso a los menús, a diferencia del sistema anterior, se encuentran en los laterales. La calidad de la pantalla y de las gráficas es mejorable (aunque tiene mayor calidad que la del modelo anterior), sobre todo teniendo en cuenta la competencia y que no se trata de un elemento costoso.

Al volante

El Tivoli como hemos apuntado es un SUV sencillo y sin pretensiones que en el modelo que probamos pudimos disponer de un motor bastante más potente que en la vez anterior. Los 163 caballos de esta versión mueven con bastante soltura al Tivoli, aunque con algo de brusquedad. En ciudad la diferencia de potencia no se nota demasiado ya que no se trata de un motor especialmente brillante a bajas revoluciones.

Al salir a carretera notamos algo más de alegría, pero por debajo de lo esperado para el número de caballos de la ficha técnica. Para sacar el máximo partido es necesario maniobrar con el cambio y subir de revoluciones por ejemplo para recuperar o adelantar. En lo que respecta a la estabilidad y agilidad en curva sí se nota que Ssanyong ha intervenido en el chasis y la suspensión y tiene bastante más aplomo en carreteras viradas.

En cuanto al confort la insonorización no es perfecta y se filtra ruido tanto del motor como aerodinámico. Nada excesivamente molesto pero a tener en cuenta si nos gustan los coches silenciosos. No hemos notado grandes diferencias al cambiar al funcionamiento con GLP, sistema que le hace acreedor de la etiqueta ECO en el parabrisas. El sistema de cambio de depósito se realiza con el mismo selector que encontrábamos en el Tivoli de la generación anterior.

A reseñar que Ssanyong incorpora a este modelo un paquete bastante completo de sistemas de seguridad activa y pasiva y ayuda a la conducción como un sistema de reconocimiento de señales, programador de velocidad de crucero, sistema de frenada de emergencia, alerta por cambio de carril involuntario o de fatiga del conductor y asistente para la desconexión de las luces largas. Faltan algunos sistemas más modernos pero para el precio del coche es un paquete bastante completo.

Conclusiones

Ssanyong sigue siendo la marca con la gama de SUV más asequible pero que no renuncia a remodelar su aspecto tanto exterior como interior e introducir algunas mejoras. Hay motores nuevos y se ha mejorado el comportamiento en carretera, lo que hace del Tivoli un coche aún más atractivo para los viajes además de ser un modelo práctico por el buen espacio interior que ofrece tanto a los ocupantes del coche como para el maletero.

Hay alguna cosa que hay que limar como un cambio de marchas algo más sofisticado, mejorar la pantalla y el sistema multimedia (quizás ofreciendo también navegador)  o unos propulsores algo menos bruscos, pero lo cierto es que por el precio del coche son detalles que podrían pasarse por alto. Es además un coche con aspecto robusto que tiene algunos detalles como el recubrimiento del maletero que lo hacen una compra a tener en cuenta.

Valoración final
7.5 NOTA
NOS GUSTA
Motor algo brusco
Cambio poco refinado
Sistema multimedia mejorable
A MEJORAR
Buena habitabilidad
Buen maletero
RESUMEN
El nuevo Ssanyong Tivoli es un coche práctico que además ofrece un precio muy interesante con una motorización compatible con GLP que le permite llevar la etiqueta ECO con las ventajas que ello supone
Prestaciones7
Diseño7.5
Consumo8
Confort7.5
Sistema de infoentretenimiento7.5

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